Detrás de cámaras de un fogón frenético: ENTREVISTA exclusiva con Alonso Ruizpalacios y el equipo de ‘LA COCINA’

El director de la cinta, el productor Ramiro Ruiz y las actores Raúl Briones y Anna Díaz platicaron con Infobae México sobre construir una crítica al sistema, al tema migrante y al entorno laboral asfixiante moderno

La cocina de Alonso Ruizpalacios. (Cinépolis Distribución)

Alonso Ruizpalacios, uno de los directores mexicanos más importantes de la actualidad, ha estrenado su cuarto largometraje, La Cocina. La película, que ha sido presentada en la Berlinale y el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) 2024, ofrece una crítica visualmente impactante sobre la vida de los migrantes en Estados Unidos, a través de un solo espacio: la cocina de un restaurante ubicado en la gran manzana.

La trama sigue a Pedro, interpretado por Raúl Briones, un migrante con varios años en Nueva York, y a Estela, interpretada por Anna Díaz, quien acaba de llegar al país. Ambos personajes enfrentan la explotación laboral mientras trabajan en un restaurante en Times Square, que se convierte en una metáfora de la moderna Torre de Babel. Basada en la obra teatral The Kitchen de Arnold Wesker, la cinta diseñada por Ruizpalacios rinde homenaje a los migrantes indocumentados que sostienen la economía de Nueva York desde las sombras, al tiempo que critica el sistema capitalista que los oprime.

Infobae México platicó con el elenco y director de la película Crédito: Infobae México / Cinépolis Distribución

Infobae México platicó en exclusiva con Alonso Ruizpalacios, el productor Ramiro Ruiz, el actor Raúl Briones y la actriz Anna Díaz, para conocer más sobre esta propuesta que llegó a los cines el pasado 7 de noviembre y que el próximo año estará disponible en la plataforma Max.

Con una narrativa vibrante y personajes cargados de complejidad, la película transforma una cocina en un espacio cargado de estrés, relaciones humanas complejas y un cruce de culturas, en donde cada toma es importante para la audiencia.

Entre idiomas y groserías: una Torre de Babel en la cocina

Elenco de La cocina de Alonso Ruizpalacios. (Cinépolis Distribución)

Uno de los momentos más memorables de la película es una escena en la que los personajes intercambian groserías en múltiples idiomas, una situación que refleja la mezcla cultural y el compañerismo que se desarrolla en el calor de la cocina.

Para el director, esta escena evoca sus propias experiencias trabajando en una cocina en el extranjero. “Siempre se me quedó mucho esta cosa de que lo primero que aprendes en otro idioma son groserías, lo primero que le pides a alguien que te enseñe son groserías en este tipo de ambientes de trabajo”, explicó Ruizpalacios.

El productor logró reunir un elenco de distintas procedencias del mundo. Un cast políglota con personas de Haití, Colombia, Estados Unidos, Francia, República Dominicana, e incluso mexicanos que venían de Campeche, o Tlaxcala. En la película, cada personaje se apropia de las palabras que resuenan en su lengua materna, y a través de este humor universal, los personajes rompen barreras culturales y personales.

Alonso Ruizpalacios, director de 'La cocina'. (Infobae México)

En los ensayos, Ruizpalacios implementó ejercicios en los que cada actor debía compartir una palabra o expresión de su país: “Cada quien decía una grosería que más les gustara y se la tenía que enseñar a todos e irse contestando... se convirtió en un juego muy lindo y orgánico que también nos permitió fraternizar en el set”.

Anna Díaz agregó que incluso la actriz Rooney Mara participó en este juego desde el primer día, cuando aprendió algunas groserías mexicanas. “Fue como una especie de pasarle los hechizos al de al lado… estos códigos de las malas palabras... accedes al humor de otra cultura”, añadió Luis Briones, quien destacó cómo esta escena permite a los actores sumergirse aún más en el papel, diluyendo las fronteras que separan a cada personaje y creando una atmósfera de camaradería y complicidad. “Siento que las fronteras se diluyen un poquito y eso era lo que se intentaba con ese ejercicio”, agregó.

Este juego de lenguajes y culturas no es solo un detalle humorístico; es una estrategia que también resalta el aislamiento que muchos personajes enfrentan, especialmente el “único gringo que habita la cocina y no puede hablar su propio idioma”, apuntó Briones, haciendo referencia a una realidad común en las cocinas de Nueva York y otros lugares del mundo.

El plano secuencia: el corazón de la película

Rooney Mara y Raúl Briones en 'La cocina'. (Cinépolis Distribución)

Pero sin duda la escena más impactante es un plano secuencia en la cocina, donde la cámara sigue a los personajes en una coreografía caótica pero perfectamente coordinada durante la hora más ajetreada del restaurante. Para Ruizpalacios, esta secuencia fue crucial, no solo por su ambición técnica, sino porque captura la esencia de la película.

“Es una escena donde desaparece casi la trama y todo se vuelve órdenes, órdenes, órdenes,” comentó. Junto a su fotógrafo Juan Pablo, Ruizpalacios buscaba un estilo que simulara un “documental de guerra” dentro de la cocina, con una cámara en mano que se mueve al ritmo frenético del servicio. “Fue filmarlo como un documental de guerra, cámara en mano, una cámara reactiva que llega un poquito tarde a las acciones, moviéndose y tratando de capturar todo antes de que le disparen”, añadió el director.

Para el equipo, esta escena también fue un reto logístico y emocional. El productor Ramiro Ruiz recordó que, desde el inicio, sabían que esta secuencia debía tratarse con especial cuidado, casi como si fuera una película aparte.

Raúl Briones es Pedro Ruiz en 'La cocina'. (Infobae México)

La producción dedicó aproximadamente un 15% del tiempo total de rodaje para crear la coreografía de la escena y ensayar cada detalle con los actores y extras. “Todo se convirtió como una escena de todos… los extras eran tan importantes como los actores, todos se acercaban al monitor para verlo y trataban de mejorarlo cada vez más,” mencionó Ruizpalacios, explicando que los ensayos y la coordinación se asemejaban a un partido de fútbol, con todos los miembros del equipo trabajando al unísono para lograr una toma fluida y auténtica.

Para el elenco, esta escena representó no solo un desafío actoral, sino una oportunidad de integrarse en un sistema orgánico y funcional, que replicaba el ritmo y la energía de una cocina real. Díaz lo describió como “una especie de comunión donde todos sabían quién era quién en la cocina, cómo se caminaba y circulaba, y cómo se interactuaba con los otros personajes”. Este nivel de detalle, tanto en la planificación como en la actuación, crea una atmósfera de tensión y realidad que difícilmente se puede fingir en el set.

Un microcosmos humano y técnico

Alonsro Ruizpalacios en el rodaje de 'La cocina'

Para Raúl Briones, el plano secuencia es una manifestación del talento colectivo que hace posible cada toma. “No era solo la coreografía artísticamente hablando, sino todo el detrás de cámaras. Es fundamental mencionar a todo ese equipo que es una parte vital de cada uno de los detalles de la cocina” comentó.

Este esfuerzo conjunto permitió que cada elemento de la escena, desde los movimientos de los personajes hasta la preparación de los alimentos en segundo plano, reflejara un realismo cautivador y lleno de matices. Ruiz resaltó que lo que se veía frente a la cámara era un reflejo de lo que el equipo experimentaba en el set: “Lo que se veía frente a la cámara era al mismo tiempo un reflejo de lo que se estaba viviendo en el foro… preparando la comida que iba a entrar en la siguiente toma y reseteando todo el universo de la cocina”.

Anna Díaz es Estela en 'La cocina'. (Infobae México)

Para el actor, los detalles técnicos y logísticos son solo una parte de lo que hace que esta secuencia sea memorable. La verdadera magia surge del trabajo conjunto de cada persona en el set, quienes, con su talento y esfuerzo, crean una atmósfera de realidad y energía única.

Briones expresó su gratitud por el equipo, diciendo: “Este plano secuencia no se hubiera logrado jamás sin todo ese otro esfuerzo y ese otro entendimiento de pues ‘horas vuelo’ de todo el equipo de creadores alrededor de la cocina”.

Una experiencia que trasciende la pantalla

Infobae México platicó con el elenco y director de la película. Crédito: Infobae México / HanWay Films

La película es una representación compleja y multifacética de las interacciones humanas, la mezcla de culturas y el caos de un entorno laboral frenético. Con una narrativa innovadora y una cinematografía envolvente, Ruizpalacios y su equipo han logrado una obra que trasciende el género y redefine lo que puede ser una critica contra el sistema, desde la trinchera del tema migratorio.

Nunca resultó más importante y coincidente el estreno de una cinta que habla sobre los migrantes en Estados Unidos, al tiempo que se debate enérgicamente sobre el tema en el mundo de la política.

La película ya está en las salas de cine desde el 7 de noviembre y el próximo año llegará a Max, donde seguramente encontrará una audiencia ávida de explorar estos rincones de la experiencia humana.