Durante el sexenio del ex presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), México registró un aumento del 59% en el número de víctimas de extorsión; un problema de inseguridad que continúa afectando a millones de mexicanas y mexicanos.
Así lo dio a conocer Causa Común. De acuerdo con el informe sexenal de la ONG ―publicado el pasado 6 de noviembre―, en los últimos seis años se registraron un total de 56 mil 607 víctimas, un promedio de 27 diarias.
“La inseguridad, la impunidad y la injusticia gozaron de cabal salud durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador”, se lee en el reporte.
Pero eso no es todo. Causa en Común señala la posibilidad de que el número de carpetas de investigación por el delito de extorsión sean mayores por dos razones:
- Se calcula que únicamente se denuncian el 7% de los delitos.
- Se han detectado disminuciones en los registros de este delito en diversas entidades. “En algunos casos los registros se miden, en el acumulado sexenal, sólo en decenas”, agregó la ONG.
La problemática no pasó desapercibida por el ex titular del Ejecutivo durante su mandato.
En julio de 2024, López Obrador reconoció que la extorsión era una asignatura pendiente para su gobierno.
“Hay delitos que dañan mucho y que nos están costando trabajo. Básicamente lo que tiene que ver con extorsión. (...) El único delito donde no hemos podido lograr una disminución es en extorsión, pero en delitos graves como el secuestro, tenemos una disminución del 70 por ciento, eso prácticamente se controló (...). Sin embargo, la extorsión es como una asignatura pendiente”, declaró desde Palacio Nacional.
¿Qué se entiende por extorsión?
La extorsión es un delito que consiste en forzar a una persona a realizar una acción en contra de su voluntad, generalmente entregando dinero o algo de valor, bajo amenazas de daño, coacción o manipulación por parte del extorsionista. En términos legales, se trata de un comportamiento ilícito en el que se utiliza la intimidación para obtener beneficios personales o económicos.
El objetivo del extorsionador es lucrarse a gastos de la víctima, quien suele sentirse asustada o intimidada ante la posibilidad de sufrir represalias si no cede a las exigencias.
Las modalidades de extorsión pueden variar, desde amenazas directas con violencia física hasta sofisticadas formas de coerción emocional o psicológica.
Por ejemplo, en Tabasco y Veracruz se han registrado casos donde el crimen organizado extorsiona a los padres de familia para que sus hijos continúen estudiando; en Guerrero, los cárteles de drogas extorsionan a transportistas, habitantes de localidades de escasos recursos e incluso negocios; en Michoacán, los productores de limón y aguacate han padecido este problema por años.
Socialmente, la extorsión genera un clima de inseguridad y desconfianza, afectando tanto a individuos como a comunidades enteras.