Dimas Díaz Ramos, conocido por los alias de “El Delta” o “El Dimas”, exintegrante de la Policía Ministerial y presunto colaborador del Cártel de Sinaloa, fue hallado muerto este jueves 7 de noviembre envuelto en una lona, con signos de tortura, en las inmediaciones del panteón de El Carrizalejo, en el municipio de Culiacán.
De acuerdo con el medio Los Noticieristas, Díaz Ramos, de 51 años, fue identificado poco después de que su cuerpo fuera localizado a un costado del camino que conduce a la sindicatura de Sanalona.
Su muerte ha revivido el historial de acusaciones y controversias que rodean a este exagente estatal, señalado de planear un atentado contra el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
El atentado
Díaz Ramos, exministerial fue detenido en 2009 junto a cuatro cómplices en el fraccionamiento Costa Rica en Culiacán, y presentado por el gobierno federal como presunto autor intelectual de un plan de atentado contra Calderón.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP), entonces encabezada por Ramón Eduardo Pequeño, lo señaló como un “operador financiero” del Cártel de Sinaloa, vinculado a la célula de Ismael “El Mayo” Zambada. Según las autoridades, era el encargado de realizar para esta organización parte del trasiego de drogas, escondida en neumáticos y cargamentos de legumbres, siguiendo la ruta que abarcan los Estados de Michoacán, Colima, Nayarit, Sinaloa, Baja California y San Luis Río Colorado en Sonora.
De acuerdo con un artículo de esta casa editorial fechada el 11 de agosto de 2009, Pequeño explicó en conferencia de prensa que “la policía federal inició su investigación por una amenaza en contra del Presidente de la República, a raíz de la guerra declarada en contra del crimen organizado”.
Según la SSP, el atentado habría sido planeado como represalia tras una serie de operativos federales que golpearon al cártel, incluyendo la incautación de cerca de 30 millones de dólares en septiembre de 2008.
“El Dimas” fue recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 (Altiplano) en Almoloya de Juárez, Estado de México, junto con Jesús Aarón Acosta Montero (“El Tarrayas”), Miguel Ángel Bagglietto Meraz (“Ángel”), Joel González Esparza (“Raspu”) y Benny Jassiel Ramírez (“El Brother”), quienes también fueron acusados de delincuencia organizada y delitos contra la salud.
En ese entonces, Calderón minimizó las amenazas en su contra, afirmando en rueda de prensa desde Guadalajara: “Lo que básicamente buscan los criminales es que la autoridad se detenga porque los estamos haciendo retroceder. En esa lucha ni nos intimidarán ni nos detendrán”, según recogió el medio Noroeste.
Trayectoria de un exministerial bajo sospecha
Dimas Díaz Ramos había ingresado a la Policía Ministerial del Estado en 1995, donde trabajó durante seis años en la unidad de robo de autos. Sin embargo, su carrera se vio empañada por una investigación abierta en 1999 bajo el expediente Guas/21/1999, que lo señalaba por abuso de autoridad mientras operaba en Guasave. En 2001, Díaz Ramos dejó la corporación y se mantuvo alejado de la esfera pública hasta 2009, cuando fue arrestado y vinculado al Cártel de Sinaloa.
Tras su liberación en fecha no especificada, Díaz Ramos vivió en El Diez, Culiacán, donde era conocido por su alias “El Delta”. Su implicación con el cártel lo posicionaba como operador en las rutas de narcotráfico hacia la frontera norte, incluyendo ciudades de Baja California y Sonora, según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal en 2015, citados por Noroeste.
La figura de “El Dimas” también resurgió en 2010 durante una entrevista entre “El Mayo” Zambada y el periodista Julio Scherer García. En la charla, Zambada negó la veracidad de los planes de atentado contra Calderón, calificándolos de “mentiras” creadas por las autoridades para justificar su lucha contra el narcotráfico.
“Es una mentira más que me cuelgan. Como la invención de que yo planeaba un atentado contra el presidente de la República. No se me ocurriría”, dijo “El Mayo” a Scherer en la famosa entrevista publicada en Proceso.
La muerte de Dimas Díaz Ramos, bajo circunstancias violentas, pone fin a una trayectoria marcada por su presunta relación con el narcotráfico, un asesinato ocurrido en medio de la guerra entre La Mayiza y Los Chapitos en Sinaloa.