La celebración de Día de Muertos en México es una de las festividades más emblemáticas del país, con raíces profundas en las tradiciones prehispánicas y en el sincretismo cultural.
Sin embargo, en los últimos años, esta tradición ha comenzado a atraer una gran cantidad de turistas extranjeros, lo que ha dado pie a una discusión sobre la posible gentrificación de la festividad. Mientras que algunos consideran que el turismo es una oportunidad para compartir y dar a conocer esta costumbre, otros temen que esta afluencia masiva pueda desvirtuar el sentido de la celebración.
Recientemente, Mónica Hoyos, una creadora de contenido española conocida en redes como “En los zapatos de Mónica”, publicó un video en TikTok en el que entrevistó a habitantes de Santa Cruz, Oaxaca, sobre su opinión respecto a la presencia de extranjeros en sus cementerios durante el Día de Muertos. En el video, Hoyos pregunta directamente a una mujer local: “¿Les molesta o les incomoda que venga tantísimo turista a vivir con ustedes este Día de Muertos?”.
La mujer, quien estaba decorando la tumba de un familiar en el panteón Mictlancíhuatl, respondió con naturalidad y entusiasmo:
“A mí no. Y lo que he visto de visitar diferentes panteones... las personas reciben a los visitantes como si fueran parte de la familia. Si tienen mezcal, cerveza, música y llegas, eres bienvenido a la fiesta y celebración”.
Para ella y otros locales, la llegada de extranjeros es una oportunidad de mostrar sus costumbres y el cariño que ponen en honrar a sus difuntos, sin que esto signifique una pérdida de la identidad cultural.
Este video abrió un debate en redes sociales. Mientras que algunos usuarios aplaudieron la apertura de los locales y señalaron que la presencia de turistas permite preservar la tradición, otros no estuvieron de acuerdo. Uno de los comentarios más críticos señalaba: “Los panteones no son museos ni circos. Gracias a los turistas, después van a cobrar por entrar, y entonces los que tienen familiares descansando ahí dejarán de ir porque no podrán pagarlo”.
En el mismo sentido, otros internautas comentaron que la festividad se estaba volviendo una atracción turística y, para algunos, esto significa una falta de respeto hacia el significado original de la celebración. Un usuario relató su experiencia personal: “Este año fue molesto para mi familia; estábamos en el cementerio arreglando la tumba familiar, y unos gringos querían tomar fotos y preguntar por los arreglos”. Estas situaciones generan un dilema para las familias que desean un ambiente de intimidad y respeto.
No obstante, muchos de los locales entrevistados en Oaxaca y en otras regiones conmemorativas no perciben la afluencia turística como algo negativo. En su opinión, recibir a los visitantes es una forma de demostrar el orgullo que sienten por sus tradiciones y su cultura.