Luego que el Fuerte de San Felipe de Bacalar sufrió el colapso parcial de un tramo de su muralla perimetral, debido a las intensas lluvias de junio de este año, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), arrancó la restauración de este segmento, que abarca 50 metros cúbicos, según informó el Centro INAH Quintana Roo.
El Fuerte de Bacalar, construido en 1733, es un símbolo de la arquitectura histórica y el patrimonio cultural de Quintana Roo. Su edificación fue ordenada por el entonces gobernador de la Capitanía General de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva Lazo de la Vega, con el propósito de frenar el avance de los asentamientos ingleses en la frontera sur de la Nueva España.
Además, jugó un papel crucial durante la Guerra Social Maya, cuando en 1858 fue tomado por los mayas rebeldes, lo que obligó a la población mestiza y criolla a refugiarse en el norte de Belice.
El director del Centro INAH Quintana Roo, Margarito Molina Rendón, destacó que el INAH ha gestionado recursos oportunamente para atender los daños en el patrimonio histórico de la región, frecuentemente afectados por la humedad, lluvias y huracanes. En el caso del Fuerte de Bacalar, se activó el seguro institucional para monumentos históricos, propiedad de la nación, para financiar la restauración.
El arquitecto Luis Ojeda Godoy, de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Quintana Roo, explicó que el trabajo de restauración se centra en dos tramos contiguos de cinco metros lineales. Para evitar el uso de cemento, que podría concentrar humedad y causar deterioros a mediano plazo, se emplean morteros elaborados con cal en pasta y polvo de piedra.
El fuerte de Bacalar fue edificado para evitar ataques piratas
La construcción del fuerte también tuvo como objetivo repeler a los saqueadores de palo de tinte y a las embarcaciones piratas que incursionaban por la bahía de Chetumal y el estero de Chac.
El mariscal Antonio de Figueroa combatió a fuerzas inglesas en la región, incluso en el territorio que hoy es Belice, entonces conocido como Honduras Británicas. Durante una de sus ofensivas, fue herido en el estero de Chac y falleció camino a Mérida.
Desde los años 70, el Fuerte de Bacalar se ha convertido en un ícono turístico del sur de Quintana Roo. A pesar de los desafíos naturales y climáticos, el INAH reafirma su compromiso de continuar con la conservación de los inmuebles históricos de la entidad.