El 1 de noviembre se cumplió el primer mes de gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México. Es la primera mujer en ocupar la titularidad del Ejecutivo Federal gracias a que el pasado 2 de junio se consolidó como la candidata más votada en la historia reciente del país, con 35 millones 924 mil 519 votos a su favor.
“Nuestra convicción es que la seguridad y la paz son fruto de la justicia”, expresó la mandataria federal en su discurso de toma de protesta el 1 de octubre en la Cámara de Diputados. Horas después, en Chiapas, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) efectuaron una agresión que provocó la muerte de seis personas migrantes.
Según el boletín difundido por el Ejército, un convoy de militares patrullaba por la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla cuando vieron varias camionetas que circulaban a alta velocidad. Los soldados dijeron haber escuchado “detonaciones”, por lo que dos de ellos detuvieron la marcha de un vehículo a punta de disparos.
En la camioneta viajaban 33 personas migrantes de nacionalidades egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe. Cuatro murieron en el lugar y dos más fallecieron luego de ser trasladadas a un hospital. Días más tarde, Sheinbaum Pardo confirmó que los agentes que dispararon habían sido separados de sus funciones, además de que existían órdenes de aprehensión en su contra.
También el 1 de octubre se registró, gracias a una cámara de vigilancia, la irrupción violenta de supuestos elementos de la Secretaría de Marina (Semar) a dos domicilios en la capital de Colima. Presumiblemente, las acciones estaban relacionadas con una serie de cateos, pero los aparentes oficiales se llevaron consigo a ocho personas, de las cuales seis fueron halladas asesinadas.
Un hombre y una mujer sobrevivieron a este presunto acto de desaparición forzada. No obstante, según detalles de la investigación citados por La Prensa, ella fue víctima de agresión sexual durante estos hechos.
La semana siguiente, la Sedena volvió a ser objeto de señalamientos por su aparente participación en la muerte de tres personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El 11 de octubre, Yuricie Rivera Elizalde viajaba en su camioneta acompañada de su esposo, Víctor Manuel Carrillo, y su hijo de nueve años. Testimonios de Víctor señalan que, en un punto del trayecto, notaron la presencia de un convoy de militares, por lo que redujeron la velocidad.
Sin embargo, personal del Ejército disparó de manera directa contra su camioneta y una de las balas alcanzó el rostro de Yuricie Rivera, enfermera del Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS). Murió al instante. Algunas versiones señalan que el vehículo civil habría quedado en medio del fuego cruzado entre la Sedena y un grupo criminal, pero el caso sigue pendiente de esclarecer.
Al día siguiente, la pequeña Lidia Iris y el joven Diego Alfredo, de ocho y 18 años de edad respectivamente, murieron durante un enfrentamiento entre agentes de la Guardia Nacional y civiles armados. La menor de edad estaba resguardada en el automóvil de su abuela cuando fue impactada por un proyectil, mientras que Diego estaba en la cajuela de la camioneta de los sujetos armados que enfrentaron a la GN. Aparentemente, lo tenían secuestrado.
Posteriormente, el 21 de octubre, miembros del Ejército Mexicano participaron en uno de los hechos más violentos que se hayan registrado en tiempos recientes en Sinaloa.
Aquella tarde, los militares realizaban un operativo en la comunidad de Plan de Oriente, al este de Culiacán, cuando fueron agredidos por 30 aparentes sicarios, según la versión oficial. La respuesta de los castrenses provocó la muerte de 19 civiles y el arresto de Edwin Antonio Rubio López, alias ‘El Max’ o ‘El Oso’, presunto operador de Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
“Fue una detención y ahí hubo ataque a las Fuerzas Armadas que iban a detener a este delincuente, y se respondió dentro del marco de la ley”, manifestó Sheinbaum Pardo al respecto.
En la misma semana, pero en el estado de Guerrero, agentes del Ejército respondieron la agresión de un comando armado identificado como Grupo Gente Nueva en Tecpan de Galeana. Según información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los pistoleros ingresaron al municipio con la intención de confrontar al cártel de Los Granados, pero al toparse con agentes municipales y del Ejército, descargaron sus armas.
Como resultado de ello, personal de la Sedena abatió a 17 civiles armados y decomisó las armas y vehículos blindados que utilizaron para su asalto a Tecpan.
Teniendo en cuenta estos operativos, elementos de las Fuerzas Armadas podrían estar involucrados en la muerte de 51 personas sólo durante las primeras semanas de la actual administración federal.
En junio de 2023, Infobae México dio a conocer datos oficiales con los que la Sedena reconoce que cuando sus elementos reciben una agresión —o argumentan que la reciben—, la posibilidad de que los atacantes sean detenidos o asesinados es casi la misma.