Durante esta semana, las autoridades del estado de Sonora, asolado por una ola de violencia ocasionada por los enfrentamientos entre las facciones del Cartel de Sinaloa tras el arresto de Ismael “Mayo” Zambada, advirtieron a las personas que se iba a disfrazar para celebrar Halloween y Día de Muertos que en sus caracterizaciones no hicieran “apología del delito”, o serían fuertemente sancionadas.
En derecho penal, el término apología del delito se define como la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan su autor.
Un claro ejemplo de esto podría ser la llamada Narcocultura, que desde series de tv, estética, disfraces, música (como corridos) y estilo de vida, suelen presumir esta manera de vivir y, a veces, hasta enaltecer la violencia que la rodea.
En México, la Apología del Delito está penado en el país, ya que en el Código Penal Federal, en el artículo 208 se señala que “Al que provoque públicamente a cometer un delito, o haga la apología de éste o de algún vicio, se le aplicarán de diez a ciento ochenta jornadas de trabajo en favor de la comunidad, si el delito no se ejecutare; en caso contrario se aplicará al provocador la sanción que le corresponda por su participación en el delito cometido”.
Además, en la propia Constitución, en el artículo sexto, que respalda la libertad de expresión, se señala que incitar a la violencia con simbolismos es potencialmente un acto delictivo, por lo que está penado.
”La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho a la información será garantizado por el Estado”. resalta dicho artículo.
Al respecto, en febrero de este año, la diputada priista Melissa Estefanía Vargas Camacho, propuso reformar el artículo 208 del Código Penal Federal, el artículo 2 de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y la fracción III del artículo 226 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, con el fin de aumentar las sanciones penales para esta conducta y considerarla dentro del catálogo de ilícitos de delincuencia organizada.
La propuesta establecía que “en caso de que la apología haga referencia a delitos cuya finalidad sea amenazar la vida de cualquier persona o grupo de personas se le aplicará de uno a tres años de prisión; si las expresiones de apología fueran en contra de algún servidor público, la pena podría incrementarse hasta cinco años de prisión”.
“México no va a cambiar la cultura de menosprecio de la ley, si no se acota la apología delincuencial promovida en series de televisión, música, videojuegos, donde ufanarse del uso de armas, tener dinero ilegal para comprar lo que se quiera, sea el ejemplo para niños y jóvenes”, precisó en su momento la diputada.