La Casa de la Tía Toña, todo sobre la leyenda oscura del sitio más embrujado de Chapultepec

Según la leyenda, el espíritu de “La Guardesa” ronda el lugar, generando inquietantes relatos de apariciones y demandas por parte del gobierno

La propiedad, que abarca más de 6,710 metros cuadrados, enfrentó su primera controversia legal en junio de 1992. (Twitter/@promocionCDMX)

La Casa de la Tía Toña, se ha convertido en un referente de las leyendas urbanas de la CDMX. Esta antigua residencia que está rodeada por la densa vegetación del Bosque de Chapultepec, es conocida como un lugar “embrujado” y ha sido objeto de múltiples versiones sobre una historia trágica.

Situada en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, esta antigua residencia ubicada en el número 199 de la calle Cumbre de Acultzingo, en la colonia Lomas Altas, es conocida por estar muy cerca del Colegio de Arquitectos.

A pesar de su estado de abandono y de la controversia legal que la rodea, sigue siendo un enigma que despierta tanto el interés de los amantes de lo paranormal como el de aquellos interesados en desentrañar los secretos de la historia urbana.

La ubicación exacta de la "Casa de la Tía Toña" es incierta y está sujeta a debate, ya que en la zona hay al menos tres inmuebles que podrían encajar con la descripción de esta residencia también llamada “La Guardesa”. (Captura Google Maps)

¿De qué trata la leyenda de la “Casa de la Tía Toña”?

Se dice que en una casa escondida en el Bosque de Chapultepec, vivía una viuda acaudalada, quien tras la muerte de su esposo heredó una gran fortuna. Sin hijos propios, la mujer decidió brindar albergue a varios niños de la calle, con la intención de ofrecerles un hogar seguro.

Sin embargo, la paz de la residencia se desmoronó rápidamente cuando los niños comenzaron a causar destrozos, eran irrespetuosos y no mostraban agradecimiento por la generosidad de su salvadora. La viuda, que pronto fue apodada “Tía Toña”, veía cada vez más su paciencia agotarse, especialmente al sorprenderlos robando dentro de su propia casa.

Según datos de la revista Muy interesante, una versión de la historia cuenta que, presa de la ira acumulada, golpeó a los niños hasta quitarles la vida y, para ocultar su crimen, arrojó sus cuerpos a un río cercano. Otra versión sugiere que la viuda, ya desesperada por la conducta de los menores, les preparó una comida envenenada.

En ambos casos, la historia termina con la mujer arrepentida y sumida en el dolor por lo que había hecho, encerrándose en una habitación de la casa para luego suicidarse. Desde entonces, se dice que su espíritu atormentado permanece en la propiedad, junto con las almas de los niños, en una especie de castigo eterno.

Los relatos de personas que cruzan los puentes de la barranca para adentrarse en el bosque aseguran escuchar voces de niños o sentir una presencia inquietante antes de llegar siquiera a la casa.

Algunos aseguran que el lugar emite una vibra espeluznante, mientras otros describen accidentes al intentar comprobar la leyenda, como el caso de dos jóvenes que en noviembre de 2009 cayeron a un barranco en la Tercera Sección del Bosque.

De acuerdo con los reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces, Distrito Federal (SSPDF), Daniela González Reyes de 16 y Jesús Agustín Pineda de 17 años, resbalaron dentro del barranco de más de 20 metros de profundidad, luego de que se adentran al bosque con un grupo de 12 estudiantes de la Vocacional Cuatro.

Otras historias apuntan a estudiantes que habrían perdido la vida intentando cruzar el puente hacia la casa. Sea cual sea la versión, quienes se atreven a acercarse al hogar de la Tía Toña afirman sentir el eco de lamentos y el peso de una tragedia que parece revivir una y otra vez.

Los dueños del inmueble solicitaron al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) que fuera declarado monumento artístico. (Twitter/@RodrigoDelgado)

¿Es real la leyenda?

Aunque la “Casa de la Tía Toña” es un sitio conocido entre los habitantes de la Ciudad de México, no existen documentos históricos ni testimonios que confirmen la veracidad de la leyenda.

Incluso la ubicación exacta de la casa es incierta y está sujeta a debate, ya que en la zona hay al menos tres inmuebles que podrían encajar con la descripción de esta residencia también llamada “La Guardesa”. Uno de ellos se encuentra en la calle Cumbres de Acultzingo, mientras que otros dos están situados en la barranca de Barrilaco, en Lomas de Chapultepec.

La propiedad, que abarca más de 6,710 metros cuadrados, enfrentó su primera controversia legal en junio de 1992. Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, como parte de los trabajos de remodelación del Bosque de Chapultepec, se ordenó la expropiación de varias parcelas bajo control privado.

El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, designó la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec como área natural protegida. En respuesta, los dueños de “La Guardesa” presentaron un amparo para evitar la demolición de la casa, argumentando que el inmueble estaba ubicado en una zona con valor ambiental.

¿Qué pasó con la “Casa de la Tía Toña”?

En diciembre de 2003, la casa se vio nuevamente amenazada. El ex presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien en ese momento era el jefe de Gobierno del Distrito Federal, emitió un decreto que designaba el Bosque de Chapultepec como un área de valor ambiental.

El documento, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, definía las Áreas de Valor Ambiental como espacios verdes que, aunque han sido alterados por actividades humanas, requieren ser restaurados y preservados.

Tras la publicación del decreto, la entonces secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal contra los propietarios de “La Guardesa”, acusándolos de haber invadido ilegalmente más de mil 700 metros cuadrados del Bosque.

El 18 de mayo de 2005, el Juzgado Décimo Tercero de Distrito en Materia Administrativa falló a favor de los dueños de “La Guardesa”. Sin embargo, tres años más tarde, el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard derogó el decreto de su predecesor, enfocándose específicamente en el inmueble ubicado en el número 199 de la calle Cumbre de Acultzingo.

La casa “embrujada” enfrentó ese mismo año otra demanda ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) del Distrito Federal, presentada por un individuo que acusó que la propiedad ocupaba de manera ilícita terrenos de la tercera sección de Chapultepec.

La Casa de la Tía Toña, se ha convertido en un referente de las leyendas urbanas del Bosque de Chapultepec en la CDMX.-(Galo Cañas/Cuartoscuro)

¿Quiénes son los dueños de “La Guardesa”?

Los numerosos amparos vinculados a la vivienda en la calle Cumbres de Acultzingo fueron gestionados por Manuel Reyero y María Estrella Rodríguez, reconocidos empresarios y coleccionistas de arte, según datos de Grupo Reforma.

Quienes se han especializado en reunir obras de artistas mexicanos, especialmente de Diego Rivera y Frida Kahlo. Uno de los cuadros más destacados de su colección es “Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos” de Frida Kahlo, exhibido en el Palacio de Bellas Artes y en el Museo de Arte de Filadelfia.

La colección de María y Manuel Reyero también incluye obras del Dr. Atl, Ángel Zárraga, David Alfaro Siqueiros y Carlos Mérida. Manuel Reyero, además de ser coleccionista, es arquitecto y autor de libros sobre historia del arte, destacándose su obra “Diego Rivera”, publicada en 1983.

Por su parte, María Estrella Rodríguez tuvo protagonismo en el jet set mexicano, siendo amiga cercana de María Félix y mantuvo una relación sentimental con el escritor Salvador Elizondo.

De casa “embrujada” a monumento artístico de la nación

Los dueños del inmueble solicitaron al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) que fuera declarado monumento artístico. Entre octubre de 2014 y abril de 2015, la Comisión Nacional de Zonas y Monumentos Artísticos (CNZMA) del INBAL evaluó si la propiedad cumplía con los requisitos necesarios para dicha declaración.

Sin embargo, el fallo fue rechazado, ya que según la comisión, el recinto no cumplió con las disposiciones del artículo 33 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Además, no poseía una tipología significativa ni estaba vinculada a una corriente artística definida, lo que llevó a una decisión unánime de no otorgarle la declaratoria.

Los propietarios de “La Guardesa” interpusieron un juicio de amparo. Tras tres años de litigio, la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa anuló la valoración del INBAL y ordenó que se reconociera la casa como monumento artístico.

Esta decisión judicial permitió que “La Casa de la Tía Toña” se convirtiera en el primer inmueble en recibir tal reconocimiento por determinación legal, en lugar de evaluaciones por parte de expertos. La sentencia del tribunal fue firmada por Miguel de Jesús Alvarado, ministro en funciones de presidente; Jorge Ojeda Velázquez como magistrado, y Francisco Nieto Chacón, secretario en funciones de magistrado.

En marzo de 2023, la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) publicó un anteproyecto que proponía declarar a “La Guardesa” como monumento artístico nacional. Sin embargo, unos meses después, fue enviado a la Secretaría de Cultura para una revisión técnica. Hasta ahora, no se ha finalizado ni emitido oficialmente la declaratoria para reconocer al inmueble como monumento artístico de la nación.