Esta es la poderosa semilla que era base en la alimentación maya y que usaban para tener energía

Además de brindar un sabor especial a los platillos este alimento tiene un gran valor nutricional

A pesar de su pequeño tamaño su consumo brinda importantes beneficios nutricionales (Imagen Ilustrativa Infobae).

Al igual que ocurre con otros pueblos prehispánicos, para los mayas la alimentación tenía un profundo valor no solo para evitar el hambre sino que los alimentos también tenían funciones específicas y significados.

Tal es el caso de un ingrediente que puede encontrarse en varios de sus platillos más importantes y que incluso ahora sigue formando parte fundamental de la cocina yucateca.

Nos referimos a la semilla de calabaza, también conocida en México como pepita, la cual se sabe que los mayas consumían por su alto valor nutricional y sus propiedades medicinales.

Para ellos, estas semillas representaban una fuente importante de proteína y grasas saludables, esenciales para su dieta. Además, al contener minerales como zinc y magnesio, contribuían a mantener la salud general y el bienestar de las comunidades mayas.

También se valoraban por sus propiedades antioxidantes, por su capacidad para apoyar el sistema inmunológico y como una excelente fuente de energía que incluían en sus platillos para poder realizar las arduas tareas que debían hacer durante el día.

Además de esto, las pepitas también solían ser usadas en remedios naturales que se elaboraban con ellas, debido a sus muchas propiedades medicinales.

Las semillas de calabaza era un alimento pilar dentro de la alimentación maya (Imagen Ilustrativa Infobae).

Estos son los beneficios a la salud de las semillas de calabaza

Las semillas de calabaza son una fuente rica en nutrientes beneficiosos para la salud.

  • Fuente de proteína vegetal: Contienen una alta cantidad de proteínas, fibra, y grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6, esenciales para la salud cardiovascular.
  • Ricas en antioxidantes: como la vitamina E y carotenoides, que ayudan a combatir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
  • Gran fuente de minerales: Entre estos destacan algunos como magnesio, zinc, y fósforo. El magnesio es fundamental para la función muscular y nerviosa, así como para mantener huesos saludables.
  • Favorece la cicatrización de heridas: El zinc que aporta su consumo es esencial para el sistema inmunológico y la cicatrización de heridas. Por su parte, el fósforo contribuye al mantenimiento de huesos y dientes fuertes, además de ayudar en el metabolismo energético.
  • Ayudan a combatir el insomnio: Otro beneficio destacado es su contenido en triptófano, un aminoácido que el cuerpo convierte en serotonina, ayudando a mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño. Además, su perfil nutritivo puede contribuir a la salud prostática y una buena función urinaria, especialmente en hombres.
Su consumo regular se asocia con menor prevalencia de enfermedades cardiacas (Imagen ilustrativa Infobae)

Estos son algunos platillos de la cocina de origen maya que llevan semillas de calabaza en su preparación

En la cocina maya, las semillas de calabaza son ingredientes importantes y se utilizan en varios platillos tradicionales, tales como:

  1. Sikil Pak: Una salsa o dip elaborado a base de semillas de calabaza tostadas y molidas, mezcladas con jitomate, chile habanero y cilantro. Se suele servir con tortillas o totopos.
  2. Pipian: Un guiso espeso que utiliza semillas de calabaza molidas como base para la salsa. Se combina con carne, generalmente de cerdo o pollo, y condimentos como achiote y chile.
  3. Tzotobilchay: También conocido como “brazo de reina”, es un tamal relleno de pepita molida y huevo duro, envuelto en hojas de chaya y cocido al vapor.
  4. Papadzules: Tacos hechos con tortillas de maíz rellenas de huevo cocido y bañadas en una salsa de pepita molida, acompañadas de una salsa de tomate.

Estos platos reflejan el uso ingenioso y nutritivo de las semillas de calabaza en la tradición culinaria maya.