Al estilo del exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón que se coludió con el Cártel de Sinaloa (Genaro García Luna), Omar García Harfuch, el encargado de la estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum para pacificar al país, presumió más de 800 detenciones de presuntos criminales vinculados a delitos de alto impacto.
Omar García Harfuch acudió a la conferencia de prensa de Claudia Sheinbaum para señalar que las tareas de “inteligencia e investigación” y la colaboración interinstitucional permitieron la detención de 824 personas; además del decomiso de 33 mil kilos de narcóticos y el aseguramiento de 834 armas de fuego.
“El objetivo es construir la paz y combatir la impunidad en nuestro país”: Omar García Harfuch.
El Secretario de Seguridad y Participación Ciudadana (SSPC) también destacó uno de los decomisos más grandes realizado en altamar por la Secretaría de Marina: más de 8 mil kilos de cocaína en las costas de Michoacán.
“Hace falta saber cuántos de los detenidos son en realidad criminales (que la Fiscalía General de la República) pueda sostener cargos en su contra”. Son palabras del periodista Jesús Lemus, quien incluyó en su libro El Licenciado uno de los pasajes más oscuros de la justicia mexicana.
En 2009 el gobierno de Felipe Calderón ordenó el arresto de 35 funcionarios de Michoacán por sus presuntos nexos con el crimen organizado: todos fueron liberados dos años más tarde, porque no se les pudo comprobar los cargos en su contra.
“Omar García Harfuch está siguiendo el guion que le dejó su padrino político (García Luna)”: Jesús Lemus
Entre los detenidos durante el primer mes de administración de Claudia Sheinbaum destaca la captura de Edwin Antonio “N”, alias El Max, presunto jefe de plaza de Los Chapito. Durante su detención fueron abatidos 19 presuntos criminales y 11 más detenidos.
Sobra recordar que en la gestión de Genaro García Luna se capturaron a capos de la talla de Jesús Reynaldo Zambada García, Vicente Zambada Niebla y Alfredo Beltrán Leyva, además de los asesinatos de Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel y Heriberto Lazcano (líder de Los Zetas). Ni las detenciones, ni las muertes de criminales pacificaron al país, sin embargo, Genaro García Luna presumía y presentaba a cada detenido en espectaculares ‘ruedas de prensa’.
‘Seguridad con bienestar’
Otra de las similitudes entre los dos encargados de la seguridad pública con Felipe Calderón y Claudia Sheinbaum está impregnada en las páginas del libro ‘Seguridad con Bienestar’ de García Luna y en el Proyecto de Nación para el ‘Segundo Piso de la Cuarta Transformación’.
Ya se escribió en este medio que ambos funcionarios públicos -con 12 años de distancia- apostaron por la atención a los delitos de alto impacto social; inteligencia e investigación para combatir la estructura criminal; atención a las causas y el despliegue de militares y fuerzas policiacas -aunque García Harfuch no cuenta con una policía federal- a los sitios con mayores índices de violencia.
“Diseñar programas sociales articulados con la estrategia de seguridad para atender las causad de la violencia”, se lee en la página 92 del libro de Genaro García Luna.
De ‘superpolicía’ a vincularse con el Cártel de Sinaloa
Pocos días antes de escuchar su sentencia de 38 años en prisión, Genaro García Luna apeló a sus vínculos y reconocimientos que dependencias internacionales -incluyendo estadounidenses- le entregaron mientras estuvo a cargo de la seguridad pública mexicana.
“Como parte de mi formación profesional tuve la oportunidad de ser adiestrado en los servicios de seguridad e inteligencia más reconocidos en mi país, Estados Unidos y Europa. Soy el mexicano con más reconocimientos y condecoraciones en estos países por el combate al terrorismo y narcotráfico”: Genaro García Luna, en su última carta antes de ser sentenciado a 38 años de prisión por vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Por su parte, a pesar de su larga trayectoria como policía, Omar García Harfuch comenzó a tener notoriedad cuando se le encargó la seguridad pública de la Ciudad de México, entonces bajo la administración de la ahora Presidenta.
Fue en ese cargo cuando se le comenzó a llamar “superpolicía”, incluso algunos de sus simpatizantes, de cara al proceso para elegir al candidato de Morena al gobierno capitalino, proyectaron la insignia de Batman con el #EsHarfuch, haciendo alusión al “combate al crimen” del hoy SSPC.
La historia del “superpolicía” o Batman -así como empezaron los señalamientos contra García Luna- tiene sus deudas pendientes y sus rumores sobre posibles vínculos con el crimen organizado:
- Se le menciona como el responsable de no desarmar a las policías municipales de Guerrero que participaron en la desaparición de los 43 normalistas; él estaba al mando de la Policía Federal en el estado y ya se le había informado de los vínculos que tenían los uniformados con criminales de Guerreros Unidos y Los Rojos.
- Se le señala de enviar a los líderes del Cártel de la Unión Tepito a otras cárceles del país para permitir el ingreso del Cártel de Sinaloa a la Ciudad de México (investigación incluida en El Cártel Chilango). Después vino el ataque del CJNG en su contra.
- Se le vincula con José ángel Rivera Zazueta, alias “El Flaco”, principal operador del Cártel de Sinaloa en la Ciudad de México (investigación incluida en el libro La Historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa)