A una semana de que Genero García Luna fue sentenciado a cumplir una condena de 38 años de prisión en Estados Unidos, la periodista Anabel Hernández finalmente rompió el silencio y relató cómo vivió la histórica audiencia de sentencia en contra del exsecretario de Seguridad Pública.
Fue en el episodio más reciente de su podcast semanal Narcosistema, titulado García Luna y el grupo de choque de Morena en NY, donde la comunicadora reveló su sentir respecto a la resolución del juez federal Brian M. Cogan, dictada el pasado 17 de octubre en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.
Explicó que, un día antes, tomó un vuelo desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para llegar a Brooklyn y estar presente en la audiencia.
“El 16 de octubre tomé el vuelo de las 11:00 de la noche de American Airlines de la CDMX (...). El avión aterrizó a las 6 am y tomé un taxi que me dejó en un parque público que está justo enfrente de la Corte. No me sorprendió ver a varios de mis colegas ya formados, algunos habían llegado desde las 4 de la mañana”, narró.
Tras varias horas de espera, Hernández accedió a la sala 10D de la Corte y tomó asiento en la primera fila del estrado que meses antes había sido utilizado por el jurado federal.
“Finalmente a las 4:30 de la tarde en punto, Genaro García Luna entró por una de las puertas custodiado por dos guardias y se sentó en el banquillo de los acusados. Luego de años de sobrevivir a atentados ordenados por García Luna, lo tenía justo frente a mí. Había llegado la hora de saldar cuentas”, recordó.
“Su rostro lucía deteriorado”: Hernández
De acuerdo con la comunicadora, experta en narcotráfico y seguridad, García Luna la miró en más de una ocasión durante la larga audiencia.
“Lo observé cuidadosamente. Cabeza plateada, más calvo que el año anterior, su rostro lucía profundamente deteriorado. Lucía más viejo que sus 56 años de edad y estaba visiblemente nervioso”, relató.
En su podcast, Hernández recordó información que fue hecha pública apenas unos minutos después de que la audiencia concluyera: el juez Cogan dirigió unas frías y duras palabras contra el acusado y lo sentenció a cumplir una condena de 38 años de prisión. Acto seguido, García Luna fue retirado de la sala sin poder despedirse de su familia.
“Salí a paso lento, satisfecha de mi trabajo. Estar ahí fue importante para mi trabajo periodístico, me fortaleció, me alentó a seguir adelante”.
Hernández también reveló que, en algún momento del juicio en contra del ex funcionario, la Fiscalía de Estados Unidos la buscó para que testificara. Sin embargo, ella decidió no hacerlo y mantener su papel de periodista.
“Estar ahí en la Corte de Nueva York, haber podido ver con mis propios ojos frente a frente a García Luna, fue un encuentro realmente duro. Y bueno, es una parte de mi vida y de mis logros periodísticos. Es el caso que más ha marcado mi vida y fue realmente muy especial el estar ahí”, agregó.
Por otra parte, señaló de “absurdo” el debate sobre si la condena fue justa o no.
“Me parece que los mexicanos tendríamos que estar preguntándonos por qué no fuimos capaces de exigir justicia en México”, aseveró.