Un asesinato que consternó a toda una comunidad y debería provocar alarma a nivel nacional. Después de la ejecución del padre Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la Diócesis de aquella región hace un llamado para que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum; Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, y a los presidentes municipales para lograr un alto total a la violencia.
Además, insistieron en que urge el desarme, desmantelamiento y desarticulación inmediata de los grupos criminales que imperan en las diferentes comunidades donde se disputan el control del territorio y que han despojado a cientos de pobladores derivado a las amenazas.
“Demandamos a los tres niveles de Gobierno un ¡ALTO TOTAL A LA VIOLENCIA! desbordada en nuestro estado, fruto de la impunidad, la complicidad, la corrupción, negación y minimización de los fatales hechos violentos que día con día viven nuestros pueblos, especialmente Chicomuselo, Frontera Comalapa, Pantelhó, así como la región de la Sierra y la Graylesca”, exigió la Iglesia en San Cristóbal de las Casas.
“Continuando con la demanda del urgente desarme, desmantelamiento y desarticulación inmediata de los grupos criminales que imperan en la entidad y sus redes aliadas nacionales e internacionales, interesadas en el despojo y control territorial”, pidió la comunidad.
En la misma carta enviada a los titulares de gobierno, la Diócesis exige el esclarecimiento de la ejecución de Marcelo Pérez, cuando salió en el Barrio de Cuxtitali, y que se haga justicia para encarcelar a los actores intelectuales y materiales de los hechos reportados el domingo 20 de octubre que consternó a toda la comunidad.
Por último, la Iglesia hizo un llamado para el cese a la criminalización y persecución sacerdotes, misioneros, misioneros, hermanos laicos y laicas, defensores y defensoras de Derechos Humanos, comprometidos por la paz con justicia y dignidad.
Sobre el asesinato, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que la Fiscalía General de la República (FGR) atrajo la investigación del caso. Hasta el momento, conocidos y compañeros del padre Marcelo Pérez se han posicionado sobre que su activismo incomodaba al poder y a los grupos del crimen organizado.