Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta el desafío de mantenerse como la abanderada número uno del obradorismo para evitar ser rebasada por el ala radical de la 4T, y al mismo tiempo, dar forma a su propio proyecto como la primera mujer presidenta de México, circunstancias que le demandarán tejer muy fino entre las distintas corrientes políticas y los sectores económicos, señala el escritor y analista Jorge Zepeda Patterson.
En entrevista con Infobae México, con motivo de la publicación de su libro Presidenta, la victoria de una mujer en un país de hombres, Zepeda Patterson apunta que después del ascenso de 65 presidentes hombres, la primera mujer al frente del Poder Ejecutivo se distingue por un perfil científico y, desde esa perspectiva única de liderazgo tratará de conducir al país.
“No podemos subestimar el sentido de que nunca habíamos tenido un presidente, una presidenta, con esta formación: ella tiene un doctorado en física. De sus 40 años de vida adulta, 26 de ellos los ha transcurrido como investigadora”, apunta el autor, quien en este libro hace un recorrido detallado por las distintas etapas de quien ahora rige en Palacio Nacional.
El analista prevé que tome entre dieciocho meses y dos años para que Sheinbaum alcance su madurez en el poder y con ello mostrar la forma más pura de su estilo de gobernar, sin embargo, en el camino se encuentra el proceso para la revocación de mandato y en esa delgada tabla, los ojos de los “puros” o “radicales” de Morena estarán pendientes de cualquier titubeo de la heredera del movimiento.
¿Qué espacio político tiene la Presidenta Claudia Sheinbaum para desplegar su propio proyecto?
“Es un proceso en el que a medida que un mandatario, en este caso mandataria, toma más confianza en ese tablero de mando, en esa cabina de piloto, se mostrará más natural de manera creciente. Toda llegada al poder es también transicional, es decir, mientras ella está viendo hacia adentro y hacia afuera las relaciones con los generales, con los líderes sindicales, con los legisladores, con los dueños del dinero, con los banqueros, los está conociendo, digamos, son sus contrapartes en términos de las esferas de poder de este país y solo en la medida en que ella vaya generando diálogos, se va a sentir con la seguridad de poder mostrarse en estado puro, por así decirlo”, expone Zepeda Patterson.
¿La Presidenta Claudia Sheinbaum podrá encarar la revocación de mandato con su propio proyecto, o por estrategia política le convendría mantenerse apegada a la 4T?
“Ella camina sobre una tabla muy delgada, sobre una viga muy estrecha, que es cómo mantener el apoyo de todo el movimiento obradorista, que es el que finalmente la lleva al poder. Cómo mantener ese apoyo, ese impulso, y al mismo tiempo introducir la ampliación y lo que haya que modificar respecto al sexenio anterior sin perder con esos cambios el apoyo el apoyo popular”.
El autor reconoce que ese es uno de los grandes desafíos que tiene la presidenta Sheinbaum, no obstante, las primeras semanas al mando permiten ver su determinación para ser ella quien ostente en todo momento la bandera como la primera obradorista, pues un 60% del electorado de la 4T se manifestó por la continuidad.
“Es el gran desafío que tiene Claudia y a mí me parece que las primeras dos semanas nos dan elementos para entender cómo quiere ella resolverlo, o cómo podría resolverlo, y es que ella se ha presentado como la primera obradorista para nunca ser rebasada por la izquierda. Entonces una y otra vez ha dejado en claro que ella es la defensora número uno delegado de López Obrador, y al mismo tiempo, sin que parezca en oposición a lo que hizo López Obrador, poco a poco va introduciendo sus ajustes, sus improntas”, destaca el autor.
Abunda que en el primer tramo de esta administración deberán reconocerse los méritos del gobierno del político tabasqueño, además de manejar las herencias y compromisos que recibió de su antecesor, sin embargo, al paso del tiempo muchos de ellos podrían diluirse en la medida que ella se apunte sus propios triunfos.
“Eventualmente esas herencias, esos compromisos, se van desapareciendo lentamente y luego a medida que transcurre el sexenio van a ir llegando ya los triunfos de gobernadores que fueron elegidos como candidatos dentro del sexenio de ella”, situación que le ayudará a Sheinbaum a desenvolverse con más confianza, explica Jorge Zepeda Patterson.
La relación de Sheinbaum con Morena y Andy López Beltrán
Sobre la designación de Andrés López Beltrán como secretario de organización de Morena, que despertó críticas entre los opositores de la 4T, el autor no ve necesariamente un factor en contra para la presidenta Sheinbaum, pues una buena relación con el hijo del líder y fundador del movimiento obradorista impedirá a los denominados “puros” desacreditar a la presidenta de la República en caso de que esta última llegue a tender puentes hacia el centro político.
¿Ve una competencia entre la Presidenta y los guardianes, o puros, de la 4T por quién toma la bandera del obradorismo?
“Me parece que para ella podría no es mala noticia la designación del hijo del presidente: Andrés, o “Andy”, López Beltrán como funcionario importante en Morena. Porque una buena relación, una alianza política con él, y si lo hace empático a los propios cambios de Sheinbaum, entonces tendrá la mejor de las defensas, en el sentido de que el hijo podría desautorizar cualquier tipo de críticas. Entonces creo que por ahí hay mucho de lo que podamos esperar en términos de estrategias políticas para la Presidenta”.
El apoyo popular con el que Sheinbaum llega al poder, junto con una mayoría constitucional y una influencia en el Poder Judicial, le otorgan una posición política fuerte, señala Zepeda. Pero estas cinrcunstancias también representan un reto, pues el control en las Cámaras del Congreso están en manos de los antiguos competidores por la candidatura presidencial de 2024.
El protagonismo de los coordinadores parlamentarios de Morena en la LXVI Legislatura ha derivado en algunos malos entendidos durante la aprobación de las reformas del Plan C, particularmente cuando se intentó introducir modificaciones en la reglamentación secundaria de la Reforma Judicial para establecer el derecho de veto sobre las candidaturas, cambios con los que Sheinbaum se mostró en desacuerdo, obligando a Morena a corregir sobre la marcha.
¿Ve usted a la presidenta con esa capacidad política para dar un golpe de autoridad y asumir el control de la agenda del proyecto morenista frente a quienes fueron sus rivales por la candidatura?
“Sí, sí, desde luego están ahí los rivales que ella tuvo en la lucha por la candidatura de Morena, es cierto, pero a mí me parece que las reglas del juego político mexicano están hechas para el ganador: lo toma todo. Es decir, el poder de la Presidencia no se comparte y esos son códigos genéticos que ya circulan en las venas de la clase política mexicana, el presidencialismo es fuerte y se nota como ella conduce esas mañaneras”, recalca.
“Es cierto que hay liderazgos en el Congreso que están fragmentado las operaciones políticas, pero nadie va a disputarle a la voluntad presidencial sus designios, eso me queda clarísimo y sí, yo la veo con la personalidad y el temperamento para poder imperar, digamos, por encima de todos estos intereses que desde luego pululan en el ambiente político mexicano”.
Con estas afirmaciones, Jorge Zepeda Patterson confirma el liderazgo y el carácter disciplinado que Claudia Sheinbaum ha mostrado desde su participación en el movimiento estudiantil de 1986 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El autor busca en este libro aportar al lector, a la ciudadanía, detalles de la vida común de Claudia Sheinbaum como madre, abuela, esposa, pero sobre todo, como una mujer que se abrió espacios en una cultura política dominada por los hombres.