El conocido comediante Kompa Yaso, falleció este 17 de octubre tras haber estado en coma inducido debido a un accidente cerebrovascular. La noticia fue confirmada después de que el comediante fuera encontrado inconsciente en su hogar el 11 de octubre, según relató su sobrina, Ximena Santamaría. La madre del humorista escuchó un fuerte golpe, lo que llevó a su traslado urgente al hospital.
La salud de Kompa Yaso había sido motivo de preocupación en los últimos años. En 2022, el comediante reveló que padecía insuficiencia renal, lo que lo llevó a necesitar un trasplante de riñón. Además, había estado sometido a tratamientos de hemodiálisis, que le causaron complicaciones adicionales como hipertensión. En febrero de este año, su estado de salud ya había requerido hospitalización, sin que se lograra una mejora significativa a pesar de los diversos tratamientos aplicados por los médicos.
Durante su hospitalización reciente, Kompa Yaso fue mantenido bajo sedación con dos medicamentos, según explicó su sobrina en una entrevista para De Primera Mano. El equipo médico estaba a la espera de poder retirar gradualmente los sedantes para observar su respuesta, pero lamentablemente, el desenlace fue fatal.
El comediante era una figura querida en el ámbito del entretenimiento, conocido por su humor y carisma. El nombre real de Kompa Yaso era Eleazar del Valle. Nació el 13 de abril de 1970. Durante su juventud estudió Actuación y Dirección en la Universidad Nacional Autónoma de México. Kompa Yaso colaboró en programas como Chisme No Like, La Ke Buena y otros.
¿Qué es el coma inducido?
El coma inducido es un estado médico de inconsciencia temporal que los médicos provocan intencionadamente mediante medicamentos, generalmente barbitúricos o anestésicos, para proteger el cerebro u otros órganos durante condiciones graves. Se utiliza principalmente en casos de traumatismo craneal severo, accidente cerebrovascular, o cuando se quiere reducir la presión intracraneal o el flujo sanguíneo cerebral.
En este estado, el paciente está inconsciente, no responde a estímulos y generalmente es necesario el uso de soporte vital, como ventiladores, para mantener las funciones corporales básicas. La reducción de la actividad cerebral y metabólica disminuye la necesidad de oxígeno y nutrientes, protegiendo así el cerebro de daños mayores.
El cuidado en un coma inducido requiere monitoreo constante de las funciones vitales y parámetros neurológicos. Los tiempos en coma varían dependiendo de la condición subyacente y la respuesta del paciente al tratamiento. La salida de este estado se realiza gradualmente y requiere observación para evaluar el pronóstico neurológico y detectar posibles complicaciones.
El uso del coma inducido es un procedimiento delicado y complejo, empleado únicamente bajo circunstancias controladas y por necesidad clínica apremiante.