En el complejo panorama del narcotráfico que se vive actualmente, con dos de las facciones del Cártel de Sinaloa enfrentadas como consecuencia de la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, un nombre emerge como pieza clave en la nueva alianza entre los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra La Mayiza: Alejandro López Guzmán, primo de Los Chapitos y operador de alto rango en la organización cuya figura era desconocida hasta ahora.
El brote de violencia que azota a Sinaloa se desató tras la traición que Ismael Zambada, de 76 años, atribuye a los hijos de su antiguo aliado. Según el capo, fue Joaquín Guzmán López quien lo secuestró y lo entregó a las autoridades estadounidenses, lo que derivó en su detención el 25 de julio.
Este hecho fue el detonante de una guerra entre Los Chapitos y la facción liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, hijo de El Mayo, que comenzó el pasado 9 de septiembre.
En este contexto de enfrentamientos al interior del Cártel de Sinaloa, Alejandro López Guzmán ha jugado un papel fundamental en la reciente alianza formada por la facción de los herederos de El Chapo y el cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, que han unido fuerzas para derrotar a la facción de los Zambada.
De acuerdo con información revelada por Illicit Investigations, esta colaboración se selló en una reunión celebrada en un rancho en Pachecos, Nayarit, donde Alejandro representó a sus primos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, mientras que por parte del CJNG acudió un sujeto identificado como el H8, un emisario de Audías Flores Silva, alias El Jardinero, mano derecha de El Mencho.
La alianza se consolidó bajo la promesa de unir recursos y fuerzas para expulsar a La Mayiza de Zacatecas, Nayarit y Chiapas, territorios clave para el CJNG. En paralelo, Los Chapitos buscan fortalecer su control en Sinaloa, Durango, Sonora y Chihuahua.
El pacto, que incluye el intercambio de hombres, armas, dinero y territorios, marca un cambio radical en la dinámica del narcotráfico mexicano, con antiguos rivales uniéndose frente a un enemigo común.
Tras la captura del cofundador del Cártel de Sinaloa, la Mayiza empezó a tomar la delantera en la guerra y lanzó ataques contra los herederos de El Chapo, lo que obligó a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo a buscar una solución drástica. Fue entonces cuando surgió la idea de negociar con El Mencho.
Antes de concretar la alianza, El Mencho exigió una muestra de buena fe a Los Chapitos. Uno de los hermanos debía trasladarse a Jalisco y permanecer bajo la custodia del CJNG. Así, Jesús Alfredo Guzmán ha estado viviendo en una propiedad de El Mencho durante varias semanas como garantía del compromiso de la facción de Los Chapitos en esta colaboración.
Una de las muestras de que ya inició la alianza es la aparición de una manta en Zacatecas firmada por el CJNG, en donde culpa a La Mayiza de estar detrás de delitos de extorsión y robo contra la ciudadanía. Esto exactamente fue lo que los Zambada también hicieron con Los Chapitos, pero en Sinaloa.
El papel de Alejandro López Guzmán en la alianza con el CJNG es clave en el conflicto que enfrenta a Los Chapitos con La Mayiza.
¿Quién es Alejandro López Guzmán?
Alejandro López Guzmán, de 28 años, es hijo de un medio hermano de Griselda López Pérez, madre de Ovidio y Joaquín Guzmán López, lo que lo convierte en primo de los principales líderes de Los Chapitos. A pesar de su corta edad, Alejandro ha forjado una sólida carrera en el narcotráfico, ganándose la plena confianza de Iván Archivaldo, quien le ha delegado la gestión de importantes operaciones dentro y fuera de México.
Alejandro López es responsable de supervisar laboratorios de fentanilo en Mérida y Puebla, controlar envíos de cocaína desde Sudamérica y manejar el flujo de dinero de la organización en Estados Unidos mediante inversiones en criptomonedas, la venta de autos exóticos y casas de empeño en Miami y Los Ángeles, según Ilicit Investigations, una red integrada por periodistas galardonados que cubren crimen organizado.
Además, este personaje ha logrado moverse entre ambos países sin levantar sospechas, aprovechando su doble nacionalidad mexicano-estadounidense.
Alejandro López Guzmán ha demostrado una notable capacidad para operar a gran escala dentro del mundo del narcotráfico. En México, su equipo de seguridad, las Fuerzas Especiales Werito, liderado por El Polaco, un exmercenario de Blackwater, gestiona la recepción de cargamentos de droga provenientes de Sudamérica.
Además, su grupo armado Los Parces, compuesto por exmilitares colombianos, se encarga de proteger los laboratorios de fentanilo y transportar la droga hacia la frontera norte.
López Guzmán ha extendido su influencia más allá de las fronteras mexicanas, logrando moverse con facilidad en ciudades como Los Ángeles, Miami y Dubái, consolidándose como una figura prominente en el narcotráfico internacional.
En un contexto de traiciones y alianzas fluctuantes, Alejandro López Guzmán no sólo se ha ganado un lugar en la estructura de Los Chapitos, sino que también ha sido instrumental en la creación de la alianza con el CJNG, que redefinirá el mapa del narcotráfico en México.