El 15 de febrero de 2015 un grupo de sicarios emboscó a un sujeto en el estacionamiento del restaurante Cayenna, ubicado al norte de Culiacán, Sinaloa. El cuerpo de la víctima, agredida con armas cortas y largas, quedó al interior de un vehículo Nissan Tiida color plata, con placas DRZ-1308 del estado de Chiapas. Posteriormente, se supo que el occiso era Francisco Aceves Urías, mejor conocido como ‘Barbarino’, un compadre de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Testimonios de Vicente Zambada Niebla, alias ‘Vicentillo’, retomados por Anabel Hernández en su libro El traidor señalan que ‘Barbarino’ era un amigo de la infancia de Guzmán Loera y albergó el reencuentro de Ismael ‘El Mayo’ Zambada con ‘El Chapo’ tras la fuga de prisión de este último, en 2001.
En un rancho de su propiedad en Villas del Carbón, Estado de México, Aceves Urías recibió al ‘Chapo’ y al ‘Mayo’ para que sellaran su alianza y colaboraran como iguales en la jefatura del Cártel de Sinaloa.
Con el paso de los años, ‘Barbarino’ se convirtió en pistolero del grupo criminal, pero al sentirse protegido por sus compadres, los máximos jefes del cártel, comenzó a cometer robos y extorsiones contra la población civil de Culiacán.
“‘El Mayo’ mandó llamar a Dámaso López Núñez, quien era su mensajero con el ‘Chapo’. Necesitaba decirle que ‘Barbarino’ se estaba portando realmente mal, que andaba por ahí robando y abusando de la gente”, puede leerse en el libro de la periodista.
Francisco Aceves no sólo mantenía una relación cercana con ‘El Chapo’, sino que también era amigo de ‘Vicentillo’ y ‘El Mayo’ Zambada. No obstante, este último no toleró sus comportamientos y, según la información incluida en el texto, ordenó su muerte.
“Tenía que poner fin a sus abusos”, expone Hernández en El Traidor. Presuntamente, antes de proceder con la ejecución, ‘El Mayo’ le habría preguntado al ‘Chapo’ —que ya había sido arrestado por segunda ocasión en ese entonces— si estaba de acuerdo. “Cualquier cosa que el ‘Mayo’ haga, está bien”, fue la supuesta respuesta de Guzmán Loera.
Aquel 15 de febrero de 2015, ‘Barbarino’ no iba acompañado del grupo de escoltas que solía protegerlo durante sus traslados. Llegó al restaurante junto con su familia. Ellos entraron primero y él se quedó afuera para estacionar el automóvil.
Versiones de familiares cercanos difundidas por Ríodoce señalan que, para ese momento, Aceves llevaba tiempo tratando de distanciarse de la vida delictiva. Sin embargo, se presume que al momento de su asesinato estaba en posesión de una pistola y cinco cargadores abastecidos.