Más allá de consultar el pronóstico del clima para saber qué vestir o si cargar o no con un paraguas, el reporte meteorológico es un instrumento que se ha vuelto fundamental para diversos sectores como el del transporte (por cielo, mar y tierra), la agricultura, el turismo, la prevención de desastres, la salud pública y hasta para llevar a cabo operaciones militares.
Pero si de por sí predecir el estado del tiempo podría resultar complejo a ello se le suma otra variante: el calentamiento global, que ha hecho aún más urgente la necesidad de mantenerse al tanto para poder actuar y adoptar políticas públicas que reduzcan los riesgos de desastres como alertas sobre inundaciones, sequías, olas gélidas, un mal aterrizaje y otros fenómenos relacionados.
En este contexto, aquí el reporte meteorológico para las próximas horas en Mérida este viernes:
La probabilidad de lluvia para este viernes en Mérida es de 2% durante el día y del 8% a lo largo de la noche.
En tanto, la nubosidad será del 22% en el transcurso del día y del 2% en el curso de la noche.
En cuanto a la temperatura se prevé un máximo de 32 grados y un mínimo de 21 grados en esta región. Los rayos UV se espera llegarán a un nivel de hasta 8.
Mientras que las ráfagas de viento alcanzarán los 26 kilómetros por hora en el día y los 20 kilómetros por hora por la noche.
Cuál es el clima en Mérida
Mérida y en general la península de Yucatán, se caracteriza por tener un temporal cálido subhúmedo con lluvias durante el verano. La temperatura promedio en dicha región es de 26.6 grados.
Esta zona de Yucatán también posee una temporada larga de lluvias, que va del mes de mayo hasta enero, aunque también puede haber precipitaciones en los meses secos, sin embargo, éstas no duran más allá de una hora y no son un impedimento para hacer actividades en las playas.
La época más calurosa es de abril a agosto, cuando el termómetro sube hasta los 40 grados, mientras que de septiembre a enero son comunes los vientos que nublan y refrescan la ciudad.
Dónde está el mejor clima de México
México es un país beneficiado, pues su ubicación geográfica (su salida al mar Caribe, al océano Pacífico y la división que le hace el Trópico de Cáncer) lo convierte en una región megadiversa, siendo hogar de al menos el 12% de las especies del mundo, siendo 12 mil de ellas endémicas.
Aunque el Trópico de Cáncer parte al país en dos zonas climáticas –una templada y otra tropical– lo cierto es que la altitud, latitud y la distribución de tierra y agua hacen que en el territorio nacional se identifiquen hasta siete tipos de clima: cálido subhúmedo, seco, semiseco, seco desértico, cálido húmedo, templado subhúmedo, templado húmedo y frío.
En este panorama, no es de extrañar que en las partes altas de Chihuahua el termómetro alcance los -30 grados de temperatura, mientras que en el desierto de Mexicali, igual al norte del país, ascienda hasta registrar 50 grados centígrados.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la temperatura promedio anual del país es de 19 grados, sin embargo, hay ciudades como Mexicali, Culiacán, Ciudad Juárez, Hermosillo, Torreón, Saltillo y Monterrey en donde las temperaturas son excesivamente altas.
Como prueba de ello está San Luis Río Colorado, una ciudad ubicada en Sonora y que se encuentra en los límites del Gran Desierto de Altar de Baja California y el estado de Arizona y que es bien conocida por poseer el récord de la temperatura más alta registrada en el país, luego de que el 6 de julio de 1966 el termómetro subió hasta marcar los 58.5 grados centígrados.
En contraste, la temperatura más baja registrada en la historia fue la del 27 de diciembre de 1997, cuando el termómetro descendió hasta marcar -25 grados en el municipio chihuahuense de Madero.
Sin embargo, esta variedad de climas se han visto afectados en los últimos años por el calentamiento global y expertos prevén un futuro desalentador para el país con una reducción considerable de aguas pluviales anuales y un aumento considerable de las temperaturas.
Los estragos ya han comenzado a reflejarse con afectaciones a los agricultores y ganaderos debido a las sequías o las severas inundaciones, mientras que en las épocas de calor se ha visto un aumento en el número de contingencias ambientales en las principales urbes, como es el caso de la Ciudad de México.