Este es el platillo poblano considerado por expertos como el más rico del mundo

La gastronomía mexicana es un mosaico de sabores y tradiciones que se extiende por toda la República Mexicana, con cada estado aportando sus propios platillos únicos. Esta diversidad culinaria es una de las razones por las que la UNESCO ha reconocido a la cocina mexicana como Patrimonio de la Humanidad. La riqueza de esta gastronomía no solo reside en su sabor, sino también en la variedad de ingredientes y técnicas que varían de una región a otra.

Puebla es uno de los estados de México con más riqueza culinaria representado en el tradicional mole, el pipián, las cemitas y un montón de dulces típicos. Pero hay un platillo que resalta por encima de los demás, al menos según Taste Atlas, la enciclopedia gastronómica que reúne las opiniones de expertos internacionales.

Se trata del pollo encacahuatado, platillo al que Taste Atlas le da 4.5 estrellas de 5 y lo describe así: “El pollo encacahuatado es un platillo mexicano que se cree que se originó en Puebla. Consiste en trozos de pollo que se cocinan en una deliciosa salsa de cacahuate hecha con manteca, tomate, cebolla, ajo, maní, chiles, canela y caldo de pollo. La carne se cuece lentamente a fuego lento en la salsa hasta que todos los sabores estén bien combinados”

Y añade: “Cuando esté listo, el plato generalmente se sirve en tazones poco profundos y se acompaña de tortillas calientes o arroz y frijoles”.

• Mole poblano: Este platillo es una de las especialidades culinarias más conocidas de Puebla. Se trata de una salsa compleja que combina una variedad de chiles, especias, frutas secas, chocolate y otros ingredientes. Tradicionalmente servido sobre carne de guajolote o pollo, el mole poblano es un símbolo de la gastronomía mexicana por su sabor profundo y aroma característico.
  
• Chiles en nogada: Considerados un ícono de la cocina poblana, los chiles en nogada son chiles poblanos rellenos de un picadillo que mezcla carne, frutas y especias. Se bañan con una salsa de nuez cremosa y se adornan con granada y perejil, representando los colores de la bandera mexicana. Este platillo es especialmente popular durante las fiestas patrias.
  
• Cemitas: Estas tortas tradicionales se distinguen por su pan de textura crujiente, cubierto con ajonjolí. Las cemitas se rellenan con ingredientes como carne, generalmente milanesa o pierna, junto con aguacate, queso Oaxaca o panela, chipotle y la peculiar hierba papaloquelite, todo lo cual contribuye a su sabor único.
  
• Pipián: Platillo que destaca por su salsa a base de semillas de calabaza molidas, a menudo combinada con chiles y especias. El pipián puede acompañar carne de pollo o cerdo, aportando un sabor distintivo que combina elementos prehispánicos con influencias coloniales.
  
• Chalupas: Son pequeñas tortillas fritas hasta quedar crujientes, cubiertas con salsa roja o verde, cebolla y carne deshebrada, generalmente pollo o res. Son ideales como antojito y suelen servirse en fiestas y eventos especiales.
  
• Molotes: Estos son similares a las empanadas, con una masa de maíz rellena de ingredientes como puré de papa, tinga de pollo o chorizo, y posteriormente frita hasta alcanzar una textura crujiente. Son un antojito popular en las calles de Puebla.
  
• Dulces típicos:
  Camotes: Dulces elaborados principalmente con batata, azúcar y diferentes saborizantes como vainilla o piña. Son una golosina tradicional y representativa de la región.
  Tortitas de Santa Clara: Galletas de origen conventual, cubiertas con un glaseado de pepita de calabaza. Su textura y sabor distintivo las convierten en un regalo delicioso para quienes visitan Puebla.

La riqueza de la cocina poblana refleja su legado cultural e histórico, haciendo de Puebla un destino esencial para los amantes de la gastronomía tradicional mexicana.