Quién es el dueño de Gruma, la compañía acusada por la Cofece de “dominar” el mercado de harina de maíz en México

Hace uno días, la empresa comercial Gruma fue tema de controversia por ser sujeto de algunas acusaciones por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), en las cuales se exponía por dominar el mercado de harina de maíz nixtamalizada, lo que origina una cierta irregularidad en la competencia.

Al colocarse como la mayor empresa mayoritaria de este recurso, la dependencia estableció que no existen condiciones de competencia, a causa de ello, la Cofece estableció algunas medidas correctivas para Gruma. Pero, ¿Quién se encuentra bajo la dirección de esta empresa? Aquí te decimos todo lo que debes de saber.

En México, la producción del maíz juegan un papel fundamental en el consumo de los pobladores, es por ello que estas empresas toman cierta relevancia en algunos Estados de la República, ante ello, la compañía de Gruma se coloca como una de las empresas más importantes y reconocidas en el país por el esparcimiento de sus alimentos con base en este grano.

Con una trayectoria de 75 años en el mercado nacional/internacional, Gruma -anteriormente conocida como Maseca- ha estado bajo el cargo de múltiples empresarios, resultando a Juan Antonio González Moreno, como el más actual de esta época.

Gonzáles Moreno es pariente directo del fundador de la compañía, pues es hijo del fallecido: Roberto González Barrera, quien consolidó la compañía hasta sus últimos días. Tras su deceso en 2012, su descendiente fue nombrado como presidente del Consejo de Administración y CEO de Gruma.

Además de otorgar a la familia González Moreno un total del 51.42 por ciento del capital social y las acciones en circulación de la empresa que produce Maseca. Ante la interrogante, aquí te presentamos un poco de la trayectoria de Juan Antonio González Moreno.

El heredero del fallecido creador de Gruma, González Moreno se ha destacado por impulsar el desarrollo de la compañía, con 67 años de carrera le precede una ardua trayectoria, además de ser egresado de la licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad de Monterrey, cuenta también con una maestría en Administración de Negocios en la Universidad de San Diego.

En su dirección por Gruma, ha logrado la obtención de múltiples reconocimientos por la producción y mercado de la compañía, tales como:

• En 2013, recibió el reconocimiento como Empresario del Año, otorgado por la Asociación de Empresarios Mexicanos.
• En 2010 se le otorgó el Premio Leed Oro del gobierno estadounidense a la compañía.
• En 2011 se le otorgó el reconocimiento a la ‘Mejor Práctica de Responsabilidad Empresarial’, extendida por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI).
• La distinción como ‘Mejor Compañía para Trabajar’, otorgada por la consultoría gerencial Great Place to Work.
• Además de recibir el distintivo de ‘Empresa Socialmente Responsable (ESR)’ debido a su gestión responsable, ética, amigable con el medio ambiente y la comunidad.

Desde el año 1949, la compañía opera en Estados Unidos, México, Centroamérica, Europa, Asia y Oceanía, además cuenta con un aproximado de 24 mil 700 empleados y 75 plantas.

Respecto a la controversia señalada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), se informó que debido al gran dominio de Gruma, no existen condiciones de competencia en el mercado de harina de maíz nixtamalizada, es por ello que la compañía mantiene una ventaja significativa frente a todos los competidores en el país.

Tal acción le permite establecer precios elevados sin que otras empresas puedan hacerle competencia, además se mencionó que la compañía estaría involucrada en implementar estrategias especificas para dificultar los cambios de proveedor para los tortilleros.

Como medidas correctivas, la Cofece estableció que es relevante que la empresa ponga en marcha algunas de las siguientes soluciones:

1. Vender cinco plantas de las 18 plantas de producción que tiene en México, así como toda la flota de distribución y fuerza de ventas de dichas plantas.
2. Y eliminar las estrategias diseñadas para evitar que las tortillerías cambien de proveedor, con el fin de garantizar la libre competencia.

Tales iniciativas fomentarían incentivos para que Gruma baje sus precios, incremente su innovación o mejore sus productos para competir.