La ola de violencia que se vive en Sinaloa tiene su origen -según versiones de la mayoría de los especialistas en temas de seguridad- en la presunta traición de Los Chapitos que derivó en la detención de Ismael El Mayo Zambada en un aeropuerto privado de Estados Unidos; aunque la captura del exlíder del Cártel de Sinaloa ocurrió el pasado 25 de julio, el estallido de la confrontación entre su hijo (Mayito Flaco) e Iván Archivaldo Guzmán Salazar (El Chapito), ocurrió hasta el 9 de septiembre.
Desde ese momento ya transcurrió un mes completo, en el que se contabilizan 180 homicidios dolosos y 19 bajas durante enfrentamientos entre presuntos criminales y elementos de las fuerzas de seguridad, según información de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Sinaloa y dependencias de seguridad federales.
A pesar de esta escalada de violencia, la presidenta Claudia Sheinbaum no incluyó a la entidad -aunque sí envió a Omar García Harfuch a Culiacán- entre sus objetivos prioritarios; lo que sí hizo fue resaltar que Guanajuato es el estado más violento del país.
Durante una de sus conferencias de prensa, el gabinete de seguridad federal presentó una gráfica con la cantidad de víctimas de homicidios dolosos entre enero y septiembre de 2024. La lista la encabezan Guanajuato (2 mil 276), Baja California (mil 779), Estado de México (mil 768), Chihuahua (mil 495), Jalisco (mil 415), Guerrero (mil 273) y Nuevo León (mil 249), como las siete entidades más violentas. Sinaloa ocupa el puesto 19.
Antes y después de la guerra en Sinaloa
Si tomamos en cuenta sólo los homicidios dolosos cometidos en el mes de septiembre, la gráfica de entidades más violentas cambia de manera drástica y Sinaloa es catapultado 12 lugares a la cima.
Guanajuato encabeza la lista con 282 personas asesinadas, seguido por Estado de México (209), Nuevo León (151), Baja California (147), Chihuahua (143), Jalisco (139) y Sinaloa -ocupando el lugar de Guerrero- (125).
En entrevista para Infobae México, María Isabel Cruz Bernal, líder del colectivo de Sabuesos Guerreras de Culiacán, aseguró que antes del estallido de la guerra entre Los Chapitos y El Mayito Flaco tampoco vivían en completa tranquilidad:
“Tampoco vivíamos con tanto miedo. Se peleaban, era lo normal, pero a las afueras, por allá en los ranchos, dónde no afectaban a nadie. Eso les pedimos ahora, que se vayan a pelear a los cerros, donde no hay nadie a quién meterle miedo”.
El colectivo resalta que además de los homicidios cometidos en Sinaloa desde el 9 de septiembre, se tiene que poner atención a las 278 denuncias por personas desaparecidas entre agosto y septiembre, pues -afirman- que este delito se disparó después de la detención del Mayo Zambada.