El Efecto de aversión a la pérdida: ¿Cómo nos afecta en el mercado financiero?

Si alguna vez has sentido pánico cuando el mercado cae un 2%, o has dudado en vender una acción perdedora porque “podría recuperarse”, probablemente has sido víctima de un sesgo cognitivo

Mtra. Mayte Alcelay Arcelus. Directora de la Licenciatura de Administración y Finanzas, Facultad de Empresariales, Universidad Panamericana

Cuando se trata de nuestras inversiones, solemos decirnos: “Soy racional, me guío por los números”. Pero, ¿qué tan cierto es eso? Si alguna vez has sentido pánico cuando el mercado cae un 2%, o has dudado en vender una acción perdedora porque “podría recuperarse”, probablemente has sido víctima de un sesgo cognitivo.

¿Qué es la aversión a la pérdida?

La aversión a la pérdida es un sesgo cognitivo que nos lleva a sentir el dolor de perder dinero de forma mucho más intensa que la satisfacción de ganar. En otras palabras, perder 100 dólares nos duele más de lo que nos alegra ganar 100 dólares. Este sesgo tiene raíces evolutivas: nuestros antepasados estaban más enfocados en evitar riesgos que pudieran ser fatales, lo que les ayudó a sobrevivir. Sin embargo, en el mundo de las finanzas, este instinto puede hacernos tomar decisiones irracionales.

Este concepto fue estudiado por Daniel Kahneman y Amos Tversky, quienes recibieron el premio Nobel de Economía (Kahneman en 2002) por sus investigaciones en psicología económica. En su famosa Teoría de la Prospectiva, demostraron que los individuos sienten el dolor de una pérdida 2.5 veces más que el placer de una ganancia equivalente.

Esto es crucial porque, en el mundo de las inversiones, puede llevar a conductas contraproducentes, como no vender acciones perdedoras por la esperanza de que se recuperen. El estudio del comportamiento inversor reveló que más del 50% de los inversionistas individuales tienden a vender sus acciones ganadoras demasiado pronto y mantener las perdedoras por miedo a asumir una pérdida, lo que reduce sus retornos totales.

¿Cómo afecta esto al mercado actual?

Un gran ejemplo de este fenómeno está ocurriendo justo ahora, en el contexto de la incertidumbre económica global, las tensiones comerciales y los movimientos de las tasas de interés. Tomemos el caso de los inversionistas en acciones tecnológicas. El año 2023 vio una recuperación en muchas acciones tecnológicas después de la caída significativa en 2022, cuando las subidas de tasas por parte de la Reserva Federal desinflaron el “boom” de las empresas tecnológicas.

Sin embargo, a pesar de la recuperación, muchos inversionistas todavía están en modo “pánico”, vendiendo en cuanto ven una pequeña caída en sus carteras. Según un estudio reciente de Bloomberg, a finales de septiembre de 2024, se observó que el volumen de ventas en las principales acciones tecnológicas (como Amazon, Meta y Tesla) aumentaba de forma considerable cada vez que el mercado bajaba un 1% o 2%. Esto no se explica por los fundamentos de estas empresas (que, de hecho, siguen mostrando buenos resultados), sino por el miedo de los inversionistas a sufrir otra gran pérdida, como las de 2022.

(Imagen Ilustrativa Infobae)

Un caso concreto: las acciones de Tesla

Un ejemplo particularmente ilustrativo de este sesgo es Tesla. Las acciones de Tesla subieron más del 100% entre enero y julio de 2023, pero esa volatilidad también trajo consigo fuertes correcciones. A pesar de la enorme recuperación, cada vez que las acciones caían ligeramente, muchos inversionistas optaban por vender de inmediato, aun cuando los análisis fundamentales indicaban que Tesla seguía siendo una compañía robusta y con proyecciones favorables a largo plazo.

En este caso, los inversionistas que vendieron impulsivamente sus acciones por miedo a perder un poco más en el corto plazo no solo consolidaron esas pérdidas, sino que se perdieron de las ganancias a largo plazo.

El ciclo de venta por miedo

Este comportamiento provoca un ciclo vicioso en el mercado. Los inversionistas venden porque ven pequeñas caídas, lo que hace que los precios bajen aún más, lo que a su vez provoca más ventas. Es un efecto bola de nieve impulsado por la aversión a la pérdida.

(Imagen Ilustrativa Infobae)

Según datos de la plataforma de análisis financiero Finbox, el volumen de ventas de las acciones tecnológicas más populares aumenta casi un 30% en promedio en días de baja de entre 1% y 2%, incluso cuando los fundamentos de esas compañías no han cambiado.

Para evitar caer en esta trampa emocional, toma en cuenta los siguientes consejos:

1. Reconocimiento y Aceptación:

  • Identifica el problema: Reconoce que la aversión a las pérdidas está influyendo en tus decisiones financieras.
  • Acepta la incertidumbre: Entiende que las inversiones conllevan riesgos y que las pérdidas son parte inevitable del proceso.
  • Cambia el enfoque: En lugar de centrarte en evitar las pérdidas, enfócate en maximizar las ganancias a largo plazo.

2. Educación Financiera:

  • Aprende sobre inversiones: Investiga diferentes tipos de inversiones, sus riesgos y recompensas.
  • Comprende los mercados: Mantente informado sobre los factores que afectan a los mercados financieros.
  • Desarrolla un plan de inversión: Crea un plan que se ajuste a tus objetivos financieros y tolerancia al riesgo.
Una persona se siente abrumada y estresada mientras revisa sus cuentas, reflejando la presión de enfrentar problemas financieros. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

3. Desarrollo de una Mentalidad de Inversionista:

  • Adopta una perspectiva a largo plazo: No te dejes llevar por las fluctuaciones a corto plazo del mercado.
  • Diversifica tu cartera: Reduce el riesgo distribuyendo tus inversiones en diferentes activos.
  • Practica la paciencia: Evita tomar decisiones impulsivas basadas en el miedo o la codicia.

4. Creación de un “Manual de Salida”:

  • Define tus objetivos: ¿Qué quieres lograr con tus inversiones?
  • Establece umbrales de tolerancia: Determina los niveles de pérdida que estarías dispuesto a aceptar antes de realizar cambios en tu cartera.
  • Crea un plan de acción: Define qué acciones tomarás si el mercado se vuelve adverso o si una inversión específica no cumple con tus expectativas.

Ejemplo de plan de acción:

  • Si una inversión pierde un X% de su valor:

o Reevaluar la inversión y buscar información actualizada.

o Considerar si la tesis de inversión sigue siendo válida.

o Si la respuesta es negativa, vender la inversión.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Si el mercado en general experimenta una caída significativa:

o Mantener la calma y evitar tomar decisiones impulsivas.

o Revisar la asignación de activos y realizar rebalanceos si es necesario.

o Considerar oportunidades de compra a precios bajos.

5. Herramientas y Recursos:

  • Utiliza simuladores de inversión: Practica la toma de decisiones en diferentes escenarios de mercado.
  • Busca asesoramiento profesional: Un asesor financiero puede ayudarte a desarrollar una estrategia personalizada.
  • Únete a grupos de inversión: Intercambia ideas y aprende de otros inversores.
Un hombre concentrado con expresión pensativa, rodeado de billetes y una calculadora sobre la mesa. Está elaborando una estrategia financiera para maximizar sus ingresos. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

6. Estrategias Adicionales:

  • Visualización: Imagina escenarios positivos y negativos para prepararte mentalmente.
  • Mindfulness: Practica técnicas de relajación para reducir el estrés y tomar decisiones más racionales.
  • Diario de inversión: Registra tus decisiones y sus resultados para aprender de tus errores.

Conclusión

El miedo a la pérdida es un fenómeno completamente natural, pero dejar que dicte nuestras decisiones financieras puede ser desastroso. Al entender cómo la aversión a la pérdida nos afecta y al implementar un plan claro, podemos estar mejor preparados para enfrentar los desafíos del mercado y tomar decisiones más sólidas. Así que la próxima vez que veas una pequeña caída en tu portafolio, respira hondo y recuerda: a veces, lo mejor que puedes hacer es no hacer nada.

SEMBLANZA:

* Mtra. Mayte Alcelay Arcelus. Directora de la Licenciatura de Administración y Finanzas, Facultad de Empresariales, Universidad Panamericana.

Es académica y profesional del sector financiero. Con una Maestría en Dirección Internacional y una Licenciatura en Contaduría por el ITAM, ha trabajado en instituciones como Banamex, Accival y Más Fondos especializándose en análisis bursátil, finanzas corporativas y productos derivados.

Actualmente, es Directora de la Licenciatura en Administración y Finanzas en la Universidad Panamericana, donde impulsa la formación de futuros líderes financieros.

Temas de expertise: Finanzas, finanzas personales, finanzas conductuales, contabilidad, impuestos, inversiones, mercados financieros, fondos de inversión, criptomonedas.