Apenas en su segundo día como presidenta, Claudia Sheinbaum recibió su primera narcomanta; el mensaje, firmado por La Chapiza CDS (Cártel de Sinaloa) incluía los rostros de José Luis y Alejandro Cabrera Sarabia, presuntos financiadores del Mayito Flaco (Ismael Zambada Sicairos) en la guerra contra Los Chapitos.
En la narcomanta le indican a Claudia Sheinbaum que los dos líderes de los Cabrera Sarabia -histórica familia aliada al Cártel de Sinaloa y cercana a Ismael El Mayo Zambada- son los principales responsables de la violencia en los estados de Zacatecas y Durango, creadores del Grupo Flechas, cobradores de extorsiones a minas, aserraderos, prostíbulos, camiones de carga y constructoras, delitos que -afirman- ahora pretenden imponer en Mazatlán y Culiacán, ciudades bajo el control de Los Chapitos.
La presidenta no respondió la alusión que apareció esta mañana en un puente de las avenidas México 68 y Álvaro Obregón, en el centro de la ciudad de Culiacán; sin embargo, un día antes apuntó que Sinaloa no figuraba entre los estados con más homicidios dolosos y que esperarían un análisis para “opinar del caso Sinaloa”.
“Bienvenidos a Culiacán”
El 28 de septiembre, tres días antes de tomar protesta como la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum acompañó al expresidente Andrés Manuel López Obrador a una visita al municipio de Rosario, al sur de Sinaloa.
La estancia de los dos líderes de la llamada Cuarta Transformación se debió a la inauguración de la presa Santa María, pero quedó eclipsada por un mensaje inscrito a tinta negra en la carrocería de una camioneta que escondía seis cuerpos en su interior.
Varias teorías surgieron respecto a quién estaba dirigido el mensaje. Una de ellas apuntaba a la visita de AMLO y Claudia Sheinbaum a Sinaloa -aunque no llegaron a Culiacán-; otra apuntaba a la presunta llegada de pistoleros aliados del Mayito Flaco a la ciudad. Entre los cuerpos lograron identificar a Ricardo Sicairos Chaidez y Antonio Sicairos Heredia, originarios de Canelas, Durango.
Testigos del Mayo Zambada
El tercer mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum durante la guerra entre Chapitos y Mayiza se produjo -según la periodista Anabel Hernández- el pasado 30 de septiembre. No hubo narcomanta, ni tinta negra en una camioneta; hubo balas que acabaron con la vida de Faustino Hernández, político, líder ganadero, compadre del Mayo Zambada y alguien que podría hablar de sus vínculos con el narcotráfico.
“Faustino Hernández estuvo presente, fue uno de los testigos, cuando El Mayo Zambada decidió apoyar económicamente a la campaña de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la República”: Anabel Hernández.
La periodista, experta en temas de narcotráfico y estudiosa por años del Cártel de Sinaloa, ubicó a Faustino Hernández como uno de los principales operadores económicos del Mayo Zambada, con un puesto estratégico en la Unión Ganadera Regional de Sinaloa: “Fue él quien proveyó directamente el dinero para que se entregara a Claudia Sheinbaum”.
Anabel Hernández recalca que el asesinato de Faustino Hernández fue un duro golpe a la facción del Mayo Zambada (ahora comandada por El Mayito Flaco); agrega que se trató del segundo homicidio con tintes políticos vinculado a la detención del exlíder del Cártel de Sinaloa, toda vez que Héctor Melesio Cuén Ojeda murió el mismo 25 de julio, justo en el momento en el que empezó a denunciar a Rubén Rocha Moya de recibir dinero del crimen organizado.
Los crímenes de ambos políticos tienen como contexto el prefacio del juicio al Mayo Zambada: “Llama la atención que cuando los abogados del Mayo Zambada están planeando si colaboran o no con Estados Unidos, les debe estar preocupando que en Sinaloa están matando testigos clave que podrían corroborar sus dichos ante un jurado”. Falta saber quién firmó este mensaje.