La Psicología detrás de los zapatos rojos, ¿Qué dicen sobre tu personalidad?

En algunas culturas, el rojo es asociado a la buena suerte y la prosperidad, especialmente en celebraciones como el Año Nuevo Chino

La psicología detrás del color rojo puede mostrar agresividad y amor. (Pexels)

En el Mago de Oz hay una escena en la que Dorothy junta sus zapatos rojos y susurra “No hay lugar como el hogar”. La historia detrás de los famosos tacones que utilizó la actriz Judy Garland es desconocida, pero se convirtió para el cine en un símbolo de esperanza, fantasía y sobre todo de belleza femenina.

Los zapatos rojos han tenido una presencia significativa y llamativa en la moda a lo largo de la historia. En el libro Tacones altos: lecciones prácticas (2019) la periodista, Summer Brennan menciona que el color rojo tiene una serie de tabúes asociados a la mujer y en algunas culturas se asocia con el fuego, los demonios y el pecado.

Es común en eventos especiales ver a las mujeres vestir de color rojo, ya sea en el maquillaje, accesorios, en la ropa o en los zapatos. Inconscientemente, los colores forman parte de nuestra personalidad y nos ayudan a comunicarnos a través de ellos.

Debido a su relación con la sangre, el calor, la violencia y el dolor, se evita en lugares de silencio como bibliotecas u hospitales

Qué significa utilizar zapatos rojos según psicología

La psicología del color rojo se centra en cómo este color influye en las emociones y comportamientos humanos. El rojo es uno de los colores más intensos que provoca diversas respuestas que pueden variar según el contexto en el que se encuentre.

Por ejemplo, en escenarios deportivos este color resulta intimidante para los competidores, ya que también es asociado con lo agresivo, lo dominante y lo extrovertido. Según un artículo “¿Cómo influye el color rojo en el deporte?” del equipo de fútbol La Meca de Rivas, las sensaciones asociadas con este color pueden ser positivas o negativas, el color de los uniformes, estadios y campo influye en el sentimiento de pertenencia de los jugadores y de la afición.

Los zapatos rojos se asocian con diversas connotaciones y simbolismos, tanto en la moda como en la cultura. Marcas de lujo como Christian Louboutin han popularizado los zapatos de suela roja, convirtiéndolo un símbolo de lujo y de poder adquisitivo.

En la cultura china, especialmente en festividades importantes como Año Nuevo, el rojo es un color asociado con la buena fortuna, el éxito y la alegría, por lo que de color rojo pueden formar parte de la vestimenta y decoración festiva.

Según explica el portal Psicología y Mente, el color rojo es uno de los colores con mayor simbolismo y expresión a nivel psicológico y religioso. Las personas que prefieren el color rojo suelen ser extrovertidas, independientes y autónomas.

Las sensaciones asociadas con este color dentro del deporte pueden ser positivas o negativas. El color de los uniformes, estadios y campo influye en el sentimiento de pertenencia de los jugadores y de la afición.

Por qué no vestir de color rojo

Una de las principales connotaciones negativas que tiene este color es que puede crear una impresión equivocada si se utiliza en ciertos espacios que requieran discreción o formalidad.

Por ejemplo, debido a su relación con la sangre, el calor, la violencia y el dolor, se evita en lugares de silencio como bibliotecas u hospitales, ya que el uso excesivo del color puede generar rechazo cuando se busca paz o tranquilidad dentro de un espacio.

Además, el rojo es un color fuerte que no siempre es fácil de combinar con otros colores y estilos. Esto puede limitar las opciones de vestimenta y hacer que sea más complicado crear un atuendo que luzca armonioso. En algunos casos puede resultar fatigante para la vista si se utiliza en exceso, sobre todo en ambientes de estudio.

Vestir de color rojo puede expresar cercanía, dinamismo y distinción. Elegir este color puede mostrarnos como personas seguras y motivadas; sin embargo, puede ser contraproducente si lo utilizamos en entrevistas de trabajo o reuniones empresariales ya que también está asociado con el descontrol, el poco compromiso y a la poca capacidad de reflexión.