Científicos mexicanos desarrollan una variedad de arándano que se adapta al cambio climático

Científicos mexicanos buscan desarrollar una variedad de arándanos que se adapte a los climas de las regiones mexicanas, reduciendo así la necesidad de condiciones climáticas frías que el fruto requiere para su crecimiento. Las variedades provenientes de otros países, con ambientes distintos al de México, frecuentemente no logran adaptarse adecuadamente.

Crear variedades dentro y para el país es una prioridad para los investigadores, quienes consideran que tendrán una ventaja adaptativa frente a las variedades seleccionadas en otros lugares, según J. Lucina Romero, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Sinaloa (CIIDIR Sinaloa), del Instituto Politécnico Nacional, quien está enfocada en el mejoramiento genético de especies frutales, específicamente cítricos y arándanos.

Este avance promete no solo mejorar la producción de esta fruta, sino también ofrecer una solución sostenible frente a las variaciones climáticas que afectan a los cultivos tradicionales.

Existen muchas técnicas biotecnológicas para modificar un fruto, la que utilizan los científicos mexicanos se llama poliploidización.

Un organismo poliploide es aquel cuyo genoma contiene más de dos juegos completos de cromosomas. Por ejemplo, los seres humanos somos organismos diploides, ya que las mujeres producen óvulos haploides y los hombres producen espermatozoides haploides, los cuales al unirse forman un nuevo organismo diploide.

“Muchas de las plantas que hoy día consumimos de manera natural y espontánea han tenido procesos de poliploidización, por lo que este fenómeno, ese incremento en sus cromosomas ha sido una vía muy importante de evolución y de generación de especies vegetales”, menciona en una conferencia Lucina Romero.

La científica explica que la poliploidización puede ser inducida artificialmente a través de tratamientos físicos o químicos. En el laboratorio han utilizado procesos químicos para el desarrollo de nuevas variedades utilizando la colchicina, sustancia que inhibe la etapa de la metafase durante el ciclo celular a nivel mitosis.

“La metafase es el mecanismo de acción que tiene y por ello permite incrementar el contenido genético en los segregantes que se generan”, explica. Esta sustancia puede utilizarse para poliploidizar plantas jóvenes, raíces o cualquier parte de una planta.

Lucina Romero enumera varios beneficios de la poliploidización en plantas, destacando su importancia para la agricultura. Uno de los principales beneficios es la generación de plantas enanas. Romero explica que muchos frutales son muy altos, lo que dificulta el trabajo de las personas que se encargan de su cultivo y recolección. La poliploidización permite obtener plantas de menor altura, facilitando así su manejo.

Otro beneficio destacado es el incremento del número de frutos, hojas y plantas. Este proceso también brinda una mayor tolerancia al estrés abiótico, como el aumento de temperaturas, lo que es crucial en el contexto del cambio climático.

Además, la poliploidización puede incrementar el contenido de metabolitos secundarios, resultando en la generación de frutos sin semillas. Este fenómeno, observado también en otras frutas como el plátano, la sandía y el kiwi, mejora la calidad y la comercialización de los productos.

Este proceso intensifica el color de los frutos y puede alterar el tiempo de floración, permitiendo que los frutos maduren antes y puedan comercializarse de manera más eficiente.

El 80% de las variedades de arándano que se usan están protegidas, Esto quiere decir que para utilizarlas, el comprador debe pagar un royalty, o regalía, que va de los 0.20 a los 0.75 centavos de dólar por planta.

“Multipliquen eso por las 8 a 10 mil plantas que de manera intensiva en sistemas hidropónicos se pueden poner en una hectárea y luego multiplicar por las miles de hectáreas que hay en méxico. Ese es un tema muy relevante. Las patentes se otorgan por aproximadamente 18 años” advierte la científica.

Además del tema económico, se encuentra el volúmen de arándanos que se produce en tierra azteca, este se cultiva en estados como Jalisco, Michoacán, Baja California y Sinaloa.

Este último estado produjo 9 mil toneladas en la temporada de 2021 a 2022. El 97% de la producción de este fruto es movilizado y consumido por Estados Unidos.

El arándano que se cosecha en México se exporta a 34 países, siendo Sinaloa el Municipio más fuerte en la producción de este fruto. “Somos el 3er lugar de producción, generamos aproximadamente 9 mil 130 toneladas, las cuales las logramos a partir de mil 400 hectáreas que se encuentran establecidas en diferentes municipios de nuestro estado”, agrega.

Dado que México es un país destacado en la exportación de arándano, podría generar mayores ganancias si se cultiva una variedad mejor adaptada a sus condiciones climáticas, reduciendo el margen de error y eliminando la necesidad de pagar royalties por las semillas importadas.

Intentamos contactar a la doctora Lucina Romero para obtener más información sobre el desarrollo de esta nueva variedad de arándano, así como detalles sobre el proceso de investigación, los desafíos enfrentados y los beneficios específicos para los agricultores y el mercado. Sin embargo, no obtuvimos respuesta de la científica.