Hábitos que ayudan a convertirte en un estudiante altamente efectivo

Aprender a organizarse efectivamente, aceptar los cambios de la adultez y permitir que otros les ayuden son algunos de estos hábitos que garantizan estudiantes exitosos

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Estos hábitos pueden ayudar a un estudiante a alcanzar todo su potencial (Imagen Ilustrativa Infobae)
Estos hábitos pueden ayudar a un estudiante a alcanzar todo su potencial (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchos estudiantes buscan mejorar su rendimiento académico y alcanzar sus metas personales y profesionales. En este contexto, la identificación y adopción de hábitos efectivos puede marcar una diferencia significativa en sus trayectorias.

Estos hábitos no están enfocados en técnicas sobre el estudio en sí, sino en prácticas que moldean un estilo de vida saludable, garantizando un equilibrio en todas las áreas de su vida, incluida la académica.

Al adoptar estos hábitos, los estudiantes pueden no solo mejorar sus calificaciones, sino también desarrollar habilidades que les permitirán enfrentar desafíos diarios con mayor resiliencia y eficiencia.

Hábitos para un alumno de 10

Estos hábitos ayudarán a los estudiantes en su vida, no sólo en el ámbito académico (Shutterstock España)
Estos hábitos ayudarán a los estudiantes en su vida, no sólo en el ámbito académico (Shutterstock España)

Estos hábitos fueron descubiertos por Thomas Frank, youtuber con título en Sistemas de Información Gerencial de la Universidad Estatal de Iowa, además de ser autor del libro 10 pasos para tener asombrosas calificaciones (mientras estudias menos).

“Estos ocho hábitos son únicos y vienen desde mis propias observaciones de estudiantes exitosos, además de las prácticas que he intentado incorporar a mi propia vida”, menciona Thomas Frank en su página College Info Geek.

Piensan proactivamente en el futuro

“Como estudiante, tienes muchos dragones vivos con los que lidiar en todos los frentes: planes de carrera, relaciones, situación de vida, recados, etc. ¡Eso es mucho de lo que debes estar atento!”, declara el autor.

Para evitar que las cosas te tomen por sorpresa, es fundamental desarrollar una mentalidad con visión de futuro. Para comenzar, es importante incorporar estructuras en tus rutinas diarias que te recuerden pensar a largo plazo, como la creación de recordatorios en calendarios o dedicar un tiempo semanal para planificar.

También pueden ser útiles recordatorios más pequeños, como notas adhesivas. Aplicar esta metodología en diversas áreas te ayuda a manejar asuntos académicos y personales de manera proactiva.

Se mueven con valentía hacia la edad adulta

El autor enfatiza que más que un cambio radical en la personalidad de un estudiante, es aceptar los desafíos que conlleva la edad adulta poco a poco.

“Mucha gente intenta postergar estos desafíos tanto como puede, lo que los lleva a no estar preparados para enfrentarlos cuando realmente importan”, menciona.

Algunas de estas responsabilidades pueden ir desde aprender a cocinar y planchar una camisa hasta lidiar con las finanzas y declarar impuestos.

Buscan y encuentran soluciones

Es común que muchos estudiantes que se encuentran frente a un problema se dan por vencido una vez que encuentran dificultades. Un estudiante exitoso va más allá de este momento de crisis.

Frank propone una alternativa en caso de no poder encontrar solución a un problema: la regla de 15 minutos. Una vez que una persona se encuentra con alguna dificultad debe adoptar soluciones durante 15 minutos y anotar todo lo que se le ocurre.

Si el problema no se soluciona en ese lapso de tiempo la persona pide ayuda y explica detalladamente lo que ha hecho. “Esta regla ayuda al empleado a lograr un equilibrio: aprende a ser independiente y a resolver las cosas por sí mismo, pero no pierde mucho tiempo si está realmente estancado”, comenta Thomas.

La importancia de las relaciones personales

Los estudiantes exitosos hacen espacio y tiempo para cultivar amistad con los demás (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los estudiantes exitosos hacen espacio y tiempo para cultivar amistad con los demás (Imagen Ilustrativa Infobae)

Trabajar activamente en la construcción de relaciones con profesoras, alumnos y otros miembros de la escuela puede ayudar a crear una red de personas de diferentes edades.

Esto puede ser beneficioso, ya que habrá personas que puedan darte recomendaciones sobre trabajos, becas e incluso oportunidades académicas.

Aprenden fuera de clase

Ampliar tu red de conocimiento no sólo te permitirá cultivarte en distintas áreas, sino que hará que sea una persona más creativa. Además es posible que adquieras habilidades y conocimientos que te abran las puertas en el campo laboral.

Están atentos a las oportunidades

Cuando un joven está estudiando hay muchas oportunidades a su alrededor de las que en ocasiones no se entera. Por ello, es importante estar al pendiente de los tableros de anuncios en la escuela.

También es fundamental seguir a las instituciones o departamentos universitarios en las redes sociales, además de profesores y grupos universitarios de los que formas parte.

Se mantienen física y mentalmente en forma

Mantener una buena salud física es fundamental para un equilibrio saludable (Freepik)
Mantener una buena salud física es fundamental para un equilibrio saludable (Freepik)

En ocasiones se cree que los estudiantes deben poner todo su esfuerzo en estudiar y buscar oportunidades. En ocasiones esto se considera más importante que mantener una buena salud cuidando la alimentación, ejercicio y sueño, lo que puede provocar agotamiento mental, depresión o ansiedad.

“Lo que cuenta no es sólo el tiempo que dedicas, sino también la concentración que eres capaz de reunir durante ese tiempo, que depende de tu salud física y mental”, declara.

Además, es importante que los estudiantes exitosos también piden ayuda cuando lo necesitan, lidiar con depresión o ansiedad no es cosa menor, no hay nada de malo en pedir ayuda profesional.

Se atreven a hacer las cosas

El autor menciona que las personas normalmente se sienten abrumadas al aprender nuevas habilidades, pues muchos sienten que primero deben ser capaces de hacer algo, luego desear hacerlo y, finalmente, llevarlo a cabo.

“Pero cuando piensas de esta manera, nunca llegas a hacer eso, porque, en primer lugar, ¡nunca adquiriste las habilidades para hacerlo!”, comenta Thomas.

Una vez que el estudiante comienza a hacer las cosas sin necesidad de sentir que debe ser un experto para comenzar, descubrirá que realmente puede hacerlo, lo que lo llevará a querer hacerlo, lo que lo animará a hacerlo en el futuro y perfeccionar sus habilidades.

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