La mañana de este sábado 14 de septiembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMO), encabezo un evento en Chiapas acompañado de diversos miembros de su gabinete y de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo a quien le cederá el cargo el 1 de octubre. Si bien se trata de los últimos eventos del morenista, este día confirmó que su retiro de la vida pública y política está relacionado con su salud.
A un día de encabezar su último Grito de Independencia en la Ciudad de México y delante de los presentes, quienes en su mayoría son simpatizantes de la denominada Carta Transformación, el fundador de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) volvió a destacar su felicidad porque sea la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México la que se encargue de dar continuidad a su proyecto, por lo que resaltó que se trataba de una buena noticia pues se mantendrá el trabajo en favor del pueblo.
Dado que esta postura le valió una gran cantidad de aplausos, el presidente aprovechó para recordar que ahora será la doctora Sheinbaum Pardo la que vele por la población pues él acabando su sexenio se mudará a Palenque donde vivirá alejado, tanto de la vida política como pública.
Cabe destacar que este plan ya lo había dado a conocer desde hace semanas, incluso llamó la atención que su esposa, la senadora Beatriz Gutiérrez Müller no se mudará con él ya que entre sus planes está el de quedarse en la capital para no descuidar su trabajo, como investigadora y académica.
“Fueron 50 años de lucha, dale y dale por todo el país; no es para presumir, sino nada más para que se tenga la idea, soy el mexicano, el único que conoce todos los municipios de México, si encuentran a alguien por ahí que diga que los conoce... a ver, conozco los 124 municipios de Chiapas y conozco hasta los 570 de Oaxaca y algunos los he visitado más de una vez entonces ya es bastante trabajo”, dijo el presidente.
López Obrador había mencionado que, al estar en Chiapas, se enfocaría en escribir un nuevo libro; si embargo, no será lo único que lo orille a mudarse al sureste, sino que también será con el fin de cuidar de su salud, en especial luego de haber sobrevivido a un infarto.
“Estoy aflojado en terracería y, está bien el motor, pero ya la carrocería ya no anda bien, ya cierro el ciclo, sobre todo tengo un problema de una enfermedad cardiaca, porque me dio un infarto, pero ya no puedo forzar más mi pobre corazón que me ha ayudado mucho”, destacó.
Así fue el infarto que afrontó el presidente
López Obrador comunicó el domingo 23 de abril del 2023 que contrajo COVID-19 por tercera vez desde el inicio de la pandemia. Este anuncio generó una serie de rumores respecto a su estado de salud, incluyendo reportes de que había sufrido un paro cardiaco. Un diario local de Yucatán, donde AMLO se encontraba al momento del contagio, indicó que el presidente sufrió un desmayo asociado a dicho paro cardiorrespiratorio.
Tras estos eventos, el tabasqueño canceló su gira por el sureste del país y retornó a la Ciudad de México para aislarse y recuperarse. El presidente aclaró su situación mediante un mensaje en Twitter, desmintiendo así las primeras declaraciones de su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, quien había asegurado que AMLO continuaría con su agenda en el sureste, lo cual resultó no ser cierto minutos después cuando el propio presidente confirmó su vuelta a la capital.
Ramírez Cuevas, quien acompañaba a Claudia Sheinbaum Pardo, entonces jefa de Gobierno de la CDMX, en una gira por Tamaulipas, fue contactado por diversos medios de comunicación para dar detalles sobre el estado de salud del presidente. Durante estos intercambios, afirmó que el presidente se encontraba bien, declaraciones que fueron contrastadas posteriormente con el comunicado de López Obrador en Twitter.
Con todos estos eventos, se recordó que en diciembre del 2013 el morenista sufrió un infarto en la Ciudad de México, un evento que describió como tan doloroso que lo llevó a resignarse a la idea de morir.
El incidente marcó un antes y un después en su vida personal y profesional. Años más tarde, el propio presidente compartió públicamente la intensidad de esa experiencia, resaltando la gravedad del dolor experimentado durante ese momento y su resignación ante la posibilidad de no superarlo.
“Afortunadamente se abrió un poco la arteria por esa intervención a tiempo, y ya llegó el cardiólogo, el especialista y ya me intervinieron, me hicieron cateterismo y me salvaron”, recordó López Obrador en aquella ocasión.