La serie de Netflix “Accidente” ha despertado gran interés y preocupación entre los espectadores al retratar un evento inesperado y trágico por un descuido: un inflable que es arrastrado violentamente por el viento en medio de una fiesta infantil y causa la muerte de tres niños y la desaparición de otro.
Además de convertirse en una de las producciones más vistas en la plataforma, esta serie ha generado un debate sobre la seguridad de estas atracciones en eventos al aire libre y la vulnerabilidad ante condiciones meteorológicas adversas.
Estas estructuras son una atracción común en fiestas infantiles por su capacidad para proporcionar horas de diversión. Sin embargo, como ilustra de manera estremecedora la serie, también pueden transformarse en un peligro potencial si no se toman las precauciones necesarias.
¿Qué tan peligrosos son los inflables?
Aunque en México no hay datos precisos sobre el número de accidentes relacionados, existen casos aislados que han llamado la atención. Uno de ellos ocurrió en San Luis Potosí en 2017, cuando un fuerte viento movió varios inflables con niños adentro, resultando en una menor gravemente herida.
Sin embargo, en Estados Unidos estos accidentes que fueron registrados por una una investigación realizada por científicos de las universidades de Georgia y Texas, titulada “Wind Related Bounce House Incidents in Meteorological, Regulatory, and Outreach Contexts” (Incidentes de casas inflables relacionados con el viento en contextos meteorológicos, normativos y de divulgación).
Esta documenta 132 incidentes globales entre 2000 y 2021, resultando en al menos 479 lesiones y 28 muertes. La mayoría de estos accidentes ocurrieron durante la temporada cálida, cuando el viento puede arrastrar, volcar o hacer volar estas estructuras.
Los incidentes suceden cuando el viento arrastra, vuelca o hace volar las casas inflables. Las condiciones meteorológicas más comunes que contribuyen a estos accidentes son los frentes fríos, los remolinos de polvo y los vientos relacionados con tormentas eléctricas.
En Estados Unidos, las regulaciones sobre la seguridad de estas atracciones varían significativamente de una entidad a otra. Algunos estados no tienen normas específicas, mientras que otros siguen las directrices de la American Society for Testing and Materials (ASTM), que estipulan los límites de velocidad del viento y requieren la presencia de una persona capacitada en meteorología.
El estudio indica que muchos incidentes ocurrieron con velocidades del viento inferiores a los límites establecidos, señalando la necesidad de una mayor vigilancia por parte de proveedores y compradores.
Dentro de los 85 incidentes ocurridos en todo el mundo, el estudio encontró que el 22% se produjeron cuando las velocidades del viento (tanto sostenido como ráfagas) estaban entre 0 y 15 millas por hora, esto equivale a un rango entre 0 y 24 kilómetros por hora, el umbral más bajo establecido por ASTM F 2374.
El 33% de los incidentes se produjeron con velocidades del viento entre 0 y 20 millas por hora, de cero a 32 kilómetros por hora.
El 51% de los incidentes ocurrieron cuando las velocidades del viento eran de 0 a 25 millas por hora, un promedio de cero a 40 kilómetros por hora.
En Estados Unidos, donde se analizaron 61 eventos, el 20% de los incidentes ocurrieron cuando las velocidades eran de 0 a 15 millas por hora (0 y 24 km/h) 31 por ciento sucedió cuando la velocidad era de 0 a 20 millas por hora (32 km/h).
El 8 de septiembre, el Servicio Meteorológico Nacional reportó que la masa de aire frío asociada al sistema frontal genera un evento de “Norte” con rachas de viento de 80 a 100 kilómetros por hora. Además, se registraron rachas de 60 a 80 km/h en las costas de Tabasco y de 50 a 70 km/h en Oaxaca, en el Istmo de Tehuantepec.
Estas velocidades de viento superan el promedio en incidentes anteriores con ráfagas de 0 a 20 kilómetros por hora, el mínimo registrado para provocar accidentes relacionados con juegos inflables.
“La conexión a tierra inadecuada se menciona en múltiples informes de los medios de comunicación de los incidentes, y también podría ser culpable. No obstante, estos porcentajes hacen temer que incluso las directrices más estrictas disponibles para el uso de casetas hinchables, aunque se interpreten son necesarias pero no suficientes para evitar incidentes”, menciona el reporte.
Recomendaciones para evitar estos accidentes
El estudio de la institución estadounidense cuenta con una página web donde tiene una tabla de incidentes actualizada periódicamente, además de recomendaciones para evitar lesiones.
Fijarse en el clima
Antes de alquilar o montar un castillo hinchable, es importante comprobar el pronóstico del tiempo para ver si hay viento o mal tiempo en el día. Se debe estar atento a las alertas de viento emitidas por los Sistemas Meteorológicos de las regiones.
“Si se produce una ráfaga repentina de viento o condiciones meteorológicas adversas, evacúe rápidamente el castillo hinchable y siga los procedimientos de desinflado adecuados”, menciona el sitio.
Instala el inflable correctamente
Elige un lugar libre de piedras, grava y otros residuos. Si el lugar tiene estos objetos punzantes, coloca una lona.
Ancla el castillo hinchable alrededor del borde inferior del dispositivo fijando estacas con clips o cuerdas. Si no se pueden utilizar estacas, debe utilizar un método alternativo, como sacos de arena.
Conecta el ventilador al castillo hinchable. Comprueba todas las tomas de corriente y enciende el ventilador. Observa cuidadosamente cómo se infla el castillo hinchable y comprueba que está bien inflado.
Un adulto siempre debe estar vigilando
Pueden producirse ráfagas de viento repentinas o condiciones meteorológicas adversas, por lo que es importante que un adulto siempre permanezca cerca del castillo hinchable. Asegúrese de que el adulto vigila a los niños, al tiempo que se asegura de que siguen las directrices indicadas en el castillo hinchable.