Este domingo 8 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, junto a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, supervisó las obras de la Zona Arqueológica de Ichkabal, la cual da muestra de la grandeza de la cultura maya en el estado.
En la que fue una de sus últimas visitas al sureste mexicano, el mandatario mexicano recordó que el rescate de la región fue uno de sus principales compromisos de campaña y que, afortunadamente logró cumplir, gracias a la recuperación de sitios históricos, pero sobre todo, por la creación del Tren Maya, que conecta a todas las entidades y permite conocerlas en todo su esplendor.
Luego recordó que, de hecho, es el sureste el lugar que eligió para vivir su retiro una vez que deje la Presidencia. Y confesó que tiene un estado favorito, Chiapas, de donde provenía la camisa que portaba hoy con orgullo pero además, porque alberga a Palenque, donde está la casa en la que pasará el resto de sus días.
“Yo tengo mis preferencias en el sureste, no se oculta, miren qué camisa traigo, de Chiapas. Dirían allá en Chiapas que ‘anda galán el presidente’. Ya se sabe que soy del sureste y que había que darle atención a los estados del sureste que estaban en el abandono, crecía el norte, crecía el centro y el sur-sureste, en el abandono, y llegó el tiempo del sureste y también el tiempo, la hora de Quintana Roo, y de manera especial, del sur de Quintana Roo”, mencionó el mandatario.
Deja un consejo de vida antes de regresar a al ciudad
El presidente ofreció un emotivo discurso sobre los padres de la patria, aprovechando que se acerca un aniversario más de la Independencia de México y recordó que en 200 años de República, hasta ahora es que una mujer podrá ser presidenta, Claudia Sheinbaum. Dijo que este histórico momento es de júbilo y lo deja contento de miras a su jubilación.
Y aprovechó para dar un mensaje que bien podrían los mexicanos aplicar en todos los aspectos de su vida:
“No hay nada más bello que el amor al prójimo. No hay que olvidar que la felicidad no es acumular bienes materiales, no es acumular dinero, como ambiciosos que roban y se hacen grandes con la corrupción y riqueza mal habida. Se vuelven locos con el dinero, con carros último modelo y casas, mansiones, pero desatienden a su familia, a sus hijos, a ellos mismos, tienen problemas porque corren los carros modernos a toda velocidad, porque chocan, son desgracias familiares, todo por lo material, el dinero.
Eso es como lo de las drogas, pueden llenar el vacío y el desamor, pero transitoriamente, luego, en vez de felicidad se vuelven lamentablemente infelices, porque eso no produce felicidad. Ni lo material, ni las drogas, ni el dinero, la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo. Esa es la verdadera felicidad. Eso es lo más importante y si quieren saber qué es la verdadera felicidad, escuchen una canción, que ustedes conocen, de Antonio Aguilar, ‘Puño de tierra’”, dijo el presidente entre los aplausos de los asistentes.