Este es el alimento enlatado que en realidad es “veneno” pero todos consumimos y que nunca deberías dar a los niños

En los supermercados abundan los alimentos que se encuentran al alcance de todos y que se venden sin restricción a pesar de los increíble daños a la salud que representa su consumo.

Y si bien ya hablamos sobre las bebidas y los alimentos empaquetados que en realidad podrían ser considerados como “veneno” que te daña lentamente, ahora te contamos que también existen alimentos enlatados son estas características.

Es verdad que existen muchos alimentos enlatados que no son los mejores para la salud pero entre los más dañinos se encuentra uno en específico: las sopas enlatadas.

Y es que de acuerdo con un estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor, este producto en específico contiene una gran cantidad de compuestos dañinos, que supera a otros alimentos enlatados y en gran parte de las cremas instantáneas, el contenido real del ingrediente que le da el sabor es muy reducido, siendo calificado de “ridiculo” dicho contenido, lo que da entender que es casi nulo.

Además, Profeco ha encontrado que estos productos suelen estar compuestos mayoritariamente por agua, pequeñas porciones del ingrediente principal, aceite, harina o almidón, leche o sólidos lácteos, condimentos, colorantes, saborizantes y potenciadores de sabor así como grandes cantidades de sodio e incluso de azúcares, algo que mucha gente desconoce.

Cabe mencionar que una sola porción individual de estas sopas puede cubrir la mitad del requerimiento total de sodio de una persona al dia.

Las sopas enlatadas, aunque convenientes y fáciles de preparar, pueden presentar varios riesgos para la salud. A continuación, se describen algunos de los principales riesgos asociados con el consumo frecuente de estas sopas:

1. Alto contenido de sodio:

Las sopas enlatadas suelen contener altos niveles de sodio, que se usan como conservante y para realzar el sabor. Un consumo excesivo de sodio puede contribuir a la hipertensión arterial, incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y causar retención de líquidos, lo que puede agravar problemas renales.

2. Presencia de BPA (Bisfenol A):

Muchas latas de alimentos están revestidas con resinas que contienen BPA, un compuesto químico que se ha relacionado con diversos problemas de salud, como trastornos endocrinos, aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Aunque algunos fabricantes han eliminado el BPA de sus envases, no todas las marcas han hecho este cambio.

3. Bajo contenido nutricional:

Las sopas enlatadas pueden tener menos vitaminas y minerales en comparación con las sopas caseras debido al proceso de procesamiento y conservación. El calor utilizado para esterilizar las latas puede reducir el contenido de nutrientes como la vitamina C y algunas vitaminas del grupo B.

4. Aditivos y conservantes:

Estas sopas a menudo contienen aditivos artificiales y conservantes, como glutamato monosódico (MSG), para mejorar el sabor y la textura. Algunos estudios sugieren que estos aditivos pueden causar reacciones adversas en personas sensibles, como dolores de cabeza, náuseas y reacciones alérgicas.

5. Altos niveles de grasas y azúcares:

Algunas sopas enlatadas contienen grasas saturadas y azúcares añadidos para mejorar el sabor y la textura. El consumo excesivo de estos componentes puede contribuir a una dieta desequilibrada y aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.

6. Contenido de proteínas de baja calidad:

Las fuentes de proteína en las sopas enlatadas pueden no ser de la mejor calidad. La carne procesada y los sustitutos de carne pueden contener grasas y aditivos adicionales que no son saludables.

Cabe mencionar que si bien estas latas son muy dañinas en personas adultas, pues incrementan en gran medida el riesgo de desarrollar padecimientos como diabetes, colesterol e hipertensión si se consumen en exceso, su efecto puede ser aún peor en niños pequeños por lo que en ellos, los especialistas, desaconsejan por completo su consumo.

Y es que además de todos los riesgos antes mencionados en ellos puede hacer que los padecimientos nombrados se desarrollen de manera prematura.

Por otro lado, dar sopas enlatadas a los niños los expone a una gran cantidad de químicos perjudiciales, deficiencias nutricionales y, además, debido a sus aditivos y saborizantes puede alterar su paladar y fomentar el gusto por este tipo de alimentos, lo que hará que rechace alimentos naturales.