El 11 de julio de 2015 el penal de máxima seguridad del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, fue escenario de uno de los episodios más escandalosos en la historia reciente del país: Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, líder y cofundador del Cártel de Sinaloa, se fugó por segunda ocasión.
Aquella noche, el capo tenía un comportamiento que resultó sospechoso para el personal encargado de monitorear las cámaras de vigilancia. Entre los custodios se referían a Guzmán Loera con un apodo revelado recientemente por la periodista Laura Sánchez Ley en una investigación publicada en Milenio.
Por medio de expedientes judiciales, la también escritora conoció que al ‘Chapo’ Guzmán lo bautizaron en la prisión federal como ‘Benito’.
“‘El Benito’ se escondió en las regaderas, no se ve qué esté haciendo”, comentó a sus superiores Oswaldo Gastón Veytia, uno de los empleados de la sala de vigilancia.
A las 21:20 horas de ese día, los guardias Juan Ignacio Cuarenta Orozco y Esteban Ramírez Estrada acudieron a la celda de Guzmán Loera y, al no verlo, se comunicaron con el comandante Roberto Cruz Bernal.
“No se ve, no se ve, comandante. Hay un hoyo en la regadera”, informa Ramírez Estrada. “Oye, pero ¿'El Benito’ está ahí?”, cuestiona Cruz, a lo que recibió una respuesta negativa, según los documentos referidos por Laura Sánchez Ley.
Otros seudónimos de Joaquín Guzmán Loera
El alias de Guzmán Loera que se hizo internacionalmente conocido es aquel que alude a su baja estatura, pues ‘Chapo’ es un término ampliamente utilizado en el noroeste del país para referirse a personas con esta característica.
No obstante, hay otros seudónimos que el ahora exlíder del Cártel de Sinaloa utilizó a lo largo de su trayectoria criminal.
Los apodos menos famosos del ‘Chapo’ están expuestos en un informe de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) consultado por Infobae México mediante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
En marzo de 2009, el entonces procurador Eduardo Medina Mora aprobó que se emitiera un programa de recompensas para obtener información sobre distintos líderes del narcotráfico.
Aunque en esos años la cacería de capos estaba enfocada mayoritariamente en Los Zetas, emanados del Cártel del Golfo, se ofreció una recompensa de hasta 30 millones de pesos por Guzmán Loera, quien operaba “en la mayor parte del país”.
Además de ‘El Chapo’, las autoridades encontraron que el líder criminal usaba nombres como Joel Sánchez Ruiz, Jorge Ramos Pérez, Jorge Ramos Sánchez, Raúl Guzmán Ruiz y Francisco Villaseñor.
Veinte años antes, el 22 de enero de 1988, el Departamento De Vehículos Motorizados De California emitió una licencia de conducir a nombre de Max Aragón. Sin embargo, quien aparecía en la foto era Joaquín Guzmán Loera, que para ese entonces ya era un objetivo prioritario para la Administración de Control de Drogas (DEA). Aparentemente, ‘El Chapo’ usó este alias para registrar dos automóviles Corvette que compró en Los Ángeles y, posteriormente, regaló a funcionarios mexicanos.