En mayo de 2022 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se publicó la aplicación de la Norma Oficial Mexicana, NOM-236-SE-2021, relacionada con regular las inspecciones fisicomecánicas de automotores que no excedieran las 3.8 toneladas para cumplir con la obligada verificación vehicular.
“Se considera que un vehículo automotor cumple con la presente Norma Oficial Mexicana cuando no se presentan defectos o sólo se encuentran defectos leves y cumple con las disposiciones técnicas establecidas en esta NOM y de acuerdo con los requisitos administrativos establecidos por las autoridades competentes”, aclara el documento.
Posteriormente, en noviembre del mismo año, la entonces titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier Carrillo, decidió abrogarla bajo el argumento de que dicha norma afectaría negativamente los ingresos de las familias que utilizan sus vehículos como herramientas de trabajo, al imponer gastos no previstos para aprobar las inspecciones, incluyendo el costo de la verificación y las reparaciones requeridas para cumplir con los requisitos.
Buscan revivirla
Sin embargo, pese a las justificaciones expuestas para su cancelación, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), recientemente ha insistido en la importancia de aplicarla de nuevo, ya que desde su punto de vista, es esencial no solo para mejorar la seguridad vial, sino también para reducir el impacto ambiental y económico de un parque vehicular veterano.
Cabe destacar que el parque vehicular en México tiene un promedio de edad de 19 años, lo que implica que muchos vehículos en circulación están lejos de cumplir con los estándares modernos de seguridad y eficiencia señaló en su momento Guillermo Rosales Zárate, presidente del mencionado organismo automotor, lo cual pone en entredicho éste recurso ya que “Esta Norma Oficial Mexicana no es equivalente (NEQ) con ninguna Norma Internacional, por no existir esta última al momento de elaborar la Norma”, refiere el texto oficial.
La industria automotriz no ha perdido la esperanza y ha intensificado sus esfuerzos de cabildeo para su implementación y de manera conjunta con la AMDA envió a Claudia Sheinbaum Pardo, un documento en el que se abordan las demandas prioritarias para la industria automotriz para el próximo gobierno por lo que no desestiman que la visión ambientalista de la futura presidenta los beneficie y se reactive la anhelada normativa.
Rosales Zárate ha destacado que en la mayoría de los países donde se aplica la inspección técnica vehicular cuentan con el equipamiento necesario para realizarla de forma integral, por lo que no implicaría un costo significativo para los automovilistas.
En todo caso, habría que preguntarse si México cuenta con la infraestructura para hacerlo, sin que ello signifique un gasto desproporcionado para las familias mexicanas.