¿Quién es San Francisco? El santo con quien AMLO se ha comparado en su sexenio

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha comparado con un santo durante su sexenio. Se trata de San Francisco de Asís, quien es recordado como una deidad que vivió tiempos difíciles en la Iglesia.

En varias ocasiones, el mandatario mexicano ha expresado su similitud con esta personalidad sagrada, debido a su forma de vivir. De acuerdo con datos históricos, San Francisco gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres.

“Sencillamente soy como San Francisco: Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco”, expresó AMLO durante una conferencia de prensa matutina en alusión a que a pesar de que tiene algunos bienes como el predio denominado La Chingada, situado en Palenque, Chiapas.

Según López Obrador, no le interesa el dinero, aunque reiteró que: “No todo el que tiene es malvado”.

San Francisco nació en Asís, en Italia, en 1182, según las investigaciones, era hijo de un padre comerciante y madre de familia noble. A grandes rasgos, fue santo que vivió una vida difícil en la Iglesia y brindó siempre su ayuda con regalos y dinero a los más necesitados.

A pesar de que tuvo una buena vida por parte de su padre, durante su juventud no se interesó por los negocios de su progenitor ni por los estudios y siempre gastaba dinero en los pobres.

Alrededor de los 20 años se integró al Ejército; sin embargo, unos años después se dio cuenta que quería entregarse a la oración y comenzó a realizar obras de caridad como visitar a los enfermos.

Reunió mucho dinero que le daba su padre y con ello compraba y vendía cosas, pero los recursos que recaudaba los utilizaba en comprar ropa para algunas personas.

Según la leyenda, una imagen de Jesucristo crucificado le habló y le pidió que reparara su Iglesia que estaba en ruinas. Por ello, se le ocurrió vender su caballo y cosas de la tienda de su padre y poder arreglar la Iglesia de San Damián.

El sacerdote de la iglesia aceptó recibirlo y éste le dio dinero para reparar el recinto religioso, debido a que tomó algunos artículos de su progenitor, pasó días en oración y ayunó como penitenia.

Su imagen cambió inesperadamente a causa de los ayunos, situación que derivó en la burla de la gente. Luego su padre lo encontró y lo golpeó, además le puso grilletes en los pies y lo encerró en una habitación (Francisco tenía entonces 25 años).

Su madre intercedió por él para liberarlo, fue entonces que su papá lo amenazó con quitarle su herencia.

San Francisco no tuvo problema en renunciar a la herencia y al dinero. Su padre le obligó a ir con el obispo de Asís quien le sugirió devolver el dinero y tener confianza en Dios. San Francisco devolvió en ese momento la ropa que traía puesta para dársela a su padre ya que a él le pertenecía.

El padre se fue y el obispo le regaló a San Francisco un viejo vestido de labrador que tenía al que San Francisco le puso una cruz con un trozo de tiza y se lo puso.

Con el paso de los años siguió apoyando a las comunidades y fue fiel a la Iglesia. Fundó la orden de los franciscanos y les pedía a los frailes obedecer a los obispos.