La boda entre Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr, conocidos por sus papeles como Daphne y Fred en la película de la famosa caricatura Scooby Doo, fue un evento que capturó la atención de los medios y de sus seguidores alrededor del mundo.
La pareja, que se conoció durante el rodaje de la película Sé lo que hicieron el verano pasado, se convirtió en una de las favoritas de Hollywood, decidió dar el “sí, acepto” en un escenario mágico localizado en Jalisco, México.
Los actores celebraron su amor en una pequeña ceremonia rodeados de amigos cercanos y familiares. El encanto natural del lugar, combinado con la privacidad que ofrecía, lo convirtieron en el escenario perfecto para sellar su compromiso.
¿Cómo fue la boda?
El domingo 1 de septiembre de 2002, Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr. se unieron en matrimonio en una ceremonia privada que reunió a tan solo 60 invitados. Según una edición de la revista Us Weekly de la época, la pareja optó por un enlace íntimo y discreto, muy lejos del glamour habitual de las celebridades de Hollywood.
Sarah deslumbró con un elegante vestido de la reconocida diseñadora Vera Wang, mientras que Freddie optó por un traje de hilo hecho a medida, reflejando la sofisticación que ambos llevaron a su día especial.
Entre los asistentes al enlace se encontraban amigos cercanos de la pareja, como Shannen Doherty, quien fue conocida por sus papeles en Beverly Hills 90210 y Hechiceras y que tristemente falleció en julio de este año. También estuvo presente Dule Hill, reconocido por su actuación en la serie The West Wing de NBC.
A lo largo de los años, Sarah Michelle Gellar ha compartido algunas de las memorias de ese día a través de fotografías en redes sociales, especialmente en cada aniversario de bodas. Este septiembre, la pareja celebrará 22 años de matrimonio, consolidando su relación como una de las más duraderas y admiradas en la industria del entretenimiento.
“Hoy hace 16 años, la noche antes de la boda. Y sí, hace tanto tiempo que las fotografías eran en blanco y negro”,
“¡¡¡Me alegro mucho de haber encontrado a alguien que aguante mis... maravillosos 17 años!!!”, “Tú... eres mi marido favorito” y “Feliz aniversario @realfreddieprinze hoy, mañana y cualquier día después, creo que podría ser nuestro aniversario en el futuro” son algunos de los comentarios con los que acompaña las fotografías.
El lugar donde decidieron celebrar esta especial fecha fue Jalisco, al sur de Puerto Vallarta. La ceremonia, que estaba pensada para realizarse en el exterior, fue interrumpida por una tormenta y tuvo que moverse al interior de la casa Sol de Oriente, que según la revista, cobraba en ese entonces 3 mil dólares por noche.
La historia de amor de Sarah y Freddie
Se conocieron en el set de filmación en 1997 durante el rodaje de la película Se que lo que hiciste el verano pasado. “Ella no tenía licencia de conducir, así que yo era su chofer y la llevaba al gimnasio todos los días y luego iba a la tienda, iba a almorzar y luego la llevaba de regreso y solo teníamos una hora de viaje”, mencionó el actor en una entrevista realizada por Entertainment Tonight.
Prinze comentó que sentía que no encajaban completamente, pero aún deseaba mantener su amistad con ella. Pensaba que era muy delgada y quería cocinar para ella, ya que en su familia esa era una práctica común.
“Comenzamos esta cosa de barbacoa semanal en su casa, mis primos y yo íbamos y cocinábamos comida para ella y sus amigos. Luego nos asegurábamos de que todos comieran, así fue como comenzó nuestra amistad”, comentó.
Comenzaron a salir en el año 2000 y, a pesar de ser dos de las estrellas más populares de los años noventa, lograron mantener su relación lejos del foco mediático.
La pareja mencionó para Us Weekly el secreto para mantener un matrimonio fuerte: “Comunicar. Esa es la clave. Se trata de estar presente”, menciona la estrella de Buffy, la cazavampiros, de 41 años. “Escuchar es lo más importante. Todavía nos hacemos reír unos a otros. Y nos tratamos unos a otros con respeto”, agrega Prinze.
Hoy en día comparten fotografías de su vida cotidiana, que incluye viajes, tardes familiares y disfraces elaborados cada Halloween.