Regreso a clases y el papel de la mercadotecnia

Más de 34 millones de estudiantes regresarán a clases o cambiarán de nivel educativo en México, por lo que es buen momento para fomentar las tres R’s: reducir, reciclar y reusar

Sara Isabel García López Legorreta, directora asociada de la división de Negocios de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Toluca

En los próximos días más de 34 millones de estudiantes regresarán a clases o cambiarán de nivel educativo en México. Siempre resulta un gasto oneroso y un gran esfuerzo para las familias prepararse para ello. En un momento clave en la historia del mundo y su sustentabilidad, debe remarcarse que las escuelas, empresas, padres de familia y estudiantes se orienten a fomentar las tres R’s: reducir, reciclar y reusar. La mercadotecnia en general debe buscar una reorientación en sus estrategias para fortalecer el proceso enseñanza-aprendizaje con un sentido de responsabilidad social y un mejor ambiente de convivencia escolar.

En un ambiente educativo que usa medios digitales, la reducción de materiales es relevante, aunque también se requiere de lo tangible. Existen escuelas -sobre todo las privadas- que se exceden en solicitar materiales: paquetes de hojas, papel de baño, botes de pegamento, plumas, plumones, borradores para el pizarrón, ¡hasta el jabón piden! Por otro lado, los padres ahora tienen que gastar en teléfonos, tabletas y computadoras que puedan albergar la diversidad de plataformas y aplicaciones, las cuales se solicitan sin analizar el verdadero uso que tendrán a lo largo del ciclo escolar y, sobre todo, sin tener consciencia de materiales que se pueden reciclar.

No debemos olvidar lo que los años de pandemia nos enseñaron a utilizar los recursos con los que se cuentan y gastar solamente en lo necesario. Por otro lado, es importante que exista un movimiento por parte de padres de familia para que todo lo que se pide (incluyendo libros y libretas) realmente se ocupe. Además, se debe fomentar el acompañamiento que los tutores deben brindar a sus hijos e hijas en cada etapa. Ser partícipes de sus tareas y en la medida de lo posible, de su presencia en actividades significativas en el desarrollo de competencias incluyendo las deportivas y culturales de sus vástagos. No es llevarlos a la escuela, dotar de lo material y ya. Papás y mamás deben involucrarse, comprometerse en la etapa de mayor desarrollo intelectual y de habilidades que tiene y tendrá una persona en su vida.

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Por su parte, las empresas siguen fomentando un consumo exagerado de materiales, alimentos y bebidas. Y por qué no fomentar el reciclaje o bien la donación a instituciones y fundaciones que requieren estos artículos. Esto sin contar cómo se sigue promoviendo el consumo de alimentos altos en azúcar y grasas para el almuerzo o lunch; en lugar de exhortar el consumo de frutas, verduras y proteínas.

Desde mi perspectiva, las profesoras y profesores deben elevar su pasión por enseñar y su deseo de trascender a través del desarrollo de sus estudiantes. Consideren que los tiempos han evolucionado, dosificando actividades relevantes dentro y fuera del salón de clases; así como los materiales realmente relevantes para realizarlas. Mantener comunicación con los padres de familia, al tiempo de incentivar la autogestión. El alumno o alumna debe ser, desde temprana edad, responsable de su aprendizaje. Por su parte, los directores de las escuelas deben planear adecuadamente los presupuestos, los festivales y eventos escolares; así como establecer claramente dónde y cuándo es relevante la participación de los padres y el gasto de estos.

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Un punto trascendental es que la mercadotecnia de diversos productos y servicios, debe enfocarse en el desarrollo integral de los estudiantes, profesores, directivos de escuelas, padres de familia y la sociedad en general. Poner al centro al estudiante y profesores, enaltecer la educación, involucrarse con las escuelas a través de diversas actividades que fomentan el consumo responsable, el uso adecuado de la tecnología (aplicaciones, software, simuladores e inteligencia artificial); que promuevan la lectura, aprecio por la cultura, sentido de pertenencia: a su localidad, región o país; que entiendan el cuidado del medio ambiente, la generosidad y la procuración de mejores condiciones para grupos vulnerables; inclusión, respeto a la diversidad y que la educación beneficia a la sociedad en general.

Debe ser una prioridad para las compañías y de su mercadotecnia el fomentar los valores universales, principalmente la responsabilidad, la disciplina, la cultura del esfuerzo y el amor por aprender, aprender para la vida. Concebir la educación como la vía honrada para acceder a una mejor calidad de vida de la sociedad.