Este es el origen de la escultura de perrita que está en el Palacio de Bellas Artes

El Palacio de Bellas Artes es uno de los recintos culturales más emblemáticos de la Ciudad de México, fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934 y dos años después se fundó el Museo de Artes Plásticas en el mismo lugar. A lo largo de los años se ha caracterizado por su arquitectura ecléctica que mezcla estilos Art Nouveau y Art Decó, además de sus espectaculares murales creados por artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Ubicado en el centro histórico de la ciudad, se ha catapultado como un ícono artístico y cultural, así como un importante centro para la ópera, la danza y las artes visuales. Sin embargo, un detalle que muchos de los capitalinos y visitantes han dejado pasar es la escultura de una perrita que se esconde en la construcción.

Considerado el máximo recinto cultural de México, tiene una historia rica y fascinante. Su construcción comenzó en 1904 bajo el diseño del arquitecto Adamo Boari, pero fue supervisado por el mexicano Gonzalo Garita. Con el estallido de la Revolución Mexicana la obra fue pausada, por lo que el ingeniero tuvo que abandonar el país.

Una vez que concluyó el evento histórico, se reanudó la construcción en 1932 bajo la dirección del arquitecto Federico Mariscal; hasta que finalmente fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934. Desde su apertura, ha sido escenario de innumerables eventos culturales, incluyendo óperas, ballets, conciertos, exhibiciones de arte y eventos literarios.

Cabe destacar que en sus paredes se encuentran 17 murales que fueron realizados por pintores mexicanos entre 1928 y 1963. Además, en su escenario se han presentado importantes orquestas filarmónicas de diversas ciudades como Londres, Nueva York, Los Ángeles, París, Filadelfia, España y China. Asimismo, ha recibido a imponentes artistas entre los que destacan Juan Gabriel, María Callas, María Terreza Montoya, Zubin Mehta, Plácido Domingo, entre muchos otros.

Durante la construcción del emblemático palacio, el arquitecto Adamo Boari acudía constantemente a la obra para supervisar, pero resulta que no lo hacía solo, pues siempre llegaba con Aida, una perrita de raza setter que era su mejor compañía durante sus viajes.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, su importancia en la vida del arquitecto quedó plasmada en el Palacio de Bellas Artes, pues durante los años de construcción Aida falleció, por lo que Boari le encargó a su compatriota Beno Gianneti Fiorenzo realizar la figura del animal e inmortalizarla en la construcción.

Actualmente, se pueden observar un par de figuras de cabezas de perros en la fachada principal, las cuales se colocaron en honor a Aida, la fiel acompañante del arquitecto que dio inicio al proyecto.

Adamo Boari fue un arquitecto e ingeniero italiano, conocido por su trabajo en México a principios del siglo XX. Nacido el 22 de octubre de 1863 en Ferrara, Italia, estudió arquitectura en la Universidad de Bolonia y en la Escuela de Bellas Artes de París.

Su traslado a México ocurrió en 1904, y rápidamente se convirtió en uno de los arquitectos más destacados de su tiempo. Hoy en día, es más famoso por diseñar el Palacio de Bellas Artes, y también se le atribuye el diseño del Palacio Postal en la Ciudad de México, otro edificio icónico conocido por su elegante estilo.

Aunque Boari regresó a Italia en 1916 debido a la interrupción provocada por la Revolución Mexicana, su legado en el país permanece y sus obras continúan siendo puntos de referencia culturales y arquitectónicas importantes.