Este es el parque más antiguo de CDMX

Además de estar rodeada de grandes edificios, museos y teatros, la Ciudad de México alberga importantes áreas verdes que juegan un papel crucial en el bienestar de sus habitantes, proporcionando espacios verdes para la recreación, el ejercicio y la convivencia social.

En cada rincón de la capital se pueden encontrar numerosos parques llenos de historia y modernidad, donde conviven antiguas tradiciones y tendencias contemporáneas. Uno de los más conocidos es el Bosque de Chapultepec, considerado el pulmón verde más grande de la ciudad, pese a su gran extensión territorial e impresionante historia, La Alameda Central es el parque más antiguo de México y América Latina fundado en 1592.

Además de su valor histórico, es un espacio cultural y recreativo para residentes y visitantes, integrándose con importantes sitios como el Palacio de Bellas Artes. Uno de los aspectos por los que es más querida es su excelente combinación de sombra y luz, los cuales la lleva a tener un papel crucial dentro de la Ciudad de México.

El origen del parque más antiguo de México se remonta hasta 1592, en ese entonces, La Alameda Central era un mercado ubicado al oeste de Tenochtitlán, pero con la llegada del virrey Luis de Velasco II se ordenó la creación de un espacio verde que estuviera abierto al público en general. Originalmente, comprendía una extensión de senderos bordeados de álamos.

Con la llegada del siglo XVII y XVIII, la Alameda se convirtió en un popular lugar de encuentro para la élite y las clases populares; en ese tiempo, se crearon varias mejoras, incluyendo la instalación de fuentes y esculturas. El cambio más drástico ocurrió con la independencia del país.

En 1821 volvió a ser abierta para el público en general y se convirtió en objeto de diversas remodelaciones gracias al impulso del proyecto neoliberal. A lo largo de esos años, se construyeron nuevas fuentes, bancas y estatuas, convirtiéndose en un reflejo del modernismo y el progreso del país.

Sin embargo, uno de los aspectos más destacados fue la instalación de lámparas de gas, las cuales fueron modificadas por eléctricas en 1892, durante el periodo presidencial de Porfirio Díaz, quien implementó significativos cambios que le dieron al parque un carácter más europeo.

Las dificultades para el parque comenzaron con la llegada del siglo XX, cuando enfrentó diversos desafíos, incluyendo el deterioro y la necesidad de modernización. Pese a ello, se consolidó como el escenario ideal para importantes eventos culturales y políticos.

Después de ser abandonada tras la Revolución Mexicana, su remodelación más reciente ocurrió en 2012 e incluyó la repavimentación completa de todos los jardines; además, se agregaron nuevos árboles y varias plantas autóctonas de la región.

• De acuerdo con el sitio oficial del Gobierno de la Ciudad de México, se cree que el presidente Santa Anna celebró su triunfo llenando de alcohol las fuentes para que los habitantes pudieran beber.
• Durante el Porfiriato, el parque fue remodelado siguiendo la estética del Paseo del Prado en Madrid.
• La Alameda Central ha sido representada en varias obras artísticas, como en la famosa pintura “La Alameda de Diego Rivera”, que muestra una combinación de eventos históricos y figuras célebres en la historia de México.
• El parque cuenta con varias fuentes ornamentales, entre las que destacan la Fuente de Venus, la Fuente de Neptuno y la Fuente de las Ninfas. Cada una de ellas es una obra de arte en sí misma.
• Ubicado en La Alameda Central, el Hemiciclo a Juárez es un Monumento neoclásico inaugurado en 1910 en honor a Benito Juárez.