Desde que Joaquín Guzmán López fue detenido junto a Ismael ‘El Mayo’ Zambada el pasado 25 de julio en El Paso, Texas, su nombre ha cobrado mayor notoriedad en medios de comunicación de México y Estados Unidos (EEUU).
De los cuatro hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán que son requeridos por la justicia estadounidense, Joaquín Guzmán López fue quien logró mantener el perfil más bajo pese a su participación activa en el Cártel de Sinaloa.
Al igual que su hermano Ovidio (detenido en enero de 2023) y sus hermanastros Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar —por quienes se ofrece una recompensa de hasta USD 10 millones—, Joaquín encabezó la facción conocida como Los Chapitos.
En EEUU, Guzmán López enfrenta cargos por tráfico de drogas, principalmente metanfetamina, cocaína y marihuana. Si bien hay pocos datos sobre su trayectoria criminal, hay un episodio que le dio un giro a su vida. Se trata de la muerte de su hermano Édgar.
Édgar Guzmán López fue asesinado en mayo de 2008, cuando tenía 22 años de edad. El crimen se perpetró en el estacionamiento del centro comercial Desarrollo Urbano Tres Ríos, ubicado en Culiacán, Sinaloa.
Édgar se encontraba con sus primos César Ariel y Arturo Meza Cázares. Todos fueron atacados a balazos. Hay varias versiones sobre los hechos, pero lo cierto es que su muerte ocurrió durante la guerra entre el Cártel de Sinaloa y la organización de los Beltrán Leyva.
Para ese entonces, Édgar ya estaba involucrado en actividades de narcotráfico con el Cártel de Sinaloa, organización liderada por su padre ‘El Chapo’ Guzmán. Por ello, tenía los contactos suficientes para mantener a flote sus negocios ilícitos. Tras su muerte, sus hermanos menores (Joaquín y Ovidio) “heredaron” el trabajo que Édgar construyó en su breve trayectoria delictiva.
Así lo indica un informe del Departamento de Estado de EEUU publicado en diciembre de 2021, cuando se dieron a conocer los cargos por los que Joaquín Guzmán López —también identificado como Güero Moreno— era buscado en dicho país.
De acuerdo con el informe, la muerte de Édgar generó que tanto Joaquín como Ovidio recibieran las ganancias del tráfico de drogas. Parte del dinero que heredaron lo invirtieron para adquirir droga en Colombia. Fue así como dio inicio a su participación en el narcotráfico.
“Los hermanos Guzmán-López iniciaron pronto su carrera en el narcotráfico heredando las relaciones de su hermano fallecido, Edgar Guzmán-López. Tras la muerte de Edgar, Joaquín y Ovidio heredaron gran parte de las ganancias del narcotráfico y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”, se lee en el informe.
Cuando Édgar fue asesinado, Joaquín estaba a un par de meses de cumplir 22 años de edad. Desde entonces ha formado parte del Cártel de Sinaloa, particularmente en la facción de Los Chapitos, razón por la cual EEUU ofrecía una recompensa de hasta USD 5 millones por su captura.
Si bien Joaquín comenzó con el tráfico de marihuana y cocaína, posteriormente se involucró en el trasiego de fentanilo, el mortal opioide sintético. Actualmente, el hijo de ‘El Chapo’ tiene 38 años de edad y se encuentra en la prisión ‘MMC Chicago’, donde también había sido trasladado su hermano Ovidio, quien salió de dicho centro el 23 de julio (dos días antes de la detención de Joaquín y ‘El Mayo’ Zambada).