Especialista de la UNAM alerta sobre los riesgos de ser barrendero en México: “Debería considerarse una ocupación peligrosa”

La especialista criticó que tengan poco reconocimiento, a pesar de que son quienes evitan enfermedades y la contaminación

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En México hay más de 1 millón de personas que laboran como trabajadores de limpia
Credito:Cuartoscuro
En México hay más de 1 millón de personas que laboran como trabajadores de limpia Credito:Cuartoscuro

Los trabajadores de limpieza ó barrenderos tienen un papel crucial en México, pues su labor consiste en mantener limpias las calles y espacios públicos de todos los estados del país; sin embargo, este oficio tiene poco reconocimiento a pesar de que quienes lo realizan están sujetos a diversos riesgos, que van desde la falta de recursos hasta lesionarse o contraer enfermedades, a corto y largo plazo.

En una publicación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Alejandra Fonseca Salazar, integrante de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la misma casa de estudios, destacó que en México una persona produce casi 1 kilo de residuos sólidos al día, aunque “esto depende del estado de la República en que resida”, entre los que se encuentran sustancias tóxicas o peligrosas y objetos afilados, que no siempre se desechan correctamente.

A esto se suma que, según la misma publicación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) señala que en el país se generan poco más de 42 millones de toneladas de residuos sólidos al año, equivalente a 175 veces el volumen de la pirámide del Sol de Teotihuacan y 231 veces el estadio de fútbol más grande de México.

En este contexto y con motivo del Día del Barrendero en México, la experta afirmó que el trabajo de los responsables de barrer las calles contribuye a la salud pública al reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por la basura y el mal manejo de los desechos, lo que beneficia al medio ambiente al evitar que distintos tipos de residuos lleguen a cuerpos de agua, contaminen suelos u otros ecosistemas.

Además de que inciden en mejorar la calidad de vida, porque finalmente son quienes separa la basura que produce la ciudadanía en general, lo que representa un beneficio para el ambiente porque evitan la acumulación de desechos como cartón, pet, vidrio, latas de aluminio, etcétera, para depositarlos en centros de transferencia.

Según DataMéxico, de la Secretaría de Economía, en el primer trimestre de 2024, a nivel nacional, había casi 1 millón de personas barrenderos y trabajadores de limpieza, exceptuando aquellos de hoteles y restaurantes, mientras que en la Ciudad de México hay un aproximado de 10 mil.

¿Cuáles son los riesgos de ser barrendero en México?

María Alejandra Fonseca Salazar acusó que las condiciones laborales de muchos trabajadores de limpia en México “son precarias”, pues no solo carecen de uniformes y equipo de protección adecuados, para manipular vidrios u otros objetos que podrían herirlos, sino que también este oficio tiene poco reconocimiento social.

Asimismo, puntualizó que una de los mayores riesgos es la falta de mascarillas, ya que podrían inhalar sustancias tóxicas, lo que podría ocasionarles a la larga problemas respiratorios u otras enfermedades, por lo la especialista dijo que este oficio debería considerarse una ocupación peligrosa.

Agregó que por carecer de un salario fijo, los trabajadores viven de las propinas que la ciudadanía les brinda cuando recogen la basura en las casas y de lo que obtienen de la venta de productos reciclables que separan en los camiones o en los carritos recolectores de basura; o bien, de los que les entrega la ciudadanía.

Por lo regular los habitantes desechan incorrectamente residuos infecciosos como jeringas usadas, restos de alimentos contaminados y productos químicos que pueden poner en riesgo su salud.

En ese sentido, Fonseca Salazar también plantea la necesidad de reflexionar sobre cómo desechamos y clasificamos nuestros residuos. “Echamos nuestros desechos a una bolsa o al bote y ya, se van de nuestra casa. Nuestra obligación ciudadana es separarla al menos en orgánica e inorgánica, pero no lo estamos haciendo”.

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