Cómo venerar de manera correcta la reliquia de San Judas Tadeo, esto explica la Arquidiócesis de México

Uno de los santos con mayor número de creyentes en México es San Judas Tadeo, pues una gran cantidad de templos que se encuentran dentro del territorio mexicano cuentan con su imagen o figura, incluso recientemente llegó desde el Vaticano una reliquia de este santo.

La Santa Sede del Vaticano aceptó que una reliquia de San Judas Tadeo visite México y recorra algunas diócesis del país durante una primera etapa.

La reliquia que llegó a México es considerada de primer grado pues se trata del hueso de uno de sus brazos. Es importante señalar que una reliquia de primer grado puede ser el propio cuerpo de un santo o cualquiera de sus partes, sean miembros, cenizas o huesos.

Durante esta primera etapa la reliquia estará recorriendo diversas diócesis del 28 de julio al 28 de agosto, por lo que aquellas personas que deseen acudir a venerarla pueden seguir las recomendaciones de la Arquidiócesis Primada de México.

La Arquidiócesis compartió que la veneración de las reliquias es una práctica antigua en la tradición de la iglesia católica y se trata de un acto de devoción de los fieles hacia quienes han vivido vidas ejemplares de fe.

Los gestos muestran la veneración o el respeto de un fiel hacia la reliquia de un santo, unos de los más populares son persignarse o hacer una inclinación frente a ella, así como tocar o besar el relicario o simplemente colocar las manos en posición de oración.

Los gestos antes mencionados han sido transmitido entre generaciones y exponen la disposición interior y el respeto de las personas hacia lo sagrado.

Es importante mencionar que la Arquidiócesis de México recordó que ante una reliquia no se hace genuflexión, como la que se lleva a cabo ante el Santísimo Sacramento, debido a que se trata de un gesto de adoración que es solamente para el Señor, presente en la Eucaristía.

San Judas Tadeo es uno de los doce apóstoles de Jesucristo, reconocido en el cristianismo como el santo patrón de las causas difíciles y desesperadas. Su nombre completo es Judas Tadeo, a menudo para diferenciarlo de Judas Iscariote, el apóstol que traicionó a Jesús. San Judas Tadeo es celebrado por sus seguidores el 28 de octubre en varias tradiciones cristianas, incluyendo la iglesia católica.

Según la tradición, San Judas Tadeo predicó el evangelio en diversas regiones, incluidas Mesopotamia y Persia, donde se dice que sufrió el martirio junto con el apóstol Simón el Zelote. Sus restos se encuentran en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

La devoción a San Judas Tadeo es particularmente fuerte en México y otros países de América Latina. Muchos fieles asisten a iglesias y santuarios dedicados al santo, especialmente el 28 de cada mes, para pedir su intercesión en problemas difíciles y recibir bendiciones. Su imagen es frecuentemente representada llevando una medalla con la imagen de Jesús y un bastón o una maza, símbolos de su apostolado y martirio.

La fe en San Judas Tadeo ha trascendido a diversas culturas, convirtiéndose en un emblema de esperanza y consuelo para quienes enfrentan situaciones complicadas. La importancia de su culto refleja el profundo sentido de comunidad y espiritualidad entre sus devotos, quienes encuentran en él una fuente de inspiración y apoyo en momentos de necesidad.