Esta noche, la Embajada de Venezuela en México se convirtió en el epicentro de una profunda transición emocional entre los migrantes venezolanos que se encuentran en el país azteca. La notoria victoria del régimen de Nicolás Maduro en las recientes elecciones presidenciales desató una gama de sentimientos, pasando de la euforia inicial al desencanto, tristeza y rabia.
Desde tempranas horas de la tarde, decenas de venezolanos comenzaron a congregarse ante el recinto diplomático, ubicado en la colonia Polanco de la Ciudad de México.
El ambiente, que inicialmente estaba cargado de esperanza, pronto viró hacia una atmósfera de consternación y desilusión al conocerse los resultados oficiales. Con la voz quebrada y lágrimas en los ojos, muchos migrantes expresaban su frustración por los resultados electorales que otorgaban un tercer mandato consecutivo a Maduro.
La autoridad electoral oficialista anunció que, con el 80% de los votos escrutados, Nicolás Maduro se impuso con el 51,2% de los votos, un total de 5.15 millones, mientras que el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, obtuvo el 44,2%, es decir, 4.45 millones de votos.
El presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, calificó la tendencia como “contundente e irreversible”. Esta declaración hizo eco en México y avivó las tensiones entre los venezolanos residentes en el país.
Luego de ello, los manifestantes en la CDMX realizaron un minuto de silencio por la paz en Venezuela. Todos, con la mano en el pecho, dirigieron sus pensamientos hacia sus seres queridos y compatriotas que aún viven en Venezuela, como un acto simbólico. Pero el momento de recogimiento pronto dio paso a un sentimiento colectivo de indignación y rabia.
Las consignas de “fraude” comenzaron a llenar el aire en cuanto se anunciaron los resultados, y algunos migrantes, en su frustración, intentaron derribar las vallas de seguridad que cercaban la embajada.
La situación se tornó más tensa con la llegada de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC-CDMX) del grupo antimotines, que se apostaron para resguardar el edificio consular y evitar posibles enfrentamientos.
Las denuncias de fraude no fueron exclusivas de los manifestantes en México. Poco antes del anuncio del Consejo Nacional Electoral, el comando opositor en Venezuela emitió un comunicado denunciando irregularidades en el escrutinio.
Tras los resultados, en Venezuela Omar Barboza, secretario general de la coalición Plataforma Democrática que apoya a Edmundo González Urrutia, declaró: “Solicitamos en nombre de la paz de Venezuela, en nombre de la credibilidad en el voto como instrumento para tomar las grandes decisiones del mundo civilizado, que no den un paso en falso”.
En un mensaje a través de la red social X, González Urrutia manifestó: “Los resultados son inocultables. El país eligió un cambio en paz”, rechazando de manera enfática los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral.
Mientras tanto, en el palacio de Miraflores, Nicolás Maduro celebraba su victoria rodeado de un grupo de seguidores que lo esperaban con música y bailes. El contraste entre la celebración oficialista en Caracas y el descontento en diversas partes del mundo ponía de manifiesto la polarización y profunda crisis política que atraviesa Venezuela.
Hasta el momento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha mostrado cercano a Nicolás Maduro, no ha emitido algún posicionamiento, sin embargo, se espera que aborde el tema en su conferencia de prensa matutina de este lunes 29 de julio en Palacio Nacional. De igual forma, la presidenta electa mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, tampoco se ha pronunciado sobre los hechos.