Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) identificaron dos “sismos lentos” de magnitud 4.0 como los causantes de los microsismos que afectaron a la Ciudad de México en 2023 y se considera que estos movimientos telúricos podrían estar vinculados a la extracción de agua en el Valle de México.
Los eventos sísmicos fueron registrados en las fallas Barranca del Muerto y Mixcoac, siendo los primeros de este tipo documentados en la capital del país. Aunque no fueron de gran fuerza, estos temblores generaron daños materiales y gran temor entre la población.
El sismólogo Víctor Manuel Cruz Atienza, del Instituto de Geofísica de la UNAM, detalló que la extracción de agua subterránea para abastecer a la megalópolis parece ser un factor relevante en la ocurrencia tanto de sismos lentos como de microsismos. Destacó que estas prácticas pueden propagar fluidos en el subsuelo, similar al efecto observado con el “fracking”.
Desde febrero de 2023, se ha observado una secuencia sísmica en la zona occidental de la Ciudad de México, caracterizada por microsismos con epicentros bajo el área urbana, a diferencia de los grandes terremotos que ocurren a considerable distancia de la ciudad.
Cuándo ocurrieron los microsismos en CDMX
El primero de estos microsismos, de magnitud 3.2, ocurrió el 11 de mayo en la falla de Barranca del Muerto.
El profesor Darío Solano y su equipo descubrieron hundimientos significativos mediante imágenes satelitales en la colonia San José, revelando una extensión 22 veces mayor a la esperada para un temblor de esa magnitud. Esta observación llevó a intuir que un sismo lento podría ser la causa.
Cruz Atienza confirmó que el deslizamiento lento en la falla de Barranca del Muerto precedió al microsismo principal de mayo. Posteriormente, se detectó otro sismo lento en la falla de Mixcoac, vinculado a un microsismo de la misma magnitud ocurrido el 14 de diciembre.
El investigador indicó que estos sismos lentos no representan un riesgo inmediato de terremotos mayores, aunque destacó que sismos superiores a magnitud 4.5 podrían generar movimientos no experimentados previamente en la capital mexicana.
Es “poco probable” que ocurra un terremoto superior a 4.5, pues este tipo de sismos tienen una recurrencia de miles de años, apuntó el sismólogo, pero “en caso de darse se producirían movimientos aún no vividos en la capital de México”
El estudio completo realizado por los científicos de la UNAM ha sido publicado en la plataforma Earth ArXiv.
La UNAM investiga la falla geológica de Plateros Mixcoac
Investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) identificaron una falla geológica de tipo normal en la zona que abarca desde Plateros hasta Mixcoac.
Entre el 3 de diciembre de 2023 y el 10 de enero de 2024, se documentaron 23 sismos en las alcaldías Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, con magnitudes entre 1.1 y 3.2. Los movimientos telúricos, de baja profundidad, podrían estar relacionados con la reactivación de la falla “Plateros-Mixcoac”.
El doctor Leonardo Ramírez Guzmán, uno de los investigadores, señaló que la falla se extiende desde el poniente de Anillo Periférico hasta unos 300 metros al este, pasando por avenida Revolución. Indicó que la acumulación de tensión en la región, el hundimiento del Valle de México y la recarga del acuífero en la Sierra de las Cruces son factores que pueden haber desencadenado los sismos.
Para comprender mejor estos eventos, se han desplegado 15 estaciones de registro con sensores de velocidad y aceleración del movimiento sísmico. Este esfuerzo conjunto entre la Coordinación de Ingeniería Sismológica y la Unidad de Instrumentación Sísmica del II ha permitido localizar los epicentros de los temblores y verificar su distribución.