Del bolero a la pirekua: estos son los 12 patrimonios culturales inmateriales de México que reconoce la Unesco

México se enorgullece de contar con 12 patrimonios culturales inmateriales reconocidos por la Unesco, testimonio de su vasta y rica diversidad cultural. Estas manifestaciones culturales abarcan una amplia gama de tradiciones, desde la vibrante música hasta la gastronomía tradicional, así como festividades que reflejan una identidad comunitaria profunda.

Cada uno de estos patrimonios no solo representa una forma de expresión artística, sino también un vínculo invaluable con el pasado y una herramienta para la cohesión social. Estos reconocimientos son un recordatorio del compromiso de México con la preservación y promoción de su cultura, punto esencial para la identidad y la diversidad del país.

En las festividades del Día de los Muertos, según la tradición de las comunidades indígenas, se conmemora la breve vuelta a la tierra de los seres queridos que han partido. Estas celebraciones se realizan anualmente hacia fines de octubre y principios de noviembre. Este período coincide con el cierre del ciclo anual del maíz, el cultivo más importante del país.

Inscrito en 2008.

La ceremonia ancestral de los voladores es una danza vinculada a la fertilidad practicada por distintos grupos étnicos de México y Centroamérica, especialmente los totonacos del estado de Veracruz. Su propósito es mostrar reverencia hacia la naturaleza y el mundo espiritual, buscando armonía con ambos.

Inscrito en 2009.

El pueblo otomí-chichimeca, que habita en la zona semidesértica del Estado de Querétaro en el centro de México, ha mantenido vivas diversas tradiciones que reflejan su profunda conexión con el paisaje y el entorno natural circundante. Su cultura está marcada por la presencia simbólica de la Peña de Bernal y los cerros del Zamorano y el Frontón.

Inscrito en 2009.

La cocina tradicional mexicana representa un modelo cultural integral que abarca actividades agrícolas, rituales ceremoniales, saberes ancestrales prácticos, técnicas culinarias transmitidas de generación en generación, y costumbres comunitarias arraigadas. Este complejo entramado cultural se ha desarrollado gracias a la participación colectiva a lo largo de toda la cadena alimentaria tradicional: desde la siembra y la cosecha de los cultivos hasta la elaboración y el disfrute de los platillos.

Inscrito en 2010

La Fiesta Grande de Chiapa de Corzo se celebra anualmente del 4 al 23 de enero en esta localidad mexicana. Esta festividad está impregnada de música, danza, artesanía, gastronomía, ceremonias religiosas y entretenimientos, todos dedicados en honor a Nuestro Señor de Esquipulas, así como a los santos católicos San Antonio Abad y San Sebastián. Las danzas de los parachicos, tanto los bailarines como el estilo de baile que interpretan, se consideran una expresión colectiva de devoción hacia los santos venerados.

Inscrito en 2010.

La pirekua es un canto ancestral practicado por las comunidades indígenas p’urhépechas del estado de Michoacán, realizada tanto por hombres como por mujeres. Sus variados estilos reflejan una fusión única de influencias africanas, europeas y amerindias, con notables variaciones regionales que se han identificado en 30 de las 165 comunidades p’urhépechas presentes.

Inscrito en 2010.

El mariachi representa una música arraigada y esencial en la cultura mexicana. Está compuesto por grupos de dos o más músicos vestidos con trajes típicos inspirados en el atuendo de charro, quienes ejecutan un extenso repertorio de canciones acompañados de instrumentos de cuerda.

Inscrito en 2011.

El Centro de las Artes Indígenas fue concebido como respuesta a un anhelo duradero de la comunidad totonaca, que buscaba establecer una institución educativa dedicada a la preservación y transmisión de sus enseñanzas, valores, arte y cultura. Este espacio proporciona un ambiente propicio para que los artistas indígenas desarrollen plenamente sus habilidades creativas.

Inscrito en 2012.

La charrería es una tradición arraigada en las comunidades mexicanas dedicadas al cuidado y manejo del ganado a caballo. Desde sus inicios, ha fomentado la camaradería y el intercambio cultural entre ganaderos de distintos estados del país.

Inscrito en 2016

Cada 12 de octubre, se celebra la romería en honor de la Virgen de Zapopan, una arraigada tradición religiosa y cultural que se remonta al año 1734. Este día marca el final del ciclo anual del ritual conocido como “La Llevada de la Virgen”, que comienza en mayo e incluye diversas actividades litúrgicas y comunitarias. Con la conclusión de este ciclo, la Virgen regresa festivamente a su basílica en Zapopan, atrayendo a más de dos millones de participantes en la romería.

Inscrito en 2018

En Puebla y Tlaxcala existen comunidades de artesanos que producen cerámica de estilo talaverano utilizando métodos tradicionales. Esta cerámica se emplea tanto en utensilios domésticos como en decoración y arquitectura. Aunque las técnicas alfareras han evolucionado, los procesos de fabricación, decoración y esmaltado de esta cerámica siguen siendo artesanales y fieles a las prácticas del siglo XVI.

Inscrito en 2019.

El bolero es un elemento esencial dentro de la canción sentimental de América Latina, caracterizado por su fuerte carga lírica y arraigo profundo en Cuba y México. Este género, como un crisol cultural, fusiona el lenguaje de la poesía europea, los ritmos africanos traídos por los esclavos, y los sentimientos de los pueblos indígenas de las Américas. Las letras del bolero reflejan la vida cotidiana y sus canciones se interpretan en una variedad de contextos: desde los hogares y espacios públicos, hasta grandes salas de concierto, festivales y serenatas románticas.

Inscrito en 2023