¿Cuánta agua gasta un mexicano cuando sale de vacaciones? Especialista de la UNAM lo revela

La crisis hídrica en México es cada vez más evidente. Si bien en el mes de julio las fuertes lluvias han sido protagonistas en casi todo el país, es un hecho que las presas aún no están llenas y que mucha del agua de las tormentas termina desperdiciada al mezclarse con los canales de aguas residuales.

Pese a la falta de agua en las 32 entidades del país, muchas empresas, corporaciones y personas evaden las recomendaciones de las autoridades -federales y mundiales- sobre cómo cuidar este recurso finito que cada vez cuesta más abastecer a los hogares mexicanos. El problema se agranda cuando se trata de espacios ajenos al lugar de residencia.

Distintas investigaciones han mostrado que el consumo promedio de agua no solo cambia de acuerdo a la ubicación geográfica de los lugareños, sino que también se comporta distinto si las personas están de vacaciones.

El consumo de agua en México se encuentra significativamente por encima de los niveles recomendados por organismos internacionales. Mientras que las autoridades federales han apuntado que un mexicano promedio consume 125 litros de agua al día, mientras que la cifra que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cubrir necesidades básicas de higiene y alimentación son máximo 100 litros diarios.

Sin embargo, un estudio del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), apuntó que el uso de agua puede llegar a los 360 litros por persona al día en la capital del país, el cual es uno de los más altos consumos a nivel global al ser un 200% más arriba de lo sugerido.

El Sacmex recalcó que, con estas cifras, una familia capitalina de cuatro personas, gasta diariamente alrededor de mil 920 litros de agua. Las actividades diarias comunes como bañarse, lavarse las manos y lavar la ropa son responsables de este nivel de gasto, llegando a sumar más de 60 litros diarios.

Si bien se considera que la CDMX podría tener 55 años de provisión de agua, investigaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de organismos internacionales apuntan a que el cambio climático, la sobreexplotación y sobrepoblación causen estragos y agraven la crisis de escasez de agua en la ciudad.

Aunque el consumo de agua varía según el lugar y época estacional, cuando se trata de salir de vacaciones, un turista puede gastar hasta cuatro veces más agua en los lugares que visita que la que consumiría de cotidiano en casa, reveló un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Adriana Islas, responsable de la licenciatura en Turismo y Desarrollo Sostenible, recordó que si bien el impacto inmediato lo afecta la calidad de vida de los lugareños, en el largo plazo perjudica a toda la población, pues la escasez hídrica ya es un asunto de alcance global.

A decir de la académica, el desabastecimiento de líquido que puede provocar este tipo de actividad es un problema sobre el cual se comenzó a reflexionar hasta hace muy poco, tanto que apenas el año pasado el World Travel & Tourism Council calculó, por primera vez, a cuánto asciende la huella hídrica del turismo en el planeta. Los resultados de este ejercicio inédito fueron presentados en la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023, donde quienes se dedican al sector se comprometieron a impulsar prácticas mucho más sustentables.

Según las investigaciones, el turismo a nivel global usa poco menos del 1% del agua dulce disponible en el mundo, pero México consume el doble de dicho promedio. “Aquí se destina el 2% de las reservas hídricas a la industria turística. Hoy, qué gran parte del territorio nacional atraviesa un proceso de sequía, esto es un llamado a modificar hábitos y a ser más responsables”, expresó la especialista de la “máxima casa de estudios”.

Este grave fenómeno en el gasto de agua se debe, en parte, a que durante el periodo vacacional todas las personas quieren bañarse sin prisa, y gozar de toallas limpias y sábanas que se cambian de forma diaria, sin considerar que, aun fuera de casa, esto tiene un gran costo ambiental. Islas detalló que debido a este problema, cada vez son más los hoteles que invitan a sus huéspedes a solicitar que no se lave su ropa de cama y baño a diario, lo cual logra un ahorro de hasta 50 litros de agua por persona.

“El año 2050 está a la vuelta de la esquina, fecha en la cual una de cada cuatro personas del mundo padecerá escasez de agua, lo cual nos obliga a actuar ya. Cada vez hay más establecimientos de hospedaje, parques y restaurantes con distintivos y certificaciones como la EarthCheck o la H2O, que garantizan prácticas sustentables, pero los esfuerzos no deben recaer en una de las partes, nosotros debemos aportar. Es un asunto de autorresponsabilidad”, sentenció.

Para la académica, más allá de una mera ocasión para el ocio y solaz, visitar un destino turístico es una oportunidad para aprender de los ecosistemas locales y de las necesidades de quienes viven ahí. “Tomar esa conciencia es un abrir los ojos. No se trata de dejar de viajar, sino de modificar viejos hábitos. Cerrar bien los grifos, tomar duchas cortas, alojarnos en recintos con buenas prácticas hídricas y no pedir que laven nuestras toallas y sábanas a diario, es buen punto de inicio”.