Entre los alimentos saludables sin duda siempre logran colarse y destacar las verduras de hoja verde, debido a que suelen concentrar una gran cantidad de nutrientes con decenas de beneficios para la salud.
Y entre este tipo de verdura, también hay algunas que destacan, tal como es el caso de la espinaca, la cual es una de las más conocidas y que puede prepararse y consumirse de múltiples maneras.
Por si no lo sabías, la espinaca (Spinacia oleracea) es una planta de hojas verdes que pertenece a la familia de las amarantáceas y aunque es consumida en todo el mundo, es originaria de Asia Central.
Por su parte, otro dato interesante es que la espinaca es considerada un alimento con alta densidad nutricional lo que significa que aporta una gran cantidad de nutrientes con pocas calorías, entre los que se encuentran los siguientes:
- Vitaminas: A, C, K, E, y vitaminas del grupo B como el folato.
- Minerales: Hierro, calcio, magnesio, potasio y manganeso.
- Antioxidantes: Betacaroteno, luteína y zeaxantina, que son beneficiosos para la salud ocular.
- Fibra: Importante para la salud digestiva.
Estas son las enfermedades que ayuda a prevenir el consumo de espinaca
Es gracias a los nutrientes antes mencionados que el consumo regular de esta verdura puede contribuir a la prevención de diversas enfermedades, entre las que destacan las siguientes:
- Enfermedades Cardiovasculares: La espinaca es rica en nitratos, que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial. Los antioxidantes presentes, como la vitamina C y el betacaroteno, protegen contra el daño oxidativo en las arterias. Reducción del riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
- Diabetes Tipo 2: La espinaca contiene antioxidantes que pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el estrés oxidativo, dos factores clave en la prevención de la diabetes tipo 2. Mejora del control del azúcar en la sangre y reducción del riesgo de desarrollar diabetes.
- Cáncer: Los antioxidantes y compuestos antiinflamatorios en la espinaca, como el ácido alfa-lipoico, la clorofila y las vitaminas A y C, pueden ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluida la prevención del daño al ADN. Menor riesgo de cánceres como el de mama, colon y pulmón.
- Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMAE): Los carotenoides luteína y zeaxantina presentes en la espinaca son esenciales para la salud ocular y pueden proteger contra la degeneración macular y las cataratas. Mejora de la salud ocular y prevención de enfermedades relacionadas con la edad.
- Osteoporosis: La espinaca es una fuente rica en vitamina K, que es crucial para la salud ósea al ayudar en la formación de osteocalcina, una proteína necesaria para la fortificación de los huesos. Mejora de la densidad ósea y reducción del riesgo de fracturas y osteoporosis.
- Trastornos Digestivos: La espinaca es rica en fibra dietética, que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, previniendo el estreñimiento y promoviendo la regularidad intestinal. Mejora de la salud digestiva y prevención de trastornos como el síndrome del intestino irritable (SII).
- Anemia: Aunque la espinaca contiene hierro no hemo (de origen vegetal), su consumo junto con fuentes de vitamina C puede mejorar la absorción de hierro y ayudar a prevenir la anemia por deficiencia de hierro. Mejoría en los niveles de hemoglobina y prevención de la anemia.
- Enfermedades Neurodegenerativas: Los antioxidantes y compuestos antiinflamatorios en la espinaca pueden proteger contra el daño oxidativo en el cerebro, reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Protección de la salud cerebral y reducción del riesgo de deterioro cognitivo.
- Inflamación Crónica: La espinaca contiene fitonutrientes y antioxidantes que tienen propiedades antiinflamatorias, lo cual es beneficioso para prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación, como la artritis. Reducción de la inflamación y mejoría de la salud general.
- Obesidad: Este alimento es una excelente opción para las dietas de pérdida de peso debido a que su contenido de fibra ayudará a brindar sensación de saciedad pero su consumo aporta pocas calorías.
Integrar espinaca en una dieta balanceada puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud general y reducir el riesgo de enfermedades crónicas aunque es importante tener algunas consideraciones al respecto.
- La espinaca contiene ácido oxálico, que puede interferir con la absorción de calcio y formar oxalatos en personas con predisposición a cálculos renales, por lo que estas personas deberán evitar su consumo. Es recomendable consumirla con moderación y combinarla con alimentos ricos en vitamina C para mejorar la absorción de hierro.
- Pesticidas: La espinaca es una de las verduras que puede tener altos niveles de residuos de pesticidas. Lavarla bien y, si es posible, optar por espinaca orgánica puede ser beneficioso.