Después de enfrentar el duelo y completar el papeleo necesario tras el fallecimiento de un ser querido, es crucial atender ciertos trámites importantes.
Uno de los aspectos que muchas personas se preguntan es: ¿qué pasa con las cuentas bancarias de la persona que falleció?
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), señala que no existe un procedimiento automático para que las instituciones financieras sean notificadas del fallecimiento de sus clientes.
Sin embargo, si no se realizan movimientos en una cuenta durante seis años, los fondos de dichas cuentas pasarán a la beneficencia pública. Por esta razón, es esencial que los familiares del fallecido tomen medidas para gestionar estas cuentas a tiempo.
Recuperación de cuentas bancarias
La Condusef ofrece un sistema de consulta para quienes sospechan ser beneficiarios de alguna cuenta de cheques, ahorro o inversión de un usuario fallecido. Este sistema investiga y verifica, a través de las instituciones bancarias afiliadas a la Asociación de Bancos de México (ABM), si hay una presunción válida de beneficiario.
Para utilizar este servicio, los interesados deben acudir a la subdelegación de la CONDUSEF más cercana y presentar la Solicitud de Beneficiarios de Cuentas de Depósito. Los documentos necesarios incluyen:
- Una copia del acta de defunción del fallecido.
- Una identificación oficial vigente (INE, pasaporte o certificado de matrícula consular).
Una vez presentada la solicitud, se investigará la presunción de beneficiario y se obtendrá una respuesta en un plazo no mayor a 60 días naturales a partir de la fecha de la consulta.
En caso de obtener una respuesta positiva, el expediente se turnará a la Unidad Especializada de Atención a Usuarios (UNE) de la institución bancaria correspondiente, la cual se encargará de dar seguimiento al proceso.
Importancia del trámite
Es fundamental realizar estos trámites a tiempo para evitar la pérdida de los fondos depositados en las cuentas del fallecido. Además, este procedimiento ayuda a los beneficiarios a obtener los recursos a los que tienen derecho, facilitando así la gestión del patrimonio y los gastos que puedan surgir tras el fallecimiento de un ser querido.
Aunque no existe un sistema automático para notificar a los bancos sobre el fallecimiento de sus clientes, es esencial que los familiares y beneficiarios tomen la iniciativa para gestionar y recuperar las cuentas bancarias del fallecido.
La Condusef proporciona una herramienta valiosa para este propósito, ofreciendo orientación y apoyo a quienes necesitan acceder a estos recursos.