¿Siguen siendo herederos de la revolución? El camino de Alito Moreno para reelegirse en el PRI

La conformación del México moderno no se puede entender sin la Revolución Mexicana, movimiento armado que buscó erradicar la desigualdad social y la concentración de poder que mantuvo Porfirio Díaz por más de tres décadas debido a que no existía oposición para su gobierno.

Con el lema Sufragio efectivo, no reelección se buscó que en el país no se concentrara el poder en una sola persona, situación que quedó enmarcada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) en 1917, pero que sólo impactó para la Presidencia de la República.

Tras ese conflicto, el cual se mantuvo por años en todo el territorio nacional debido a los pequeños movimientos armados que se presentaban en la búsqueda de poder político, Plutarco Elías Calles ideó crear un partido político donde se concentraran la mayoría de las tribus y así unificar el país.

Es así como nació el Partido Nacional Revolucionario (PNR), el cual evolucionó con los años al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que se dijo “heredero de la revolución”. Aunque se mantuvieron por décadas dominando el Estado mexicano, siempre se dijeron enemigos de la reelección en cargos que recaen en una sola persona; sin embargo, esto estaría por cambiar en su propia organización.

El pasado 2 de junio el tricolor sufrió uno de los golpes más fuertes que ha recibido en su historia, puesto que en la elección por la titularidad del ejecutivo recibió cinco millones 736 mil 759 votos, según los cómputos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE), perdiendo más de cuatro millones respecto a los comicios de seis años atrás.

Además, desde 2019 hasta el más reciente periodo electoral, el instituto político han dejado de gobernar la mayor parte de las entidades federativas, quedándose en la actualidad sólo con Durango y Coahuila. Este tiempo coincide con la presidencia de Alejandro Alito Moreno Cárdenas.

Es por lo anterior que muchas voces han pedido su destitución, especialmente de dos años a la fecha; sin embargo, éste se ha negado asegurando que es “un soldado del PRI” y, a días de una nueva edición de la Asamblea Nacional, se perfila a quedarse en su cargo sin importar sus resultados al frente del partido que llegó a dominar toda la estructura gubernamental de la nación.

Para entender la dirigencia de Moreno Cárdenas, es importante mencionar que en la primera elección que enfrentó el Revolucionario Institucional bajo su mandato, en 2021, dejaron de gobernar Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima y Campeche, la mayoría de estos estados nunca habían sido administrados por otra fuerza política.

Un año más tarde, el PRI continuó perdiendo terreno al ser derrotado en Hidalgo y Oaxaca, aunque logró obtener una victoria en Durango; sin embargo, en 2023 se dio la pérdida del Estado de México, una entidad históricamente dominada por el partido y donde había hasta míticas agrupaciones, pese a que retuvo Coahuila, el único estado que será priista por 100 años ininterrumpidos.

A la par de las derrotas electorales, enfrentó diversas acusaciones de corrupción por parte de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, quien en su programa semanal, El Martes del Jaguar, presentó audios y conversaciones de presuntas actividades ilícitas por parte del priista.

Es importante mencionar que la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGE) inició una investigación sobre estos hechos, pero, hasta el momento, Moreno no ha enfrentado consecuencias legales directas, contrariamente, el exgobernador logró obtener amparos que impiden que Sansores lo mencione en su programa.

Otro de los problemas que ha tenido Moreno Cárdenas en su dirigencia es la renuncia y expulsión de cuadros relevantes del priismo, mismos que se ha colocado como críticos de su gestión:

• Expulsiones
  • Quirino Ordaz, exgoberador de Sinaloa
  • Claudia Pavlovich, exgobernadora de Sonora
  • Carlos Miguel Aysa, exgobernador de Campeche
• Renuncias
  • Omar Fayad, exgobernador de Hidalgo
  • Eruviel Ávila, exgobernador del Estado de México
  • Miguel Ángel Osorio Chong, exgobernador de Hidalgo
  • Claudia Ruiz Massieu, expresidenta del PRI
  • Nuvia Mayorga, senadora
  • Jorge Carlos Ramírez, senador
  • Alejandro Murat, exgobernador de Oaxaca
  • Adrián Ruvalcaba, exalcalde de Cuajimalpa, CDMX
  • Anilú Ingram, expresidenta del PRI Veracruz
  • Héctor Astudillo, exgoberador de Guerrero
  • Alejandra del Moral, excandidata a la gubernatura del Edomex

El tema de la reelección de Moreno Cárdenas no es nuevo, sino que se viene barajando desde 2022 cuando el Consejo Político Nacional (CPN) aprobó la modificación del artículo 83 de los Estatutos, con la cual se permitió que tanto él como Carolina Viggiano Austria, secretaría general, siguieran en el partido para no interrumpir el proceso electoral federal.

La modificación al artículo 83 —fracción XXXVII— planteó un cambio de tres meses a 90 días hábiles para que el CPN aprobara una prórroga de tiempo con el fin de que los integrantes de la dirigencia nacional se mantengan en su cargo. Este cambio fue rechazado por el INE, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) argumentando que se debe de respetar la autodeterminación de los partidos políticos.

Ahora, casi dos años después y tras los resultados de la jornada electoral federal, se planearía un nuevo cambio a los documentos identitarios, ahora sería reformado el artículo 178 de los Estatutos para que las personas que asuman la dirigencia puedan ser reelectos por tres periodos consecutivos, es decir, por 12 años o dos sexenios.

De acuerdo a la información que ha trascendido, la propuesta que se votará el domingo 7 de julio en la XXIV Asamblea Nacional establecería: “Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional (...) durarán en su función cuatro años y podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos”.

Entonces, el partido que personificó la lucha revolucionaria y la demanda de no reelección, ahora, 114 años después estaría apostado a la reelección de su dirigencia nacional, esto frente al poder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la falta de apoyo de la ciudadanía.