Cerrar la puerta del coche con las llaves dentro, es una de las situaciones más preocupantes y estresantes que puede sucederle a los conductores de automóviles.
Quienes pasan por esa situación padecen un vaivén de sensaciones: impotencia, coraje, culpa, preocupación y desesperación al asomarse por la ventanilla y ver ahí las llaves insertadas en el switch o en el asiento.
Ante tal escenario, en las redes sociales se pueden encontrar diversos trucos para poder resolver la situación, algo que muchos prefieren ejecutar antes que llamar a un cerrajero o proceder a buscar el duplicado para recuperar sus llaves, tal es el caso de la técnica de pelota de tenis.
¿De qué va?
El método es relativamente sencillo:
- Hacer un orificio pequeño con un cúter o un desarmador a una pelota de tenis.
- Después, pegar un chicle en la cerradura, para que funja como sellador, entre la pelota y la cerradura.
- Posteriormente, emparejar el orificio de la pelota junto a la cerradura.
- Proceder a apretar varias veces la pelota para inyectar aire en la cerradura, como si fuera una pequeña bomba de presión.
- Finalmente, el incremento de la presión en la cerradura deberá provocar que se bote el seguro del coche.
Conclusión
No dudamos de que este truco funcione en algún vehículo muy concreto, pero en la gran mayoría de coches que se venden en la actualidad no tiene el menor sentido intentarlo, pues esta acción no hará que se active el mecanismo de apertura bajo ninguna circunstancia porque las manijas de apertura ya no son mecánicas sino de cierre y apertura electrónica para los cuales se requiere llevarlos a la agencia automotriz para proceder, incluso algunos pueden ser abiertos vía remota, tras cumplir con una serie de requisitos que corroboren que se es el dueño del automóvil.
Para aquellos que lo han intentado y han tenido éxito, la sensación de triunfo es de alivio, al abrir la puerta y recuperar las llaves, para otros, el intento puede convertirse en una experiencia nada grata, especialmente porque en los modelos actuales es casi imposible de que ocurra.