Así luce “El hombre de Bilbao”, el esqueleto de un cazador de hace mil años descubierto en el desierto de Coahuila

El hombre tendría entre 20 y 30 años de edad al momento de morir y debió tener una vida nómada

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El área donde se registró el hallazgo del esqueleto humano fue un taller de cazadores-recolectores. Foto: INAH
El área donde se registró el hallazgo del esqueleto humano fue un taller de cazadores-recolectores. Foto: INAH

El esqueleto de un individuo que caminó por el desierto que hoy forma parte de Coahuila, entre 700 y 1000 mil años antes del presente (a.p.), fue descubierto en las altas dunas de arena, a las orillas de la antigua laguna de Viesca.

Así lo informó este miércoles el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de un comunicado.

El esqueleto bautizado como “El hombre de Bilbao”, fue recuperado hace algunos meses por la Fiscalía de Personas Desaparecidas de la entidad, luego de que turistas avisaron a las autoridades de la presencia de restos humanos en las dunas de Bilbao.

Lugar donde la movilidad de la arena debió sepultarlos por siglos, hasta que el desplazamiento de cuatrimotos los arrojó de nuevo a la superficie.

Las características del hallazgo y la presencia de material arqueológico hicieron sospechar al antropólogo Erik Morgan Medina y al arqueólogo Miguel Vargas, de dicha fiscalía, que se trataría de un ser humano prehispánico.

Por lo que tras avisar al INAH y realizar recorridos de superficie, se descubrió un paraje dentro del contexto de dunas altas, de una extensión aproximada de 10 metros de diámetro, repleto de materiales arqueológicos, donde se localizó el resto del esqueleto.

En el lugar se encontraron huesos de animales y material lítico. Foto: INAH
En el lugar se encontraron huesos de animales y material lítico. Foto: INAH

Los huesos del individuo están fragmentados, pero representan todas las partes del esqueleto humano. Los primeros estudios además indican que corresponden a un joven de entre 20 y 30 años de edad al momento de morir, que debió tener una vida nómada físicamente azarosa.

Cuando murió habría estado en su campamento cazando o pescando y algo le pasó o estaba enfermo, debido a que el sitio donde se encontró no era para enterrar muertos ni tampoco hay evidencia de que el cuerpo haya sido preparado.

En el lugar también se encontraron huesos de animales y material lítico, tanto herramientas completas como en proceso de elaboración (preformas) y el desecho que resulta del corte de la roca (lascas).

Por lo que se ha podido identificar procesos de elaboración y corroborar que se trata de un campamento estacional de producción de artefactos líticos.

“Estos descubrimientos nos permiten generar una gran cantidad de conocimiento sobre quiénes eran nuestros ancestros, cómo vivían, qué salud tenían, de qué se alimentaban, qué actividades físicas realizaban o a qué edad morían, entre otros aspectos”, dijo Axel Baños Nocedal titular de la Dirección de Antropología Física del INAH.

El Instituto indicó que “El hombre de Bilbao” estaba asociado a diversos materiales: un collar de conchas marinas, probablemente del Pacífico; una hoja de pedernal blanco, perteneciente a un cuchillo enmangado, característico de los cazadores-recolectores nómadas que habitaron la región desde el poblamiento de América hasta el siglo XVIII; una punta de proyectil y restos de animales.

El hombre cuando murió además estaría en su campamento cazando o pescando. Foto: INAH
El hombre cuando murió además estaría en su campamento cazando o pescando. Foto: INAH

Por los materiales líticos su posible filiación étnica correspondería a las Culturas del Desierto, cuya antigüedad oscila entre 700 y 1000 años a.p., relacionado con la tradición cultural Candelaria.

“Las características de este tipo de lítica son similares a las de la localizada en la Cueva de la Candelaria, importante sitio explorado en la década de 1950, ubicado a 60 o 70 kilómetros de distancia.

Por lo que las primeras hipótesis apuntan a un horizonte cronológico cercano, de alrededor de 1000 años a.p., en el periodo Clásico Temprano. Es decir que se trata de la misma área cultural”, dijo Yuri de la Rosa Gutiérrez, investigador del Centro INAH Coahuila.

En el sitio fueron hallados fragmentos de cerámica y modelados de arcilla comunes en la región Lagunera, reconocida por diversas investigaciones como una zona de intercambio comercial de las culturas cazadoras-recolectoras con las de la sierra, las costeras y las que transitaban de Mesoamérica hacia Aridoamérica.

Los materiales son custodiados por el INAH, en el Museo Regional de La Laguna, donde continuarán siendo analizados.

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