Las actividades ilícitas de organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han provocado que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalen a México como uno de los países donde se producen drogas sintéticas a gran escala; incluso al mismo nivel que Afganistán, Myanmar y Siria.
En el Informe Mundial sobre Drogas 2024, hecho público por la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen (UNODC) este 26 de junio, se revela que México se ha convertido en el mayor productor de narcóticos como metanfetamina y fentanilo en lo que respecta al continente americano.
“Las drogas sintéticas pueden producirse en cualquier lugar y su fabricación ilegal se está expandiendo en países de ingresos bajos, medios y altos. Sin embargo, la fabricación a gran escala sigue concentrada en zonas afectadas por problemas de gobernanza e inestabilidad”, se lee en el reporte.
De acuerdo con el organismo internacional, con datos hasta el 2022, México destaca por ser uno de los mayores productores de metanfetamina junto a Myanmar, un país del sudeste asiático.
En esa línea, la ONU también destaca que ha habido un aumento significativo en el número de personas en tratamiento por trastorno por consumo de metanfetamina en América del Norte durante la última década; en particular en México.
El informe también resalta otros datos alarmantes. Por ejemplo:
- México destaca a nivel global por el tráfico de cocaína, así como también por la producción de metanfetamina y opioides.
- El cannabis sigue siendo la droga más consumida en el mundo.
- En todo el mundo, 292 millones de personas son “usuarias” de una o más drogas. Esta cifra representa un aumento de 20% en comparación al 2014.
Estas son algunas de las drogas sintéticas más consumidas
Las drogas sintéticas se han convertido en un problema creciente en muchas partes del mundo debido a su facilidad de producción y distribución. Estas sustancias son creadas en laboratorios y alteran la química del cerebro, provocando efectos psicoactivos. A continuación, se presentan algunas de las más comunes.
- Éxtasis (MDMA): Conocido también como “molly”, es popular en fiestas y eventos de música electrónica. Proporciona sensaciones de euforia, aumento de energía y conexión emocional. Sin embargo, sus efectos secundarios incluyen deshidratación, aumento de la temperatura corporal y daño cerebral a largo plazo.
- Metanfetaminas: Conocidas como “meth” o “cristal”, son estimulantes poderosos que incrementan la actividad del sistema nervioso central. Los usuarios experimentan un aumento de energía y alerta, pero pueden sufrir paranoia, agresividad y daño cerebral severo con el uso prolongado.
- LSD (Ácido lisérgico): Esta sustancia alucinógena altera la percepción de la realidad. Produce alucinaciones visuales y auditivas, y puede cambiar el sentido del tiempo. Aunque rara vez es adictivo, puede causar episodios de ansiedad, paranoia y alucinaciones duraderas.
- Spice (K2): Es una mezcla de hierbas y sustancias químicas que imitan los efectos del THC, el componente psicoactivo del cannabis. A menudo vendido como un sustituto “seguro” del cannabis, puede causar efectos secundarios peligrosos como taquicardia, vómitos y alucinaciones intensas.
- Fentanilo: Un opiáceo sintético mucho más potente que la morfina. Utilizado médicamente para tratar el dolor severo, pero cuando se usa de manera ilícita puede resultar letal incluso en pequeñas dosis. Su alta potencia y riesgo de sobredosis lo convierten en una de las drogas más peligrosas en el mercado ilegal.
El uso de estas drogas sintéticas representa un riesgo significativo para la salud pública, ya que pueden ser extremadamente peligrosas y adictivas. La falta de regulación y la accesibilidad aumentan el desafío para las autoridades en su control y prevención.