Peleas de pareja, cómo convertirlas en pláticas constructivas

Tener discusiones con la pareja es inevitable; sin embargo, existen formas de manejarlas de manera saludable

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Seguir estos consejos puede ayudarte a resolver los conflictos de manera saludable (Imagen Ilustrativa Infobae)
Seguir estos consejos puede ayudarte a resolver los conflictos de manera saludable (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tener desacuerdos es un aspecto ineludible en cualquier relación. Sin embargo, la forma en que se desarrolla la discusión puede generar daños adicionales y pueden ser duraderos e incluso permanentes.

Este daño adicional puede reducirse, y posiblemente evitarse, si se toman en cuenta estos consejos para pasar de una discusión acalorada a una conversación razonada y constructiva.

La falta de comunicación es, probablemente, la razón principal por la que muchos matrimonios acaban en fracaso. Julia Rueschemeyer, una abogada de Massachusetts con amplia experiencia en la mediación de divorcios, comenta: “Las parejas postergan las conversaciones cruciales y esto genera resentimiento”.

Reglas para mantener un argumento “limpio” y sin rodeos

Ser directoy amable son puntos clave para manejar un desacuerdo de forma saludable  (Shutterstock)
Ser directoy amable son puntos clave para manejar un desacuerdo de forma saludable (Shutterstock)

Estos consejos son parte del artículo Reglas para una pelea justa escrito por Aaron Alan, especialista de la página Good Therapy, sitio dedicado a la publicación de artículos enfocados en salud mental y un repertorio de terapeutas y consejeros en Estados Unidos.

  • Mantente enfocado: Conoce sobre qué estás discutiendo. Pregúntate a ti mismo y a tu pareja, “¿De qué trata realmente este argumento?”
  • Mantente en un solo tema: procura que la discusión esté enfocada y sea específica, pues pueden desviarse y, cuando eso sucede, se pierde la raíz del conflicto.
  • Sé directo: di cómo te sientes y comunica tus necesidades.
  • Sé amable: discutir no es sinónimo de ser grosero o hiriente con tu pareja.
  • Elige el momento adecuado: puede que no sea el mejor momento iniciar una discusión a la 1 de la mañana o durante una cena en un restaurante.
  • Mantén las discusiones en privado: no es necesario que las personas que te acompañan sean espectadoras de la discusión.
  • No involucres a terceros en las discusiones.
  • No leas la mente de tu pareja: tampoco esperes que tu pareja lea la tuya, es importante comunicar específicamente lo que sentimos y lo que necesitamos.
  • No culpes ni avergüences: hazte cargo de tus propios sentimientos, comienza las frases con ‘me siento’, no ‘me haces sentir’.
  • No hagas generalizaciones: procura no decir “nunca” o “siempre”.
  • No seas intencionalmente cruel o malintencionado: los comentarios pasivo-agresivos pueden llegar a ser especialmente hirientes para la otra persona.
  • No actúes como si fueras más débil o frágil de lo que realmente eres.
  • No saques a relucir peleas pasadas: tampoco las uses como una forma de hacer sentir mal a la otra persona. Si sientes que tienes pendiente algún tema déjalo para otro momento y acláralo.
  • Escucha activamente: esto no significa esperar para hablar.
  • No amenaces con dejar la relación: esto puede provocar inseguridad en la otra persona.
  • No uses la violencia verbal: no llames con insultos, tampoco grites ni amenaces.
  • No arrojes objetos ni rompas cosas y tampoco utilices la violencia física.
  • Respeta la solicitud de tu pareja de detenerse: en ocasiones es importante y saludable descansar para poder llegar a acuerdos.

¿Cómo construir una relación saludable?

Una relación saludable se construye  (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una relación saludable se construye (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las parejas construyen relaciones saludables cuando se fundamentan en la confianza, la libertad, el respeto mutuo y la igualdad, según el libro ¿Qué te agrada? y ¿Qué te agrede? en las Relaciones de Pareja publicado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres del Gobierno de México.

“Estos cuatro elementos están comprendidos en los Derechos Sexuales y Reproductivos -que son derechos humanos internacionalmente reconocidos-, los cuales están basados en la dignidad humana y la libertad de las personas para decidir acerca del ejercicio de su sexualidad y reproducción. Tienen como propósito garantizar el desarrollo libre, saludable, seguro y satisfactorio de la vida sexual, reproductiva y de la convivencia sexual” menciona la publicación.

Confianza

Una relación afectiva se basa en compartir y expresar con tu pareja sentimientos, intereses, afinidades, logros, preocupaciones, gustos y disgustos en un entorno de confianza para conocerse y adaptarse mejor. La confianza es esencial en una relación de pareja y se manifiesta en la expectativa de buena voluntad o lo mejor de la otra persona.

Hay confianza cuando:

  • Ambos pueden hablar de cualquier tema y expresar sus sentimientos sin temor a la reacción del otro.
  • Ambos dialogan en un ambiente de intimidad, confianza y libertad para entenderse y llegar a acuerdos que les generan bienestar.

Libertad

“Es fundamental mantener la individualidad y la independencia en las relaciones de pareja para eliminar la probabilidad de conductas controladoras, posesivas, y restrictivas de parte de la pareja, así como para favorecer el crecimiento, desarrollo y el autocuidado. Eres una persona, antes de ser una pareja” menciona el libro.

Hay libertad cuando:

  • Ambos tienen su espacio personal para su vida social y pueden disfrutar tanto juntos como separados, manteniendo su individualidad.
  • Ninguno finge que le gusta algo que en realidad le desagrada, ni abandona a sus amigos o intereses personales.
  • Ambos comparten momentos o actividades recreativas, deportivas, culturales o sociales y, al mismo tiempo, mantienen sus propios intereses y amistades.

Una relación de pareja es saludable si aún cuando les gusta hacer cosas juntos, ambos conservan sus propios espacios, intereses, gustos, afectos y hobbies, manteniendo relaciones con sus amistades y familiares.

Respeto mutuo

En una relación saludable, ambos integrantes de la pareja tienen derecho a ser tratados con respeto y valorados tal como son. Esto implica escucharse mutuamente, mostrar comprensión y apoyo, y valorar las opiniones del otro sin juzgar ni descalificar, evitando comentarios hirientes como “Tú no sabes” o “Te ves muy mal”. Asimismo, implica respetar su privacidad sin intentar controlar sus acciones.

Existe respeto en una relación cuando se valora al otro tal como es, respetando sus sentimientos, inquietudes y diferencias, sin intentar cambiarla. Se escuchan mutuamente, respetando los deseos, la intimidad y el derecho a decir no. Ambos son receptivos y flexibles ante los cambios y aceptan las diferencias del otro.

La publicación menciona que una relación de pareja es saludable si se presentan estos puntos:

  • Ambos aceptan que la pareja tiene gustos, preferencias y necesidades distintas y la respetan sin pretender que cambie.
  • Tu pareja te respeta y apoya tus decisiones. No te chantajea, no te obliga a hacer algo que no quieras, como tener relaciones sexuales.
  • Ambos acuerdan lo que quieren hacer, se sienten a gusto. juntos y nadie impone sus deseos o intereses.
  • Respetan la diferencia, las ideas de la otra persona y se apoyan mutuamente para tomar las mejores decisiones.
  • Ninguno de los dos trata de controlar al otro.

Igualdad

Hay igualdad cuando ambos están dispuestos a dar y recibir afecto, confianza y respeto de manera equilibrada, aceptan la responsabilidad de sus acciones, reconocen sus errores y mantienen una comunicación abierta.

Además, valoran y respetan a su pareja, y pueden hablar en un ambiente de intimidad, confianza y libertad para lograr acuerdos que los hagan sentir felices y seguros.

Los problemas surgen cuando una relación carece de equidad y hay un desequilibrio de poder, donde una parte mantiene el control y la otra está sujeta a la obediencia o sumisión.

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